La fruta representa una fuente de energía para los vacunos de carne o leche y se puede consumir en cantidad
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En el mundo se utilizan, de una forma u otra, los diferentes subproductos o residuos de la industria de frutas y hortícolas. En esta nota se presentarán las características nutricionales de algunas frutas y la respuesta productiva que se puede obtener con bovinos de carne o leche.
Las frutas de banano rechazadas tanto las maduras como las verdes representan una excelente fuente de energía para los vacunos de carne o leche que las pueden consumir en grandes cantidades.
Los niveles de proteína bruta son bajos (5-8%). Sin embargo, tiene altos niveles de energía (70 a 75% de digestibilidad "in vitro" de la materia seca), caracterizándose por tener elevados niveles de almidón (±70%), de azúcares solubles (±28%) y más del 10% de pectinas).
Estas características nutricionales predominan tanto en la banana fresca (madura o verde) como ensilada. Esta última alternativa es aconsejada cuando se dispone de grandes cantidades de rechazo de banana, previa trituración y mezcla con alimentos ricos en proteína.
El consumo por animal y por día de banana verde puede alcanzar hasta 4 kg y 6 kg de banana maduro. En cualquiera de los casos, corrigiendo los requerimientos proteicos con otros recursos se pueden alcanzar ganancias diarias de peso superiores a los 600 gramos. Las vacas lecheras pueden consumir hasta un 15% de la dieta (base seca), que tiene menor calidad que el fruto, y hasta el 25% la dieta de vástago (fruto + pseudo-tallo).
Cítricos
En el litoral se concentra la producción de frutas cítricas, especialmente naranjas, mandarinas y pomelos. Como subproducto se generan anualmente alrededor de 50.000 toneladas de "rechazo de frutas y pulpa de bagazo de las jugueras.
En todos los casos estos residuos o subproductos se pueden utilizar en la alimentación de los vacunos para carne o leche. Se caracterizan por tener muy altos niveles de agua (85-90%), ricos en energía (azúcares solubles) y fracciones digestibles de la fibra (hemicelulosa, celulosa y pectina).
Todo eso hace que sean muy fácilmente fermentables y contaminantes del ambiente, por ello, lo ideal es "ensilarlos" adecuadamente. Otra alternativa es elaborar a nivel industrial pellets de pulpa, porque permite concentrar los azúcares (energía), aromas y licores y las proteínas. El pellet permite una mayor conservación (en ambiente seco) y poder transportarse a grandes distancias.
Las principales características nutricionales del bagazo de citrus (limón, pomelo, naranja y mandarina) son: bajo porcentaje de materia seca (14 a 25%), moderada a alta concentración energética (2.6 a 3.4 Mcal EM/kg de MS), bajo nivel proteico (7 a 10%), rico en calcio (0.54%) y vitaminas.
Orujo de manzanas
El orujo o pomaza de manzana es un subproducto del procesamiento del fruto (residuo de la industria de jugos y de la sidra), compuesto por la pulpa, cascara y endocarpio –centro- e incluye cascaras, semillas, restos fibrosos de pulpa y jugo agotado pobre en azucares, generándose a razón de 15-19 kg/100 kg de manzana.
El orujo puede alcanzar un nivel de materia seca cercano al 15%, es pobre en proteína y moderado en energía, proveniente de un contenido importante de fibra digestible y de carbohidratos solubles, y se considera un recurso altamente palatable para bovinos. Los componentes más variables del orujo son la materia seca (MS, 14-26%), la fibra cruda (FC, 14-23% base MS) y la proteína bruta (PB, 4-8% base MS), variación influida por el tipo de manzana, su estado de madurez y diferencias en el procesamiento. El silaje la mejor forma de conservarlo, siempre que se evite el contacto con el aire y la lluvia.
Se evaluó al orujo de manzana bajo la forma de silaje –tipo puente- (18 kg/día base húmeda) junto con heno de alfalfa (17% de PB/kg MS) con novillitos Angus de 220 kg p.v. al inicio. El ensayo se desarrolló en Lujan de Cuyo (Mendoza) durante octubre de 1987 y abril de 1988. La ganancia de peso media fue de 0.897 kg/día. Y el grado de terminación fue muy bueno, con una grasa de cobertura muy blanca y buen veteado. En ningún caso se observó efectos organolépticos negativos en la carne.
El autor es Doctor en Ciencias Veterinarias especializado en Nutrición Animal. Director Ejecutivo de la Consultora Internacional de Producción y Nutrición de bovinos (carne y leche). Asesor privado
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