La tendencia a la concentración de la empresa agropecuaria experimentada en los últimos 12 años del kirchnerismo ha sido acelerada por las políticas implantadas y, lamentablemente, esta situación se podrá agravar por la caída de los precios internacionales que están llevando a la quiebra a miles de productores. En este escenario, el Gobierno no ha modificado ni los derechos de exportación ni las políticas restrictivas a las exportaciones que reducen los ingresos de las empresas rurales.
Existe una clara tendencia a la concentración de la producción y a la utilización de la tierra relacionada especialmente con las oleaginosas, particularmente la soja, poniéndose en riesgo la sustentabilidad productiva debido a que el Gobierno se ha hecho adicto a la soja, ya que aporta el 82% del valor de los derechos de exportación y no sufre de trabas a las exportaciones, como los casos del trigo y el maíz, entre otros cultivos.
A lo largo de los censos, entre 1947 y 2002 los estratos que mayor modificaciones presentaron hacia la desaparición fueron los pequeños productores de entre 0-200 hectáreas. En contraposición crecieron los grandes, es decir, mayores a las 5000 hectáreas.
Pero con las políticas adversas implementadas también se manifestaron modificaciones en los estratos de medianas empresas, entre 201-5000 hectáreas, debido a la pérdida de rentabilidad y la tendencia a la búsqueda de escala a través del arrendamiento.
En las provincias
Las provincias que han mostrado una mayor tendencia a la concentración entre 2002 y 2008 han sido, en orden de importancia en la pampa húmeda, Buenos Aires, Entre Ríos y La Pampa, mientras que Córdoba y Santa Fe no mostraron concentración.
En el NOA, Tucumán lideró la tendencia a la concentración, mientras que Salta y Jujuy mostraron lo contrario. En el NEA lideró Chaco, seguido de Formosa, mientras que en Cuyo lideró Mendoza.
Desde 2008 se observa que provincias como Córdoba y Santa Fe tienden a marcar tendencia a la concentración, acompañando a Buenos Aires, Entre Ríos y La Pampa.
A su vez, en las provincias de Santa Cruz y Chubut se han abandonado campos quedando la tierra improductiva por falta de rentabilidad, avances de especies depredadoras, como el zorro colorado y actividad volcánica, entre otros motivos. Se estima que en Santa Cruz hay cerca de 600 campos abandonados y otros 200 en Chubut.
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