En medio de la sequía y el avance de los incendios, que además de Corrientes afectaron otras provincias del Litoral, en el campo destacan que el fenómeno tendrá consecuencias no solo productivas sino económicas y sociales
- 5 minutos de lectura'
MERCEDES, Corrientes.- “Perdimos la mitad del arroz y los incendios casi arrasan con el sorgo que plantamos”, dijo Betiana Bel, productora de Esquina, Corrientes. “Lo que queda del arroz lo vamos a tener que vender al costo”, explicó la mujer, que señaló que ahora necesitan dinero para pagar a los empleados, volver a invertir con costos que aumentaron, como el fertilizante urea que se fue de 390 a 1100 dólares la tonelada en apenas un año.
Testimonios como los de Bel, que ayer participó de una reunión de unos 300 productores donde estuvieron dirigentes de la Mesa de Enlace en Mercedes, se escuchan por doquier en esta provincia pero también en otras zonas del Litoral y otras actividades también afectadas por tanto por la sequía como los incendios imparables.
Solo en Corrientes, según un informe del INTA provincial ya fueron alcanzadas por las llamas 518.965 hectáreas, una superficie que creció más de seis veces desde mediados de enero. Los incendios vinieron tras la sequía. Esteros y otros bañados, pastizales, malezales y luego bosques nativos y forestación, además de distintos cultivos, se cuentan entre las superficies afectadas.
Javier Storti, que tiene 800 hectáreas de arrozales, explicó que se le secaron las represas con las que regaba. “El 60% del arroz se exporta, pero esta calidad no la van a querer y perderemos mercados”, detalló. El productor también envasa y vende a supermercados.
Pedro Tomasella, de la Asociación de Arroceros de Corrientes, vaticina que se pagará un precio mucho menor. De $28 por kilo que se pagaban el año pasado, por más que haya menor producción ahora pasarán a 24 o 25 pesos por un tema de calidad, sin importar la inflación que hubo en este tiempo.
Las pérdidas en arroz se estiman, se dijo, en unas 300.000 toneladas con un valor exportable de 75 millones de dólares. Vale tener en cuenta que en la campaña agrícola 2020/2021 a nivel país se produjeron 1.453.187 de toneladas.
Impacto
Pero las frías cifras en el caso de las economías regionales no alcanzan a reflejar la profundidad de los problemas y se corre el riesgo de compararlas con los números que mueve la soja en la pampa húmeda o los compromisos financieros que tiene la Argentina con el FMI y subestimar el alcance del problema.
“Acá muchos productores estamos pensando si seguir o no y podemos desaparecer, sobre todo los que somos más grandes”, repitieron varios.
Algunos señalan la insuficiencia del alcance de las leyes de emergencia agropecuaria, donde hay que demostrar que se perdió más del 50% de la producción para acceder a prórrogas impositivas. “¿Y el que perdió el 30 o el 40 por ciento?”, se preguntaron varios en el encuentro que se hizo en la Rural de Mercedes.
“Las pérdidas en cítricos ya se estiman en 1800 millones de pesos, no podemos exportar esta calidad”, señaló Nicolás Carlino, productor correntino.
En el caso de los productores yerbateros, la situación podría ser incluso peor. “Ya se habla de pérdidas del 50% de la producción en Misiones”, señaló Francisco Velar.
En Misiones, el 50% de la producción equivale a 400 millones de kilos de hoja verde a 50 pesos cada uno. Sería una pérdida de 20.000 millones de pesos con el agravante que se repartiría entre miles de pequeños productores.
“No olvidemos que en Misiones el 80% de los productores no supera las 40 hectáreas”, dijo Gabriel Montiel, que cría ovejas en el límite de Misiones y Corrientes y hace hace malabares para darle agua a sus animales con camiones cisterna porque se le secaron los pozos. En la ganadería, el drama pasa por la falta de agua que obligará a muchos a malvender el ganado.
Reclamos
“El fuego se va a apagar, pero los problemas van a seguir y se van a profundizar”, señaló Nicolás Pino, presidente de la Sociedad Rural Argentina (SRA), que ayer escuchó de primera mano los problemas que están enfrentando los productores del Litoral por la sequía prolongada y los incendios.
Pino estuvo ayer con Jorge Chemes, presidente de Confederaciones Rurales Argentinas (CRA), y referentes de Federación Agraria Argentina (FAA) y Coninagro, escuchando a casi 300 productores de Corrientes, Misiones, Chaco, Formosa y Entre Ríos. Los dirigentes tomaron nota de los planteos para elevarlos inmediatamente al ministro de Agricultura, Julián Domínguez, y a otros organismos del Estado, como la AFIP, el Banco Nación y otras entidades crediticias.
Allí, algunas conclusiones quedaron, tras escuchar a más de 30 productores describir los daños. Por un lado, el fuego es más espectacular y concentra la atención de los medios y el público, pero la sequía es, por lejos, el principal problema. Es un drama que ya lleva tres años y este verano caluroso, con poco viento y con mucha menos lluvias que los anteriores hizo que se acentuara. Además, la sequía no terminará hasta que no llueva en cantidad y los pronósticos no son alentadores. El fuego es apenas una consecuencia más de la sequía.
Por otra parte, más allá de los entredichos con autoridades del ministerio de Ambiente, los ruralistas no están con ánimos de echarle culpas a nadie. “La sequía no tiene responsables políticos”, dijo Pino a LA NACION.
No obstante, en el sector destacan que la responsabilidad de los gobiernos nacionales y provinciales está ahora en entender y evaluar la gravedad de la situación y sus alcances económicos, sociales y humanos, contener a los productores, establecer la asistencia necesaria, en forma fácil de acceder e inmediata.
“Necesitamos considerar una condonación de impuestos, porque una prórroga es poco y el año que viene el problema va a seguir ahí. Los productores tienen que recomponer su capital de trabajo y no van a tener dinero para pagar impuestos”, dijo Chemes a este medio.
Además de los impuestos, el otro punto pasa por la asistencia financiera con créditos blandos para recomponer el capital de trabajo.
Otras noticias de Misiones
Se viene una crisis. Industriales vaticinan un 2025 muy difícil para un popular cultivo regional
Con posibilidad de granizo. Alerta nivel amarillo por lluvias y tormentas fuertes en una provincia del nordeste del país
“Hasta que falte yerba”. Convocaron a un inédito paro de cosecha por cuatro meses en el año de mayor producción de la historia
Más leídas de Campo
Premio. Las fotos de una noche de gran reconocimiento para los hacedores del agro
Advertencia. El CEO de una cadena francesa de supermercados no quiere comprar carne del Mercosur
Excelencia Agropecuaria. A pura emoción, se consagraron los mejores del campo en 2024
Murió Luciano Miguens. Por qué fue la pieza clave de la Mesa de Enlace durante el conflicto donde el campo se defendió del kirchnerismo