La campaña agrícola dejará una producción de 130 millones de toneladas de granos, un 2,6% más versus el último ciclo productivo y la cuarta en importancia de la historia; no obstante, con US$28.793 millones, las exportaciones representarán una caída del 3,1%
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La cosecha 2024/2025 crecerá un 2,6% versus el ciclo 2023/2024, pero dejará en valor de exportaciones un 3,1% menos. Además, la recaudación fiscal, por retenciones y otros tributos, retrocederá un 3,7% también versus 2023/2024. Esto se dará en un contexto desafiante por el clima, con previsiones de La Niña presente, que genera lluvias por debajo de lo normal, los menores precios en cuatro años para los granos en un momento global de grandes cosechas y una caída en la siembra local de un cultivo clave como el maíz. En la nueva campaña los productores invertirán unos US$16.000 millones en insumos. No habrá cosecha récord pese al esfuerzo de los productores, aunque la producción será la cuarta en volumen de la historia.
Estos datos forman parte de una estimación difundida hoy por la Bolsa de Cereales de Buenos Aires, que realizó su jornada “Lanzamiento Campaña Gruesa 2024/2025″ con proyecciones para el nuevo ciclo considerando los principales cultivos. Las previsiones de la organización fueron realizadas con trigo, cebada, soja, maíz, girasol y sorgo. “Comienza en un contexto difícil”, apuntó José Martins, presidente de la Bolsa de Cereales porteña, sobre la campaña maicera en el arranque de la jornada. Destacó el monto que se invertirá “a pesar de las dificultades” e hizo hincapié que al país le hace falta expandir más su actividad, ya que no se vienen registrando grandes saltos. “No crecemos”, señaló.
Ramiro Costa, jefe de Estudios Económicos de la entidad, indicó que “hay mucha cuestión climática por delante” para la campaña y recordó que los precios son los menores de los últimos cuatro años. En ese marco, se necesitan rindes más altos para cubrir los costos de producción y alcanzar el rendimiento de indiferencia para no perder plata. Esto en un contexto donde la presión impositiva sigue alta, como recordó. Una señal de alarma que se dio a conocer: hace cuatro años la inversión para tener un planteo tecnológico alto viene en caída. Por otra parte, para la nueva campaña, según reveló un informe, un 95% del área maicera y soja mantendrá o disminuirá la tecnología.
“Para salvar los costos, el esfuerzo que hay que hacer es muy alto. La inversión es muy alta y los precios actuales no acompañan”, alertó Costa. El experto añadió: “Un dato preocupante es que hace cuatro campañas consecutivas el nivel de tecnología alto que se aplica en la producción de granos viene cayendo. No solo cae para la soja, también para el maíz, que es el cultivo más tecnológico que tenemos en la Argentina. Cuando vemos los promedios y comparamos los últimos 10 años, el promedio de los cultivos están todos por debajo de esos promedios”. Señaló que los productores responden a incentivos y cuando estos no están en línea se aplica menos tecnología.
Según la entidad, los cultivos mencionados cubrirán en total 35,85 millones de hectáreas, una suba del 2% versus el ciclo agrícola pasado. Vale recordar que el trigo y la cebada ya están sembrados y ahora se está implantando el maíz. En tanto, la producción 2024/2025 totalizará los 130 millones de toneladas, un salto del 2,6%.
No habrá cosecha récord con los 130 millones de toneladas. En rigor, el récord fue con el ciclo 2018/2019, que aportó una producción de 140 millones de toneladas. Después siguió en relevancia la 2019/20, con 131,3 millones de toneladas, y en tercer término el ciclo 2021/22, con 130,4 millones de toneladas. La cosecha 2024/2025 será la cuarta en importancia de la historia.
De los cultivos, la soja ocupará el 53% de la superficie, el maíz y el trigo 17% cada uno, el girasol 6%, la cebada 4% y el sorgo 3%. Si se observan las variaciones anuales previstas en términos productivos, la soja crecerá un 9,8% en siembra, a 19 millones de hectáreas, y 3% en cosecha, a 52 millones de toneladas. No es superficie récord para la soja, ya que la máxima marca fue en 2015/16 con 20 millones de hectáreas.
El maíz, por su parte, tras el grave impacto que ocasionó en el ciclo pasado la plaga de la chicharrita, retrocederá 20,3% en área para grano comercial, a 6,3 millones de hectáreas, y 5,1% en producción, a 47 millones de toneladas. Por su parte, el sorgo, que capitalizará parte de la caída del maíz, subirá un 5,3% en superficie, a un millón de hectáreas, y saltará un 10% en producción, a 3,3 millones de toneladas. El girasol, en tanto, cubrirá 1,95 millones de hectáreas, un crecimiento del 5,4% versus el año pasado, y alcanzará una cosecha de 4 millones de toneladas, una mejora del 11,1%. El trigo, que ya está sembrado y se cosechará desde mediados de noviembre, aportará, con 18,6 millones de toneladas, un 23,6% más de volumen versus el año pasado.
En materia de números, la Bolsa de Cereales porteña también hizo proyecciones de exportaciones, recaudación fiscal y del producto bruto agroindustrial (PBA). En las tres variables habrá bajas respecto del año pasado. Las exportaciones, con US$28.793 millones, representarán una caída del 3,1%. La recaudación fiscal, con US$13.950 millones, retrocederá un 3,7%. Finalmente, el producto bruto agroindustrial, que trepará a US$40.890 millones, registrará una merma del 2,2%. En términos de peso sobre el PBA, el maíz tendrá una incidencia del 47% y la soja un 39%, entre otros productos.
En síntesis, para la campaña 2024/2025 la foto es: se crece en área y producción a nivel global, pero se cae en exportaciones, recaudación fiscal y PBA.
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