Tomas Föhrig, presidente del Ateneo de la Sociedad Rural Argentina [SRA], Luciano Miñola, secretario de Juventud de la Federación Agraria Argentina [FAA], Fabio Zamora, presidente de la mesa de juventudes de Coninagro y Facundo Duarte, presidente del Ateneo de Confederaciones Rurales Argentinas [CRA], detallaron a LA NACION sus expectativas con el nuevo gobierno
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Los jóvenes que lideran la Mesa de Enlace Joven, de las cuatro principales entidades que representan al campo, tienen en claro que para producir y generar riqueza en el país es necesaria la “previsibilidad”. Cada uno pone en valor la importancia que tiene el agro en la Argentina y cómo este se ha convertido en el motor de la economía. Reconocen que faltan políticas sociales que impulsen el arraigo rural, mejoren la infraestructura y la educación. Al presidente elector, Javier Milei, le piden “reglas claras y justas”, para impedir la migración de los jóvenes e impulsen la inversión en las zonas rurales.
Tomas Föhrig, presidente del Ateneo de la Sociedad Rural Argentina [SRA], sostuvo que el nuevo gobierno “genera expectativas”, ya que tiene más “dichos” sobre lo que va a hacer, por encima de los hechos. “En la Argentina fue claro el mensaje de que se quería un cambio de rumbo, pero sobre todo un cambio de mirada de las cosas. Este cambio de paradigma, por supuesto, trae nuevas expectativas. Ahora, se pusieron en agenda temas que antes no estaban. Hoy, las nuevas generaciones hablan de un montón de temas que antes no hablaban: déficit fiscal, la importancia de las cuentas ordenadas y claras, de tener un norte con reglas claras y justas. De esas cosas no se solía hablar”, afirmó.
Con el paso de los años, añadió, se estaba hablando mucho más de la situación en que está el país. “Sea lo que sea, el gobierno de Milei y termine como termine, lo que planteó ya quedó en la sociedad. Todos estos temas nuevos, ya son parte del debate público, cosa que antes no lo eran. Es una gran victoria”, completó. Los jóvenes, dijo, necesitan reglas claras y justas, y tener un horizonte que les permita pensar en que quedarse en el país produciendo o trabajando y que tenga un fin en sí mismo que les permita desarrollarse y marcar una diferencia. “Todos los jóvenes amamos nuestro país y preferiríamos quedarnos acá y poder seguir desarrollándonos y aportarle a la Argentina, solo ese hecho merece la pena seguir intentándolo”, afirmó.
Aclaró que, si desde la política se pudieran proveer esas condiciones de normalidad, un futuro y previsión razonable, se podrían desarrollar mejor. “Lo único que necesitamos es que se nos permita empezar y terminar las cosas con las mismas reglas de juego, horizonte y claridad de los conceptos. Los productores no necesitamos de las dádivas del Estado ni ayudas particulares para crecer. Lo único que necesitamos son reglas para planificar a largo plazo. Si al campo argentino le va bien, a toda la Argentina le va bien”, afirmó.
Luciano Miñola, secretario de Juventud de la Federación Agraria Argentina [FAA], es productor agropecuario en Rauch, provincia de Buenos Aires. Contó que hay muchos chicos dentro de las mesas de juventudes que se dedican desde la siembra de cultivos intensivos, cría de hacienda o economías regionales. La idea de cada uno, dijo, es dedicarse a lo suyo. “Los jóvenes necesitamos volver a ser productores, trabajar y desarrollar nuestros propios proyectos productivos en nuestras localidades. No queremos tener que irnos a las grandes ciudades o como ya nos pasa en algunas familias, tener algún hermano o primo en el extranjero para poder tener un futuro mejor”, explicó.
Durante la campaña electoral le acercaron a cada candidato a presidente una propuesta propia con el aval de las entidades madres para reflejar las inquietudes y deseos de la juventud. “Uno de los proyectos es el ya conocido Plan Arraigo, que tenemos actualizado y lo tenemos para presentar. Esto es para que los jóvenes tengamos una inserción como productores”, extendió. Las necesidades básicas que hoy demandan son la conectividad, salud, infraestructura y financiamiento, que son esenciales para la inserción de los chicos en la ruralidad. Además, la educación juega un papel importante en este caso, ya que hay zonas en las que faltan inversiones.
Fabio Zamora, presidente de la mesa de juventudes de Coninagro, explicó que si hay algo que le piden al gobierno entrante es que puedan resolver de manera urgente la inflación, pero también recuperar la confianza y la previsibilidad para poder incentivar la producción. “Sabemos que la producción agropecuaria trae beneficios para la economía del país y dada la situación que atraviesa la sociedad, hoy sabemos que desde nuestro sector podemos aportar un montón y más en el ámbito joven”, afirmó.
Entre las preocupaciones también, dijo, está la conectividad rural, la educación, salud, y el arraigo rural. “Queremos un gobierno que nos dé participación a los jóvenes, y que de alguna manera nosotros, como jóvenes agropecuarios y dentro del sistema cooperativo, podamos aportar nuestro granito de arena para el crecimiento de los argentinos. Espero que Milei tenga un excelente gobierno, que el campo pueda crecer, le vaya bien y tenga un crecimiento“, afirmó.
Facundo Duarte, presidente del Ateneo de Confederaciones Rurales Argentinas [CRA], contó que si bien no hubo contacto directo con el espacio de La Libertad Avanza, se han realizado varios encuentros a lo largo del año para hablar de las políticas agropecuarias en las que han acercado las inquietudes. Los jóvenes dicen que lo que necesita no solo el sector agropecuario, sino la sociedad en general, es seguridad económica para encarar el futuro. “El sector agropecuario no duda en el momento de invertir, poner más trabajo y redoblar los esfuerzos. No lo duda. Esto es una cultura arraigada, una pasión que no va a cambiar. Lo único que necesitamos es un poco más de seguridad sobre lo que va a pasar. Tenemos esas ganas y asumimos el compromiso para poder, entre todos, forjar un futuro más próspero”, añadió. Esto se ve reflejado en las proyecciones que hacen los jóvenes sobre qué estudiar, invertir, sabiendo que va a conseguir un trabajo o que los negocios pueden tener un mejor porvenir.
“Ahí está el punto de la seguridad que hasta el momento no tenemos. Cualquier paso que vas a dar tiene dos certezas y 98 dudas. Lo que se busca es tener seguridad sobre las políticas económicas: poder vender y comerciar bien”, completó.
“Con respecto de Javier Milei, entendemos que es un cambio importante en el mecanismo de trabajo que se viene desarrollando desde hace muchos años. El sector, en general, lo ve como positivo, como todo viento de cambio. Como sociedad lo adoptamos, pero venimos desde una construcción con políticas que no han sido favorables, donde es muy difícil visualizar un futuro con las mismas políticas que acompañen. Esto no quiere decir que con ideas distintas las cosas quizás sean espectaculares”, resumió.
Agregó que esa idea de cambiar el rumbo fue lo que predominó y generó en la sociedad de que Milei fuera el presidente de la Argentina. “Ahí, se ve un poco de esperanza con respecto al campo. Se renovó: hay más ganas de meterle para adelante”, cerró.
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