Afectó localidades de Santiago del Estero, Catamarca y La Rioja por varias semanas; ahora, con las bajas temperaturas y las tareas del Senasa, los focos están controlados
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Los productores agropecuarios de las provincias del norte sumaron una nueva preocupación al detectar en los últimos días un foco de langostas que atentan contra los cultivos. El insecto, que empezó a registrarse en la localidad de Matará, Santiago del Estero, posteriormente se controló con la ayuda de los expertos del Senasa y las autoridades de esa provincia. Además, comenzó a disiparse por las bajas temperaturas. En total, los expertos del organismo y autoridades provinciales controlaron 900 focos de langostas.
Juan Pablo Karnatz, secretario de la Federación de Asociaciones Agropecuarias Santiagueñas (FAAS) y vocal de la mesa ejecutiva de Confederaciones Rurales Argentinas (CRA), señaló que en Catamarca había alrededor de 300 focos que se han controlado bastante bien. Según explicó, el insecto traspasó las fronteras y ya se registró en Paraguay y Bolivia. “Esto es un riesgo muy importante porque es una plaga regional, puede llegar a desplazarse a 100 km por día si el viento ayuda”, precisó. En este momento se sigue trabajando en el norte de Córdoba. De acuerdo con el productor, las tareas para combatir este insecto polífago se realizan de manera terrestre. Sin embargo, tras la intensificación del frío, la manga está sin moverse.
“Si hubiera calor, seguramente, hubieran volado y se hubiera complicado. Vamos a ver cómo reaccionan con el frío. El frío termina siendo un gran aliado, porque se está moviendo menos y en estos casos deja al combate terrestre mejor parado. También el trabajo con mochilas”, expresó.
Como se mencionó, la zona cero donde surgió la plaga fue en Santiago del Estero. Después se registró una manga en Catamarca y en la frontera con La Rioja. Con el pasar de los días, dijo Karnatz, la manga de Catamarca y La Rioja se juntó con la de Córdoba. “La gente y los productores no son muy conscientes de la gravedad de esta plaga, si no la controlamos entre todos. Es un trabajo público privado”, añadió.
“Hay riesgos, y si no se controla, el riesgo puede ser grande. Comen cualquier cosa. Se comen el poco pasto, el monte y hasta algún yuyo. Si hay una gran concentración de mangas, que son millones, esas pueden comer cualquier tipo de cultivo. Se asientan a la tardecita y hay que marcarla, fumigar, si es posible con el avión antes de que vuelen al día siguiente, cuando hay altas temperaturas. Cuando está más fresco duermen”, completó.
Por los apiarios en el Norte de Córdoba, los expertos no pueden trabajar con los aviones, sino que se trabaja con los turbosoplantes que hay en la región. “Ojalá funcione y no pase como años atrás que la langosta llegó hasta Córdoba y al centro de Entre Ríos, Corrientes. Esperemos que la situación ahora se controle”, agregó.
De acuerdo con la información del Senasa, con la intensificación de los monitoreos, el organismo sanitario nacional ha revisado más de 2800 sitios en 10 provincias en las que hizo 1096 detecciones de la plaga. Asimismo, se monitorearon todas las áreas del país donde se han realizado controles desde principios de este año a fin de llevar adelante medidas de prevención y control en caso de ser necesario.
Alerta fitosanitaria
En el Senasa recordaron, además, que en febrero de este año se declaró la alerta fitosanitaria tras la detección temprana de un aumento de la población de langostas en varias provincias del país y en los países vecinos de Bolivia y Paraguay con cuyos servicios sanitarios se trabaja en conjunto.
La langosta es una plaga migratoria y transfronteriza que puede afectar a la actividad agrícola en forma directa y a la actividad ganadera, de forma indirecta, alimentándose de los recursos forrajeros y produce daños, también, en la vegetación nativa. No afecta al ser humano. En su estadio adulto se agrupa, forma mangas (nubes de millones de insectos) y posee una gran capacidad de vuelo. Esto complica el control, por lo que es necesario desplegar estrategias para poder llevarlo a cabo.
Las mangas de langosta se desplazan durante el día y se asientan a la tarde-noche ya con poca visibilidad. El rango de tiempo en los que se pueden ejecutar los tratamientos es muy breve y suele darse en lugares de difícil acceso. Para realizarlos, se evalúa minuciosamente el impacto que pueden tener los mismos en la zona para lo que se realiza, previamente, un relevamiento de la existencia de cursos de agua, colmenas, población, etcétera.
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