Entienden que el golpe a la confianza en futuras medidas es superior al que puede tener sobre el volumen de liquidaciones en lo que resta del mes
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CORDOBA.- Más allá del efecto en el volumen de liquidación de soja que genere la nueva restricción sobre las empresas del agro que hayan vendido oleaginosa en el marco del Programa de Incremento Exportador, los economistas plantean que la decisión provoca un golpe a la credibilidad -ya escasa- que tienen las medidas que anuncia el Gobierno. A la vez, apuntan sobre la “interna” existente entre el ministro Sergio Massa y el presidente del Banco Central, Miguel Pesce.
Respecto de las cantidades a comercializar, no descartan que pueda haber una caída al menos en los próximos días. El “dólar soja” regirá hasta fin de este mes, de acuerdo al anuncio original de Economía.
David Miazzo, economista de la Fundación Argentina para el Desarrollo Agropecuario (Fada), plantea que la primera versión de la resolución del Banco Central -que incluía a los productores- era la “muerte” del “dólar soja” porque implicaba no poder acceder a ningún dólar financiero “de por vida” en el sentido de que no hay plazos cuando se imponen estas restricciones.
“La segunda versión, que deja afuera de las limitaciones a las personas humanas, es menos dura pero también impactará en los volúmenes liquidados”, dice a LA NACION. Pero, más allá de las ventas, subraya que haber generado un incentivo para vender y, después, haber instrumentado una suba de tasas para quienes tienen stock sin liquidar y, al poco tiempo, restringir el acceso al MEP provoca “aún más falta de credibilidad” en la política económica.
Para Miazzo si hay próximas decisiones que aparecen como positivas, los agentes económicos estarán advertidos de que puede aparecer una “trampita” posterior, lo que actúa restando los incentivos que se buscan dar.
Desde la Bolsa de Cereales de Córdoba, Gonzalo Augusto, descarta que el dólar libre seguirá aumentando -como de hecho lo hizo este martes- producto de la limitación para operar con los financieros. También sostiene que habría una “renuencia” a seguir liquidando.
“El aumento de la tasa de interés que ya se había instrumentado y lo de ahora -sostiene Augusto- generan reacciones contraproducentes. Puede pasar que siembren más maíz en la próxima campaña en vez de soja porque puede tener algún beneficio futuro”.
A su turno el economista y exfuncionario, Jorge Ingaramo, va directamente a las “peleas internas” que “caracterizan” a este Gobierno y menciona las diferencias entre Massa y Pesce: “El exportador no tiene interés en declarar un dólar $200 y comprar el financiero a $300; no le veo la gracia a una operación así. Lo que veo son internas. El ministro quería la cabeza de Pesce. Tienen diferencias”.
A su entender, la suba de los dólares financieros -que comenzaron la semana pasada- se explican “por el presupuesto” y no por el “dólar soja”. Repasa que la creación del dólar especial contempla la emisión de Letras nominadas en dólares por el monto de la diferencia entre los dólares que compra y vende el Central (alrededor de $43 por cada uno).
Ingaramo señala que, si se consiguen los US$5000 millones planteados hay que emitir Letras por $210.000 millones y eso absorbía el excedente de emisión. “No creaba problemas con el dólar financiero que aumentó, pero sí por el proyecto de presupuesto que se presentó”, sostiene.
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