Las imágenes que se vienen difundiendo desde China son escalofriantes. Millones de cerdos sacrificados ante el avance de la peste porcina africana, una enfermedad letal que comenzó golpear allí en agosto del año pasado y, por ahora, no tiene fin.
China, el país con el mayor rodeo de cerdos del mundo, tenía más de 441 millones de animales a fines del año pasado. Hay estimaciones de que podría terminar perdiendo más de 150 millones. Algunos estiran esa cifra hasta los 200 millones de cabezas.
Ese país tenía una producción de 54 millones de toneladas al año y se estaría derrumbando a 38 millones de toneladas, casi un 30% menos y el menor registro en 20 años.
Semejante impacto de la enfermedad está reconfigurando el mapa de las carnes. Ese país está traccionando con fuerza sobre las importaciones de carne de cerdo e inclusive sobre la vacuna.
Lo observaron esta semana los 25 frigoríficos argentinos que participaron en la Sial de Shanghái. Los pedidos de los importadores chinos de carne vacuna vienen con una suba de entre 1000 y 1500 dólares la tonelada con respecto a la anterior edición de la feria.
Con una producción interna en picada por la peste porcina africana, en carne de cerdo China pasaría a importar 2,2 millones de toneladas este año, por lo menos un adicional de 500.000 toneladas más respecto de 2018. Algunos prevén un volumen extra todavía mayor.
La Argentina recibió hace unas semanas la aprobación de esa nación para empezar a vender carne de cerdo a ese mercado. Ya está todo arreglado en materia de certificados sanitarios.
Oportunidad para la Argentina
En la Sial de Shanghái, empresas argentinas del rubro porcino recibieron muchas consultas al respecto. ArgenPork, un consorcio de firmas locales, estuvo precisamente participando de la feria y obtuvo buenos resultados.
"Hay muchas oportunidades, demanda de producto y un clima muy propicio de negocios para potenciar las exportaciones. Estimamos que los embarques podrán concretarse para mediados de año. Queremos posicionar a Argentina como un nuevo proveedor, con mucho potencial, por las condiciones que tiene nuestro país para producir eficientemente", dijo Guillermo Proietto, gerente del consorcio.
En tanto, Lisandro Culasso, presidente de la Asociación Argentina de Productores Porcinos (AAPP), remarcó: "La apertura del mercado chino otorga un horizonte a la producción, que le permitirá proyectar inversiones y expansión de las granjas. Este fue el objetivo que se buscó cuando se solicitó la apertura de este mercado. De la misma forma que generará inversiones en toda la cadena de la industria".
Las exportaciones de productos porcinos vienen en alza –Rusia hasta el momento es el mayor comprador-. El año pasado alcanzaron las 23.192 toneladas, una suba del 59 por ciento con respecto a 2017.
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