Para abastecer la creciente demanda internacional de carne vacuna sin afectar el abastecimiento interno, es necesario aumentar la producción anual que ronda los 3,1 millones de toneladas res con hueso.
Existen dos caminos hacia ese objetivo: aumentar el stock de bovinos o lograr que el rodeo nacional sea más eficiente. Al hablar de eficiencia me refiero a conseguir más kilos con la misma cantidad de vacas, sea a través de mejores indicadores reproductivos y/o un mayor peso por animal faenado.
Si bien ambos caminos son posibles, el primero requeriría aumentar la carga animal por hectárea en las zonas ganaderas actuales y la incorporación de nuevas áreas para ganadería, a expensas de la agricultura o avanzando sobre campos aún no explotados.
El aumento de la eficiencia es una materia pendiente que debemos aceptar y encarar todos los vinculados al negocio ganadero. Hace décadas que arrastramos bajísimos indicadores (porcentajes de marcación del 62% o productividad del stock de 58 kilos de carne por animal por año).
Dentro de las numerosas "herramientas" para mejorar la productividad (manejo, alimentación, sanidad y genética) quiero referirme a la práctica de los cruzamientos entre razas.
Por cruzamiento se entiende dar servicio a las vacas de una raza con toros de otra raza produciendo un "choque" genético (vigor híbrido) que mejora la producción en varios indicadores de valor comercial.
La práctica muestra menores pérdidas prenatales y hasta el destete en terneros cruza, mayor capacidad de crecimiento pre y post-destete y mejor eficiencia de conversión de alimentos, en resumen, más kilos. Los trabajos de investigación cuantifican en torno al 15% el aumento de kilos al destete producidos aplicando esta tecnología.
A diferencia de la realización de una necesaria y continua selección en el rodeo cuyo efecto es lento (se necesitan varias generaciones para obtener beneficios palpables), el resultado de los cruzamientos se logran y tienen impacto ya al destete de la primera generación.
Uno de los productos más conocidos de los cruzamientos es el "careta", producto de aparear animales Angus y Hereford. Este animal es fácilmente identificable por su cara blanca, característica transmitida por la raza Hereford.
En resumen, el cruzamiento es una técnica sencilla y de bajo costo que se puede aplicar en cualquier rodeo. Si a ello sumamos el uso de toros de genética garantizada (pedigree o marcados por las asociaciones), se obtiene un producto aún superior.
Para quien quiera profundizar, la Asociación Argentina Criadores de Hereford realizó recientemente la jornada virtual "Cruzamientos: teoría, práctica y resultados", con charlas técnicas y testimoniales, disponible en su página web (www.hereford.org.ar).
El autor es gerente de Hereford
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