En medio de paros del sindicato por un reclamo salarial, Roald Báscolo, ministro de Trabajo provincial, señaló que la disputa es “netamente salarial” y no está vinculada con despidos
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En medio del conflicto en la planta de John Deere en Granadero Baigorria, Santa Fe, donde el gremio de la actividad ha comenzado a hacer paros de dos horas diarias por un reclamo salarial, el ministro de Trabajo provincial, Roald Báscolo, visitó la planta ayer. En diálogo con LA NACION, el funcionario indicó que ofreció la mediación de su cartera a ambas partes para buscar una solución y que se terminen las medidas de fuerza que se iniciaron el último martes.
Durante su visita, Báscolo se reunió con Sergio Fernández, presidente de John Deere Argentina; Ariel Bornemann, gerente de Operaciones; y Martín Ascani, gerente de Relaciones Laborales. Además, indicó que mantuvo un diálogo con Osvaldo Mattana, secretario general del Sindicato de Operarios y Empleados de la Industria del Tractor (Soeit) con el objetivo de escuchar a ambas partes y encontrar un camino para resolver el conflicto.
“Este conflicto es netamente salarial y no está vinculado con los despidos”, afirmó Báscolo, aclarando así sobre las versiones que indicaban que las medidas de fuerza estaban relacionadas con la reducción de personal. Explicó que lo que ocurre es que “el conflicto se da en un contexto de incertidumbre debido a la decisión global de John Deere de reducir personal ante la caída de los precios de las commodities, que tuvo impacto principalmente en Estados Unidos”.
El funcionario detalló que, aunque se mencionaron reducciones de entre un 10% y un 15% a nivel global, estas cifras nunca fueron formalizadas, lo cual ha generado un clima de incertidumbre tanto en los empleados como en la comunidad. “En la Argentina, concretamente en julio, la reducción fue de 5 a 6 personas de un total de 1500. Estos despidos ocurrieron en la planta de Baigorria, donde trabajan unas 900 personas”, dijo el ministro.
Señaló que los despidos no afectaron a los operarios de producción y que fueron “fuera de convenio, de cuestiones administrativas”. Según el ministro, esta decisión respondió a una estrategia global de la empresa y no a una disminución de la actividad productiva local. John Deere produce en el país motores, tractores y cosechadoras. Además, controla las marcas de pulverizadoras PLA, en Las Rosas, Santa Fe, y de botalones de fibra de carbono en Campana, Buenos Aires.
Las medidas de fuerza actuales, que incluyen un quite de colaboración de dos horas por turno, comenzaron el pasado martes y se encuentran en su cuarto día consecutivo. Báscolo subrayó que “es una cuestión netamente paritaria” y no debe ser comparada con otras industrias donde las condiciones son más severas, como lo que está ocurriendo el rubro de la construcción, donde hay despidos, o en otros sectores donde hay suspensiones.
El núcleo de la disputa gira en torno a los ajustes salariales y su relación con la inflación. Según Báscolo, los trabajadores argumentan que sus aumentos no están siguiendo el ritmo de la inflación, mientras que la empresa sostiene que los incrementos salariales, que pasaron de ser anuales a trimestrales debido a la alta inflación, han mantenido un equilibrio razonable. En el sindicato señalaron que la empresa propuso un acuerdo de seis meses desde julio sin aumentos salariales hasta octubre, lo que fue rechazado por el gremio.
A pesar de las diferencias, el ministro se mostró optimista respecto a la posibilidad de un acuerdo. “Deberían ponerse de acuerdo en el transcurso de la semana que viene”, expresó, añadiendo que ha ofrecido el ámbito del Ministerio de Trabajo provincial para facilitar un diálogo constructivo. “Ellos hasta ahora no recurrieron al Ministerio para una conciliación, pero ofrecí el ámbito para intentar llegar a un acuerdo”, afirmó.
El funcionario destacó que John Deere y el sindicato tienen una larga historia de colaboración y acuerdos exitosos, lo que debería facilitar la resolución del conflicto. “Vienen de años de una relación sana, tienen convenio con empresas directas como las automotrices”, subrayó Báscolo. “No debería escalar a mayores y, en el transcurso de la semana que viene, deberían llegar a un acuerdo”.
Reafirmó su compromiso de intervenir si es necesario para evitar que la situación escale. “A pesar de que las paritarias las homologa el Ministerio de Nación, ofrecí la provincia para mediar. En caso de ser necesario, lo van a aceptar ambas partes”, concluyó.
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