Cumple 20 años la firma Martín Lalor

"La consignación se lleva en la sangre, pero nada se logra sin las ganas de trabajar hasta agotarse." Con estas palabras, Martín Lalor se apresta a celebrar el 20° aniversario de una firma que logró en poco tiempo competir de igual a igual con las más tradicionales casas que hoy operan en el mercado.

Lalor no deja de considerar también que los frutos cosechados se deben mucho a la fibra de la dura y resistente raza irlandesa de sus antepasados, con los que comparte también una religiosidad acendrada. No en vano Martín Lalor pertenece a la estirpe de uno de los apellidos más emblemáticos de la actividad consignataria, aunque ello no le ha impedido buscar desde joven un camino personal.

Esta búsqueda de un propio destino lo llevó en 1986 a desprenderse de la casi centenaria casa Juan Lalor SA. "Tenía ya experiencia en el rubro -cuenta Martín- cuando decidí, junto con mi padre, don Enrique Lalor, crear una firma propia."

De ese modo, puso en marcha la casa consignataria Martín G. Lalor SA, dedicada a la comercialización de hacienda vacuna en el Mercado de Liniers, ventas directas a frigoríficos para consumo y exportación, invernada y cría, compra y venta de campos, arrendamientos y capitalizaciones.

La firma realiza remates feria mensuales en distintas localidades de las provincias de Buenos Aires, La Pampa, Santa Fe y San Luis.

"Durante 20 años -comenta- vimos pasar en el mundo ganadero mucha agua bajo el puente, desde la crisis que vivió el sector en los 90 hasta los más propicios pero no menos problemáticos tiempos actuales."

"La casa -refiere- opera en el mercado de Liniers desde su inicio con un promedio ininterrumpido del 5% al 8%, y allí realiza todos los miércoles remates especiales. En el primer año -recuerda- la firma facturó más de 250.000 vacunos."

A partir de 1992, fecha en que se privatizó el mercado de Liniers, Martín G. Lalor pasó a formar parte de la Sociedad del Mercado de Liniers y a integrar su directorio. Ese año, junto con otras consignatarias colegas y amigas, creó el MIC, mercado de invernada y cría que opera entre las casas por red informática en ventas particulares y remates.

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