En un contexto donde las compras de insumos de los productores vinieron lentas, en BASF, según dijo Gustavo Portis, director de la División de Soluciones para la Agricultura, trabajan “para garantizar que la logística y los productos estén disponibles cerca del campo”
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Falta menos de un mes para el inicio de la campaña agrícola 2024/2025, una temporada marcada por un retraso en las decisiones de los productores respecto a la compra de insumos. La incertidumbre sobre posibles cambios impositivos, los menores precios internacionales de las commodities y la presencia de la chicharrita están generando preocupación y ralentizando las definiciones. En este contexto, Gustavo Portis, director de la División de Soluciones para la Agricultura de BASF para Argentina, Paraguay, Uruguay y Bolivia, advirtió que las compañías proveedoras de insumos deberán tomar precauciones, ya que a medida que se acerque la fecha de siembra podría generarse un “embudo” en la demanda. En tanto, prevé “un marcado crecimiento en el uso de tecnología” por parte de los productores.
Durante el Congreso Aapresid celebrado en La Rural con el apoyo de Expoagro, Portis ofreció un panorama sobre la situación del sector, las medidas del Gobierno y los desafíos y oportunidades que enfrenta el agro argentino. Detalló que los factores macroeconómicos están afectando la toma de decisiones de los productores, quienes prefieren esperar para observar posibles cambios.
La presencia de la chicharrita también ha generado preocupación en el mercado, con los productores evaluando los híbridos disponibles. “Esto está ralentizando las decisiones y, evidentemente, provocará un ajuste en el proceso. Creo que habrá un embudo. Nosotros trabajamos para garantizar que la logística y los productos estén disponibles cerca del campo, pero esto generará un estrés en el mercado importante”, comentó Portis.
Por esta razón, subrayó que las compañías proveedoras de insumos deben prepararse adecuadamente para asegurar que, cuando se acerque la siembra de la cosecha gruesa, la logística y la disponibilidad de productos sean óptimas. “En la mayoría de los casos, trabajamos con una red de distribución muy conectada con nuestros socios, colocando los productos cerca del campo para que estén disponibles cuando el agricultor los necesite. Sin embargo, sigue siendo una preocupación si el agricultor decide el viernes lo que necesita usar el sábado, ya que esto podría causar un cuello de botella y potencialmente generar problemas”, agregó.
A pesar de estos desafíos, señaló que el ritmo actual es mucho más normal en comparación con los últimos años. Durante la pandemia, y con la oferta restringida del modelo económico anterior, el sector agropecuario se adelantaba para asegurar el acceso a productos, tecnología e innovación. “Hoy el marco es más estable y normal”, dijo.
Destacó que el agricultor mantendrá un nivel de tecnología similar al de años anteriores. “No veo en absoluto que el mercado vaya a la baja; al contrario, la expectativa es que los cultivos se implanten y tengan una inversión importante. Las expectativas de producción están, y veo un marcado crecimiento en el uso de tecnología”, afirmó.
Observó que julio pasado mostró una actividad más genuina en el mercado. “Vemos que ya hubo cotizaciones que se concretaron con nosotros o con el mercado, y julio comenzó a tener una dinámica más de consulta y compra en lugar de consulta y espera. Creo que de aquí en adelante será una carrera fuerte e interesante”, añadió.
Respecto al comportamiento del Gobierno con el sector, Portis consideró que, por el momento, no hay medidas directas que impacten positivamente a largo plazo. Sin embargo, subrayó que el discurso de Javier Milei en el acto de inauguración de la Rural sugiere una intención de proporcionar herramientas al sector agropecuario para que sea un motor de crecimiento y productividad.
“Nosotros, como empresa con más de 70 años en la Argentina y más de 100 en el sector agrícola, sabemos que la agricultura está en constante transformación. Es una industria a cielo abierto, expuesta a factores climáticos y económicos en donde hay que estar siempre atentos. Hoy en día enfrentamos desafíos como las guerras, que han afectado la logística mundial tanto de commodities como de insumos”, explicó.
Destacó que la empresa está comprometida con inversiones continuas y se encuentra en un “momento épico” para el lanzamiento de nuevas innovaciones y tecnologías, con productos desarrollados en el país. “La Argentina es uno de los países clave en la producción de alimentos para el mundo. En la próxima década, la Argentina seguirá jugando un papel esencial en la producción y nosotros estamos invirtiendo para impulsar, traer y desarrollar la innovación necesaria para que eso funcione”, apuntó.
“Seguimos invirtiendo fuertemente en la Argentina, tanto en el aspecto físico de lo que se pueda ver como en el conocimiento. Nosotros estamos creciendo del año pasado a este año prácticamente un 30% en el capital humano, y eso es conocimiento, es inversión en desarrollo a campo. Incrementamos el equipo que está junto al agricultor para hacer investigación y desarrollo. Continuamos en ese camino”, expresó.
También habló sobre los desafíos y oportunidades del agro en la Argentina. En primer lugar, mencionó que el país “debe transitar una transformación” en las reglamentaciones en el área de germoplasma, semillas y biotecnología que le permita captar aún más valor. “Es uno de los países más desarrollados en innovación; no tengo dudas de que tiene un montón de oportunidades, pero hay áreas donde todavía tenemos la posibilidad de competir mucho mejor. Hemos perdido en las últimas dos décadas algunas oportunidades de desarrollo que le permitirían a la Argentina ser aún más competitiva, al agro tener la capacidad de producir aún más y hacer una agricultura más sustentable”, dijo.
En ese sentido, indicó que desde la compañía tienen la posibilidad de continuar desarrollando combinaciones de germoplasma con biotecnologías más productivas, incluso en áreas como soja, algodón y arroz. “Para lograr esto tenemos que establecer un marco de retorno de inversión acompañado de una legislación y un control que garanticen que la inversión beneficie al agricultor y a la compañía”, afirmó.
Por otro lado, para el ejecutivo hay una gran oportunidad en el área de digitalización, donde el país ya es pionero en la investigación y en la rápida adopción de nuevas tecnologías. “Ahí hay una oportunidad enorme para el agricultor. Necesitamos una sociedad digital de datos y hacer trabajos en conjunto”, sostuvo.
Resaltó que desde la firma trabajan intensamente con startups para desarrollar tecnologías digitales que permitan a los agricultores tomar decisiones más eficientes con información clara y transparente, generando mayor productividad y un menor uso de recursos.
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