La protesta de los gremios aceiteros continúa y el diálogo con las empresas está cortado; el impuesto a las Ganancias es la raíz del conflicto
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ROSARIO.- El paro de los sindicatos aceiteros en el sector agroexportador empieza a provocar un fuerte impacto en un rubro clave de la economía que genera divisas. Este jueves solo ingresaron 396 camiones, una baja del 85%, a las terminales portuarias del Gran Rosario, donde el promedio de la semana pasada, cuando no había conflicto, era de 2600 vehículos.
El paro dispuesto por el Sindicato de Aceiteros de San Lorenzo (SOEA) y la Federación de Trabajadores de ese sector cumplió 72 horas y, hasta ahora, las dos partes se mantienen firmes. El jueves a la noche, los gremios definieron extender el paro, que este viernes marcará el cuarto día.
Los gremios reclaman un incremento del 25%, un planteo que las empresas rechazan pagar. En el medio está el impuesto a las Ganancias, que es lo que disparó el conflicto, porque los salarios que perciben los operarios del sector van a sufrir descuentos por este tributo y buscan una compensación de parte de las compañías.
Ante ese escenario, el presidente de la Cámara de la Industria Aceitera de la República Argentina (Ciara), Gustavo Idígoras, planteó que el conflicto no es con las compañías del sector, sino con el Gobierno por el impuesto a las Ganancias. Esta entidad ratificó que descontará los días no trabajados y los empleados no cobrarán el presentismo. A su vez, los sindicatos advirtieron que los agroexportadores usan el conflicto para provocar una devaluación.
“Al día de hoy seguimos sin actividad, con un impacto múltiple y negativo para todos”, señaló el directivo de Ciara, quien sostuvo en el Congreso de Aapresid que ninguna de las partes gana con esta medida de fuerza. “A los trabajadores se les descuentan los días y han perdido el presentismo, que es elevado en la industria. Cobrarán un salario menor al mes anterior. Sobre un salario promedio de $2.600.000, la pérdida hoy es superior a los $400.000″, planteó Idígoras al portal Ecos365.
Pero el impacto económico no se agota ahí. Según contó, hay 10 barcos a la carga y unos 20 esperando en el río Paraná. “La mercadería no se pierde, pero la demora genera pérdidas importantes. Por barco, por día, hablamos de unos US$50.000″. Los transportistas de granos también terminan pagando “los platos rotos”. Apuntó que “más de 15.000 camiones no pueden entregar granos, no cobran y se ven imposibilitados de cumplir con viajes ya programados”.
“El Gobierno tiene la posibilidad de dictar la conciliación obligatoria de oficio, no lo ha hecho. Nosotros también podríamos hacerlo, pero no vemos que haya un motivo o problema salarial. El gremio podría solicitarla y no lo hacen, tampoco quieren reunirse con nosotros. Esto tiene un tiene político”, aseguró Idígoras.
“Es incomprensible que rechacen un aumento muy superior a la inflación esperada y corten todo diálogo. Miles de transportistas han perdido días de trabajo y el país pierde credibilidad como proveedor de alimentos ante estas medidas sin sentido. La propuesta de la industria anticipa inflación y deja a los salarios aceiteros por encima de la mayoría de las actividades económicas en el país. La continuidad del paro está en manos de los sindicatos. La industria ya hizo todo su esfuerzo”, señaló Ciara en un comunicado.
Del otro lado, desde el Sindicato de Obreros y Empleados Aceiteros de San Lorenzo (SOEA) y la Federación de Trabajadores del Complejo Industrial Oleaginoso, Desmotadores y Afines de la República Argentina (Ftciodyara) aseguraron que las empresas demuestran “falta de voluntad para la negociación”.
Respuesta
“Estamos en cada portón de todas las empresas, los teléfonos disponibles y tenemos la sede gremial a pocas cuadras de las empresas, no vemos inconvenientes para reiniciar el diálogo. Lo que vemos es que no hay voluntad de lograr un acuerdo”, señaló Martín Morales, secretario gremial de SOEA.
“Consideramos que los argumentos de las empresas son inverosímiles y carentes de intención de buscar una solución al conflicto. Más aún, es una provocación que intenta poner a los trabajadores en contra de su propia clase”, señalaron.
Las empresas señalaron que “la industria ya hizo un gran esfuerzo para pagar un 77% de aumento -mientras que la inflación llegó al 79%-, y ya ha ofrecido al día de hoy un 12% de aumento y 5% en septiembre, lo que lleva a que el salario llegue al 94% de incremento al mes de septiembre, ganándole claramente a la inflación”.
Por ese motivo, de acuerdo al planteo de las agroexportadoras, no ven “razones objetivas para que no se acepte la propuesta salarial y que podamos seguir trabajando, a los efectos de no seguir dañando a la industria”.
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