La comercialización de soja quedó envuelta en una controversia en torno de si los productores están reteniendo el grano o si mantienen un fluido ritmo de ventas.
Hace unos días, en declaraciones a Télam, el presidente de la Cámara de la Industria Aceitera y el Centro de Exportadores de Cereales (Ciara-CEC), Gustavo Idígoras, dijo que desde el sector estaban observando un menor ritmo de ventas de parte de los productores.
El comentario del presidente de la cámara de exportadores generó un enojo entre los productores, que con datos buscaron rebatirlo.
Ante una consulta de LA NACION, Idígoras ratificó: "Nosotros estamos observando un ritmo menor de venta de parte de los productores de soja. La situación de ingreso de divisas está afectada por un menor ritmo de venta de parte de los productores".
Entre otros datos, Idígoras se basó en uno de la Bolsa de Comercio de Rosario. Según esa entidad, entre el 15 de marzo pasado y el 12 del actual, los negocios registrados con entrega en Rosario se ubicaron en 2,42 millones de toneladas, por debajo de los 5,27 millones de toneladas de igual período de 2019.
Para el presidente de Ciara-CEC, hay que buscar "incentivos y estímulos" para los productores para que aceleren la comercialización. "Hay que ir a favor de buscar beneficios para que aceleren su ritmo de venta", indicó.
Desde el sector de la producción, en un informe Néstor Roulet, productor y exsecretario de Agregado de Valor, señaló que "el productor sigue con su habitual patrón de ventas, similar en los últimos 6 años, que es vender alrededor de un 50% de producción entre abril y mayo, incluidas las fijadas con anterioridad".
Según los cálculos que hizo Roulet en base a datos del Ministerio de Agricultura, sobre una producción de 50 millones de toneladas, industria y exportadores compraron al 15 de abril 19.237.400 toneladas, un 38% de la cosecha. El año pasado, sobre una producción de 56 millones de toneladas industria y exportadores tenían adquiridas 15.838.000 toneladas, el 28% de la cosecha.
Puntualmente en el caso de los exportadores, según Roulet pasaron de tener 2.814.800 toneladas compradas para esta época el año pasado a tener en lo que va de este ciclo 5.890.200 toneladas.
"El productor ya vendió 19 millones de toneladas de la soja de la campaña 2019/20, que es un 38% de la producción estimada de 50 millones de toneladas. Es cierto que le falta vender la diferencia (31 millones de toneladas), que valuada en dólares (a 310 dólares la tonelada) sería un valor de 9610 millones de dólares, de los cuales correspondería a la producción 6400 millones de dólares, que utilizará para pagar los gastos de cosecha e insumos de la actual campaña y para afrontar los 5700 millones de dólares de costos directos que tendrá para la campaña que viene, y 3171 millones van al Estado por retenciones", expresó. "Estas ventas las hace en forma escalonadas según los compromisos que va teniendo a lo largo del año ya que usa a la soja como bien de cambio", agregó Roulet.
Según indicó, por problemas que hubo con dos correacopio de cereales (BLD y Sebastián Grimaldi) y una exportadora (Vicentín) los productores tienen desconfianza hacia el sector comercial.
"El productor está utilizando menos la venta a fijar, con entregas anticipadas de mercadería, a la industria, es decir hace las ventas (y entrega del grano) con precios hechos y esto se debe a que el productor le tiene desconfianza al sector comercial/industrial, por lo que guarda su mercadería en el campo en silobolsas por los problemas que se tuvieron el año pasado, donde dos correderas y una industria/exportadora entraron en default dejando millonarias deudas", afirmó.
En este contexto, Eugenio Irazuegui, de Zeni, señaló que las ventas de soja cobraron algo de dinamismo con el ingreso de la cosecha, "aunque lejos de los volúmenes negociados en campañas anteriores" para la fecha.
"Las ventas se vienen desarrollando a una razón de 447.000 toneladas semanales en promedio, frente a las 1,25 millones de toneladas de 2019 en igual período", indicó. El experto destacó que hay que tener en cuenta que gran parte de la cosecha se fue comercializando con anterioridad -midiante forwards- y eso explica que el acumulado supere los 19 millones de toneladas. Considerando este último dato, Irazuegui remarcó que "este volumen es un 22% más alto que hace exactamente un año".
Antes que en diciembre pasado el Gobierno subiera las retenciones en soja del 24,7 al 30% (en marzo último último treparon a 33%), hubo productores que adelantaron negocios.
En opinión de Ricardo Baccarin, analista de granos, no hay entusiasmo entre los productores en hacer ventas más allá de las necesidades puntuales.
"Hay dos razones, el tipo de cambio (por la brecha entre los precios del dólar) y el estado actual de los mercados internacionales, flojos. Hasta que no se resuelva una de las dos ecuaciones, o ambas, no creo que se vayan a generar nuevas ventas. Todo está parado y este sector no es una excepción. Para colmo, las cotizaciones de la mercadería argentina están flojas por el problema del calado del Paraná, que encarece la logística", indicó.
En tanto, otro analista que pidió reserva de su nombre indicó: "Es verdad que entre mediados de marzo/mediados de abril los negocios se ubicaron muy por debajo del año pasado, pero también es verdad que esta campaña se adelantó mucho. Entonces, el volumen total de negocios de la campaña es mucho mayor este año, a esta altura. Es como que se está haciendo menos (ventas) en parte porque se había hecho mucho más antes".
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