El agro, considerando la agricultura, la ganadería, y la forestación en sus distintas cadenas de valor, es uno de los sectores más competitivos de la Argentina. Según un informe de la Fundación FADA, el agro es el principal exportador del país (genera el 60% de los dólares), aporta el 10% del PBI, y representa 1 de cada 6 empleos privados (directos e indirectos). Las cifras son contundentes. Es el motor de la economía nacional.
Otra perspectiva para apreciar el dinamismo del sector es a través del análisis de las operaciones de fusiones y adquisiciones, conocidas en la jerga como M&A ("Mergers & Acquisitions"). Abstrayéndonos de la vorágine macroeconómica de estas ultimas semanas, es interesante resaltar cuáles fueron las transacciones más relevantes de 2018 en las distintas industrias dentro del agro.
El año pasado fue muy duro para la industria de maquinaria agrícola. La histórica sequía sufrida en la campaña de gruesa y la desaceleración económica causaron que las ventas cayeran 50% interanualmente.
Maquinaria agrícola
En dicho contexto, la multinacional John Deere salió de compras y realizó dos adquisiciones estratégicas: King Agro y Pla. King Agro es una empresa que diseña y fabrica innovadores botalones de carbono para pulverizadoras. Pla, que estaba en manos del fondo de inversión Pampa Capital, es líder nacional en pulverizadoras y posee una marca de gran reconocimiento en el mercado.
Queda claro que ambas transacciones responden al objetivo de John Deere de posicionarse en el segmento de pulverizadoras para ampliar su portafolio dominado por sus tractores y cosechadoras.
En cuanto a la cadena láctea, creo que nos encontramos en un momento bisagra. Los movimientos vivenciados durante 2018 manifiestan la necesidad que tenía de reconfigurarse la cadena luego de muchos años de caída en la actividad, con desaparición significativa de tamberos y deterioro industrial.
Lechería
Sancor fue sin duda el protagonista. Tras varias idas y vueltas, la cooperativa de Sunchales realizó desinversiones con el objetivo de sanear su estado patrimonial.
La cooperativa cedió el 50% de su participación accionaria en Afisa a Arla Foods, su socio en la sociedad dedicada a la industrialización de proteínas de suero de queso. La última transacción fue la venta de las plantas de Morteros y Chivilcoy, junto con las marcas "Las Tres Niñas" y "Angelita", a Adecoagro luego del intento inicial de adquirir hasta el 90% de los activos de la cooperativa. Adecoagro es la firma líder en la producción de leche fluida del país y busca la eficiencia en cada una de sus unidades de negocio. Su iniciación en la industrialización de leche procurará ir en la misma línea.
Otro hecho significativo fue el ejercicio de la opción de venta del 2,4% del capital social de La Serenísima (MHSA) por parte de la familia Mastellone a Arcor y Bagley. En virtud de dicha adquisición, Arcor y Bagley, de forma conjunta, poseen el 42,65% de la empresa emblemática del sector lácteo que también está atravesando cambios internos. Se podría suponer que estos cambios ayudarán a depurar el sector y lograr la competitividad potencial que tiene la Argentina para los productos lácteos.
Aves
Por el lado de la producción avícola, Granja Tres Arroyos afianzó su posición de líder nacional mediante dos adquisiciones: Cresta Roja y Avex. Con estas incorporaciones, se estima que la compañía faena más del 35% del pollo producido anualmente.
La compra de Cresta Roja es un desafío importante para GTA, ya que dicha empresa sufrió repetidos intentos de recuperación en los últimos años. Probablemente, la economía de escala y otras sinergias que pueda aportar GTA a Cresta Roja permitan que las operaciones en dichas plantas vuelvan a ser rentables.
Vale aclarar que la desinversión por parte de BRF que involucró a Avex fue por la planta de faena de pollos ubicada en Rio Cuarto y no incluyó la división de margarinas y aderezos que fue vendida al Grupo Beltrán. El dólar, por su impacto en el costo del alimento balanceado, tiene una incidencia sustancial en el engorde de pollos. La industria avícola espera poder sortear los grandes desafíos que representa la devaluación de la moneda en su negocio.
Semillas
El sector de genética y biotecnología no se quedó atrás en operaciones. DLF, líder mundial en semillas de forrajes y césped, adquirió la firma local Gapp, cuya marca comercial tiene un buen posicionamiento de mercado en forrajeras.
La cooperativa francesa Limagrain se quedó con Sursem, semillero especializado en cultivos extensivos que también estaba dentro del portafolio del fondo Pampa Capital. Asimismo, Remington Seeds, líder global en producción de semillas, entró en el capital social de Satus Ager, empresa argentina dedicada a la misma actividad.
En febrero de este año, Satus Ager cerró la compra de Tecnoseeds, perteneciente a Don Mario. Esta absorción le permitirá afianzar su posición como líder del hemisferio sur en la producción de semillas.
Otra transacción simbólica fue la opción ejecutada por Monsanto, ahora perteneciente a Bayer, sobre una deuda contraída por parte de Bioceres con la multinacional. Como consecuencia de dicha capitalización, Monsanto se quedó con alrededor del 5% de la empresa rosarina de biotecnología.
A su vez, Bioceres firmó un acuerdo de intercambio de acciones con Union Acquisition Corp que le permitió cotizar en el NYSE como Bioceres Crop Solutions (bajo el símbolo "BIOX"). Esto derivó en el aumento accionario de Bioceres en su principal subsidiara, Rizobacter, de la cual ahora posee el 80%.
Molinería
Por el lado de la molinería, Cargill pasó a tener el 70% del paquete accionario de Glucovil al adquirirle el 40% de participación a Ledesma, su socio en dicha empresa conjunta dedicada a la molienda húmeda de maíz. La operación incluyó el otorgamiento de un crédito en dólares a tasas internacionales por parte de Cargill a Ledesma y una opción de compra por el remanente de las acciones en circulación.
El Grupo Prima, un jugador de peso en el ámbito de la fruticultura nacional adquirió la mayoría accionaria de Moño Azul, empresa icónica del Alto Valle. La transacción le permite al Grupo Prima incorporar el complejo de empaque y frigorífico de Vista Alegre, el complejo de Villa Regina, algo más de 700 hectáreas frutícolas en producción y otras 350 hectáreas listas para plantar.
El sector frutícola, que atraviesa una profunda crisis, se reconfigura mediante una mayor consolidación de empresas grandes que están integradas verticalmente, dejando poco espacio para los pequeños productores. Un modelo nacional serio que fomente las exportaciones permitiría que todos tengan un lugar en la mesa. Eso todavía está pendiente.
Por último, la fusión entre Matba y Rofex genera mucho optimismo en el sector ya que involucra a los dos mercados de futuros más importantes del país. Según trascendió, la transacción tiene como principales objetivos multiplicar el volumen de operaciones, evitar la segmentación de productos, y simplificar la operatoria de agentes y clientes.
El agro tiene mucho por crecer en la securitización de parte de sus operaciones como herramienta para gestionar mejor riesgos climáticos y comerciales. La poca profundidad del mercado de capitales argentino es el principal obstáculo para que esto se desarrolle. De todas formas, es un paso adelante para lograr mercados de futuros más robustos.
Luego del repaso queda claro que el 2018 involucró muchas transacciones relevantes en los distintos sectores del agro. La actividad de M&A es clave para el desarrollo del sector y auguro que, más allá de los problemas coyunturales, seguiremos presenciando mucho movimiento durante el 2019.
El autor es socio de Agrifex (www.agrifex.com)
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