En un comunicado, Confederaciones Rurales Argentinas (CRA) expresó su oposición al sistema que quiere imponer el Gobierno
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Luego de una única mesa técnica que organizara el Gobierno con todos los eslabones de la cadena cárnica para avanzar en la identificación electrónica individual de la hacienda (trazabilidad con chipeo para el rodeo), sigue la preocupación de los productores ganaderos por la posible implementación del sistema. En este sentido, Confederaciones Rurales Argentinas (CRA) mostró nuevamente su rechazo al programa del secretario de Planeamiento y Gestión para el Desarrollo Productivo y de la Bioeconomía, Juan Pazo y propuso que la identificación individual del ganado sea voluntaria.
“Nos oponemos de manera clara y categórica a cualquier cambio que busque implementar un sistema de individualización electrónica obligatorio, sea total o parcial, brusco o gradual. Esta medida impone una carga adicional a los productores y dificultar el proceso de producción sin una necesidad evidente. En ese y en otros temas, resulta fundamental que se consideren las opiniones y necesidades de todos los actores involucrados en la cadena ganadera antes de implementar políticas que puedan afectar su funcionamiento”, dijo CRA en un comunicado.
En Corrientes, a fines del mes pasado, durante las Nacionales Ganaderas de las razas Brangus, Braford y Brahman, el funcionario se reunió con dirigentes de entidades rurales del norte y les prometió un sistema progresivo desde enero de 2025 con algunas categorías de ganado, y además que todas las medidas futuras iban a ser analizadas previamente en la mesa técnica de la carne bovina.
En ese ámbito, los funcionarios de la Secretaría de Bioeconomía presentaron un powerpoint, donde se mostraba la hoja de ruta que el Gobierno tiene pensado hacer. En primer lugar, está la trazabilidad individual obligatoria, luego el digesto sanitario único y por el último el cuarteo, en reemplazo de la venta por media res.
Según describen en la cartera agrícola, de enero a mayo de este año hubo una investigación del alcance y de la viabilidad económica y técnica del chipeo; en mayo y junio será el desarrollo del marco normativo y se generarán reuniones con el consejo consultivo de la carne y proveedores del sistema; en julio harán el lanzamiento del sistema; de julio a diciembre habrá un desarrollo de los proveedores, ajustes de puntos de control, además de dar difusión y capacitación; para llegar a marzo y abril de 2025, sincronizada con la vacunación de aftosa con la implementación del sistema en el primer destete a unas 14 millones de cabezas aproximadamente.
El Gobierno insiste en los beneficios que traería el programa: “historial del animal, respuesta rápida ante brotes de enfermedades y control eficiente”. Además, afirma, implicaría “cumplir requisitos exportación, dar transparencia, terminar con la informalidad y sobre todo acceder a mercados y reputación”. Por último, según la visión oficial, “se tendría una gestión y planificación individual del rodeo, datos para selección genética y una optimización productiva”. Sin embargo, según los ruralistas, no hubo una explicación sobre quién se hará cargo del costo de la implementación y cuál sería la mejora real para los ganaderos.
Si bien la dirigencia de CRA expresó que no está en contra del programa en sí, remarcó que actualmente ya se cuenta con un sistema de trazabilidad aplicado a la exportación que permite “acceder a mercados internacionales con éxito”.
“Este mecanismo ha demostrado ser efectivo y eficiente, facilitando el comercio exterior sin imponer cargas excesivas sobre los productores. La implementación de un nuevo sistema de trazabilidad electrónica individual podría duplicar esfuerzos y recursos, complicando innecesariamente un proceso que ya funciona adecuadamente”, enfatizaron.
“Nos preocupa que el Gobierno imponga medidas de escritorio que no logran más que burocratizar y sobrecargar la actividad. La individualización electrónica podría representar un costo elevado y una complejidad adicional que muchos pequeños productores no están en condiciones de asumir”, agregaron.
En este contexto, indicaron que es de vital importancia “que el Gobierno abra canales de diálogo reales y concretos”. Según CRA, “la colaboración y el consenso son claves para diseñar políticas públicas que sean realmente asertivas y que no perjudiquen a quienes sostienen día a día nuestra ganadería”.
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