Armando Aquino, abogado de una granja de Corrientes que fue intimada a eliminar 200.000 gallinas ponedoras, confirmó que la firma avanzará en una denuncia contra el organismo sanitario
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Después del escándalo desatado con la granja avícola Santa Ana, la empresa de Corrientes continuará con una denuncia contra el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) por “daños provocados contra la firma”. Este viernes se conocieron los resultados de las muestras que fueron ordenadas por el juez Juan Carlos Vallejos y que dieron “negativos por influenza aviar”. Ante eso, desde la compañía aseguraron que siguen en pie con la decisión de seguir la causa en la Justicia. La polémica se originó por una supuesta muestra anterior que en la compañía dicen no se hizo.
El abogado de la empresa, Armando Aquino, explicó a LA NACION que la decisión va más allá de los resultados y las pruebas recolectadas a través de un PCR que buscaba determinar el destino de 200.000 gallinas ponedoras. Esto sucede después de que el Senasa intimara a la pyme, que emplea 150 personas en Corrientes, a definir la forma de sacrificio de las aves por encontrarse en un radio de 10 kilómetros de un caso positivo de la enfermedad. El Senasa confirmó, oficialmente, que las muestras dieron como resultado negativo a la presencia de gripe aviar.
Según explicó el letrado, el accionar del Senasa, va “prejuicio” del establecimiento y los derechos constitucionales “infringidos”. La denuncia se originó, dijo, por “el abuso de autoridad y el incumplimiento de los deberes de funcionarios públicos”.
“Todo arranca por cómo se tomaron las muestras, que no se tomaron, porque el inspector del Senasa le dejó los kits para que el personal del establecimiento realice las pruebas PCR, cuando son ellos quienes tienen que hacerlas”, argumentó.
“Las muestras no se hicieron porque el dueño de la empresa, que es veterinario también, tiene una enfermedad y se descompuso. Todo esto está establecido en una denuncia y que por equívoco ponen que se entregan muestras de aves de 12 semanas y no existen en el establecimiento. Existen aves, si se quiere, de 12 meses, que son las ponedoras. Nosotros hacemos la trazabilidad de las muestras: positivos o negativo”, explicó.
El letrado indicó que desde el organismo “tienen una necesidad imperiosa de certificar todo”. “Ayer querían destruir los huevos. No hay peligro para el consumo y menos para la salud pública de que se puedan consumir. Ahora, por ejemplo, toda la actividad avícola de carne vende productos congelados”, afirmó.
El argumento desde la empresa es que desde que se detectó el caso a 10 kilómetros de la planta de Santa Ana, a principios de este mes, aún no ha habido animales dentro de la granja con síntomas de tener influenza aviar. “Tampoco se sacaron las muestras que pudieron dar resultados negativos”, completó.
“Nosotros vamos contra el Senasa por la vía del amparo, contra ellos; con anterioridad habíamos hecho una denuncia por abuso de autoridad, incumplimiento del funcionario público porque no tomaron las pruebas. El director del Senasa solo le dejó los kits, y no se habían hecho los test. No entró un experto del Senasa al establecimiento, por eso pensamos que el Senasa miente. Además, con la extracción de la muestra no siguen las normas ISO que deberían seguir. Ahora, le corresponde a ellos demostrar que sí ingresaron a la planta”, afirmó.
La denuncia, independientemente de los resultados, continúa en pie. “Apelamos a un recurso de nulidad. El sábado de Pascua estábamos con este tema, el lunes interpusimos el amparo por la denuncia que habíamos puesto contra el Senasa. Se llevaron las constancias de filmaciones, pero a su vez se reflejaba también que el inspector del Senasa nunca ingresó, cómo ese delito se manifiesta como una defraudación; hay un concurso real de delitos que depende de quiénes actúan”, explicó.
“Ellos actuaron al margen de la ley cuando no hacen la inspección. Después, cuando se trabaja sobre este elemento, al tener un resultado falso se defrauda al Estado, al mismo tiempo se confecciona un instrumento jurídico que es falso, que se enmarca en los delitos de defraudación que perjudica al Estado y provoca un daño a la firma”, extendió. El juez concentra las pruebas para ver cómo avanza la causa.
“Nosotros mandamos a realizar muestras a otro laboratorio privado de Rosario. Van 12 días desde que el virus se detectó a 10 kilómetros; ayer se tomaron las pruebas y las gallinas están bien”, afirmó. Según señaló, el resultado en el laboratorio privado dio negativo, que no existe el virus en ese establecimiento.
El resultado del Senasa
A través de un comunicado, el Senasa advirtió que sobre las muestras del establecimiento comercial de Corrientes en la segunda muestra tomada a aves de la granja “Avícola Santa Ana” de Corrientes, dispuesta por orden de la Justicia Federal, dio resultado negativo a la presencia de gripe aviar según diagnosticó el Laboratorio Nacional del Senasa.
“Considerando que Argentina está atravesando una emergencia de influenza aviar altamente patógena (IAAP) desde su ingreso al país, la alta y rápida difusibilidad del virus, sumado a que la granja en cuestión está ubicada dentro del área de riesgo por la cercanía a un brote confirmado y ante la concurrencia de resultados divergentes sobre la presencia del virus de IAAP dentro de la misma, el Senasa considera pertinente mantener la interdicción por sospecha del establecimiento al menos hasta cumplidos 14 días desde la primera toma de muestras (4 de abril de 2023) y realizar una tercera toma de muestras para el desarrollo de técnicas tanto moleculares (RT- PCR) como serológicas, lo que fue comunicado a la autoridad judicial”, dijeron.
“El pasado 6 de abril el Laboratorio del Senasa - el único en el país autorizado para el diagnóstico de IA - detectó la presencia del virus en muestras tomadas a aves de la citada granja por el veterinario responsable de la sanidad, según lo informado por la empresa, y enviadas cumpliendo con las garantías de custodia fijadas en el protocolo correspondiente y dispuso el sacrificio de las aves para evitar la diseminación de la enfermedad”, agregaron.
Una fuente del organismo sanitario indicó: “El objetivo de Senasa es sanitario, controlar la enfermedad. De 5500 granjas comerciales, 11 se vieron afectadas por focos, 78 en total, sumando traspatio y silvestres. En todos los casos se siguen los planes de contingencia, al igual que en traspatio y en silvestre. Entendemos que pueden afectarse intereses particulares, y para eso se trabaja en las asistencias, pero el objetivo en cada caso es que la IA [influenza aviar] no se disperse. Por otra parte, los brotes se van cerrando a medida que se van cumpliendo los protocolos correspondientes”.
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