Integrantes de la asociación de la raza Criolla donarán 50 ejemplares para un regimiento de Salta
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Una carta desde Salta dirigida a la Asociación de Criadores de Caballos Criollos fue el puntapié para que el teniente coronel Alejandro Bazán Güemes esté a punto de lograr su cometido: recibir próximamente la donación de 50 caballos para un regimiento.
En la carta, el militar salteño le contó a la Comisión Directiva de los criadores de criollos que es el jefe del histórico Regimiento de Caballería de Exploración de Montaña Nº5. Además, explicó que, debido a la conmemoración del bicentenario de la muerte del general Martín Miguel de Güemes, hacia finales de 2020, había decidido junto a otros colegas poner en valor lo que fue, más de dos siglos atrás, el emblemático ejército de gauchos salteños conocido como “Los Infernales de Güemes”, que a su mando tuvieron un papel destacado en las guerras de independencia del país.
En su descripción, relató cómo fueron esos meses previos al acontecimiento donde las mujeres y las familias de los militares, a “todo pulmón”, cosieron y arreglaron las chaquetas y los tradicionales ponchos teñidos de colorado. Además, repararon los guardamontes de cuero que llevaba la infantería en ese tiempo. Hubo un esfuerzo mancomunado de todos para conseguir las pilchas y, sobre todo, los caballos.
Si bien ya había pasado la fecha del desfile, en su carta hacía un pedido puntual: necesitaba de la buena voluntad de los criadores para que les donen unos 45 caballos criollos para montar al escuadrón “porque era esa raza la que utilizaban en ese tiempo los gauchos”.
“El destino de los animales sería para uso ceremonial, protocolar y también de trabajo; teniendo en cuenta que el regimiento tiene una activa participación de desfiles cívicos militares, marchas patrióticas y cabalgatas y si se concreta el ambicioso proyecto, también exposiciones”, detallaba.
En este sentido, les decía a los criadores que para el desfile del aniversario no había logrado conseguir todos los criollos que necesitaba pero que se hicieron de otras razas como Polo y Cuarto de Milla para salir del paso.
Esa tarde en que se leyó la carta, entre tantas otras que llegan a diario a la asociación y se comparten en la reunión de Comisión Directiva, no tuvo relevancia y pasó desapercibida: las urgencias y necesidades dejaron de lado el pedido del salteño.
Sin embargo, luego de terminado el encuentro, en el trayecto a su casa, a uno de los socios la carta le quedó dando vueltas en su cabeza. “No era el pedido de cualquiera, eran Los Infernales de Güemes quienes nos estaban solicitando que les demos una mano y ahí nomás decidí recoger el guante. Nos estaban pidiendo caballos y yo estaba dispuesto a conseguirlos”, contó a LA NACION Francisco Álvarez Amuchástegui, criador de la raza de toda la vida.
Se comunicó con Bazán Guemes para que le cuente más detalles de su proyecto. “Lo llamé por teléfono para conocer sus demandas. En la conversación me contó un poco más lo que hacían. Te voy a mandar los potros lo más pronto posible, le prometí”, relató.
Enseguida se puso en campaña para hacer realidad el sueño del militar. Uno a uno comenzó a hablar con los criadores para que se sumen a la iniciativa de donar un caballo. Fue un sí rotundo. Con los primeros llamados, ya había conseguido unos 20 potros. Pero como todavía faltaba la mitad, decidió interactuar en un grupo de WhatsApp que el mismo había creado en pandemia, con unos 200 socios para mantenerse en contacto, en ausencia de exposiciones y campeonatos.
“Le pedí a Bazán que me envié un video donde describiera la tarea fabulosa que hace el regimiento salteño. Tras el envío de la grabación, les pregunté a mis amigos quién estaba dispuesto a donar un potro. En menos de media hora tuve un aluvión de socios de todo el país que quisieron estar en la movida”, dijo.
Luego vino el tema de solucionar la cuestión logística. Por un lado, se debía recoger los caballos por los campos y luego llevarlos hasta Salta. “Ahí me comuniqué con Remonta y Veterinaria y serán ellos con sus camiones los encargados de esa tarea”, señaló.
Cuando terminó de cerrar todo, le comunicó la noticia a Bazán Güemes. “Mi teniente coronel hemos conseguido los 45 potros para su regimiento que usted quería, pero son más, van 50 en total y van sin tuzar como usted pidió, le dije”, recordó. “En ese preciso instante una emoción le desfiguró su cara de alegría. Estaba feliz. También fue muy movilizante para los socios acompañar esta iniciativa”, remarcó.
Entre las donaciones están los 49 potros y una potranca pura de pedigree, como los potros, que dos criadores mandarán para un beneficio (una rifa) para juntar fondos para la causa. Solo resta la etapa final: que pronto Remonta y Veterinaria pase campo por campo en busca de los criollos para luego encarar viaje a Salta. “Misión cumplida, tengo el orgullo de haber hecho un aporte para tan noble propósito”, cerró.
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