Un eventual cambio de gobierno y la especulación sobre las medidas económicas que se podrían adoptar están en la hoja de ruta de los productores al delinear la nueva campaña
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Más allá de un marco climático que se no se normaliza del todo, los empresarios agrícolas levantan la vista y comienzan a armar los planes de siembras 2023/2024. Muchos de ellos entienden que el escenario político más probable es que a fin de año gobierne la oposición. En ese caso, las “espadas económicas” de Juntos por el Cambio adelantaron que unificarán el tipo de cambio, lo que genera muchas posibilidades de que se ubique en un nivel superior al actual dólar oficial.
Esa perspectiva “puede gatillar una serie de decisiones de los agricultores”, observa un asesor que trabaja en la zona núcleo. La primera, para quienes enfrenten problemas de liquidez, sería tomar financiamiento a 360 días en pesos al 60-65% si no se tiene más de 5% del stock de soja, en vez de tomar compromisos en dólares oficiales más una tasa de interés para recuperar capital de trabajo.
La unificación del tipo de cambio a fin de año también puede influir sobre los alquileres agrícolas. Para un arrendatario no costará lo mismo pagar adelantado el importe total del alquiler que comprometerse con algunas cuotas a fines de 2023 o en 2024, que puedan recibir el impacto de una devaluación.
Oportunidades ganaderas
Por otro lado, las cosechas de trigo, maíz y soja 2022/2023 fueron exiguas, pero algunos productores podrán conservar cierto stock luego de pagar las cuentas. “Si el nuevo gobierno deja de lado el dólar oficial para la cotización de los granos, resultará conveniente mantenerlos varios meses, para aprovechar su eventual revalorización”, aconseja el especialista.
En 2023 también pueden surgir oportunidades para los ganaderos puros y para los productores mixtos. Actualmente el kilo de ternero para invernada se cotiza por debajo del kilo de novillito gordo por la seca, un comportamiento que dará una vuelta de campana con el correr del almanaque. Esta revalorización se podría aprovechar si se consiguen préstamos blandos para la actividad. Algo similar pasa con las vacas de cría, que se cotizan muy lejos de su valor histórico por la falta de campo que sufren los compradores.
La valorización de los granos por sinceramiento del tipo de cambio afectará el costo de alimentación en los tambos intensivos. Todas las herramientas que permitan asegurar un precio de compra de maíz y de soja de manera anticipada podrían atenuar ese efecto negativo sobre la rentabilidad tambera.
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