La Redención, que tiene su sede en Inriville, hizo esa operación con JHB, de Inversora Juramento, uno de cuyos accionistas lo es también de Banco Macro; el convenio es por tres años y se puede extender dos más
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CÓRDOBA.- Ante una serie de versiones acerca de problemas económicos y un rescate bancario, desde el grupo productivo cordobés La Redención indicaron a LA NACION que no pasan por una crisis, sino que alquilaron su planta de acopio a la empresa JHB, de Inversora Juramento [de gran actividad en Salta], uno de cuyos accionistas lo es también del Banco Macro. Es una operación por tres años, con opción a dos más. Las instalaciones están en Inriville (departamento Marcos Juárez, en el sudeste de Córdoba).
Marcos Rodrigué, propietario del grupo, explicó a este diario que la decisión de alquiler estaba tomada hace un tiempo y que la concretaron hace unos meses. El alquiler es de JHB. Por su lado, el Banco Macro fue el primero -y sigue siendo uno de los pocos- en incursionar en el negocio de la operación de corretaje: en 2014 adquirió Comercio Interior, una empresa rosarina.
El corretaje, definen los especialistas, al consolidar la oferta hace que la balanza de las transacciones comerciales se equilibre. Caso contrario, habría productores o acopios, pequeños o medianos, que deberían competir con otros muy grandes con escasas posibilidades de sobrevivir. Claudio Catalá, gerente de Macro Agro, explicó a este diario que el corretaje está permitido por el Banco Central: “Da transparencia a las operaciones; el que alquiló los silos es JHB, una acopiadora”.
Comercio Interior es parte del Grupo Macro; estar en el sector del corretaje le permitió agregar un servicio: el productor, además de tomar crédito, puede pagar con granos. La planta de acopio de Inriville cuenta con espacio para ser ampliada. Muy cerca hay otro centro de acopio de Cargill, por lo que “habrá dos competidores importantes” en la zona, graficó Rodrigué.
“Decidimos alquilar porque no gestionamos mucho volumen de granos en el sur de Córdoba”, señaló Rodrigué a este diario. Ahora, para utilizar el servicio, lo contratarán, lo que les implicará una reducción de costos.
Agregó que el grupo continúa con su negocio de explotación de alrededor de 30.000 hectáreas, la mayoría alquiladas, en esa zona, Santiago del Estero, Chaco y Santa Fe. Desde siempre hacen agricultura priorizando la preservación de las condiciones productivas del suelo. Llevan medio siglo en el negocio agrícola.
La estancia La Redención nació en 1884, por lo que es uno de los establecimientos agrícola-ganadero más antiguos de la provincia de Córdoba. En 1970 se transformó en Grupo La Redención. Fue el momento en que se hizo cargo Rodrigué; allí comenzó un proceso de transformación. A comienzos de la década del 80 se incorporó al grupo Rogelio Fogante, fallecido pionero en el país de la siembra directa y uno de los fundadores de la Asociación Argentina de Productores en Siembra Directa (Aapresid).
Empezaron con la siembra directa en 1984 experimentando con trigo, con alfalfa y maíz, ya que en la soja ya funcionaba. Para Rodrigué las ventajas son “indiscutibles”, ya que con menos agua se produce más y eso más allá de la genética que hay. En el norte del país, donde producen, expresó que sin rotación con maíz o cultivos de cobertura sería imposible alcanzar buenos rindes.
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