El presidente de Confederaciones Rurales Argentinas (CRA), Jorge Chemes, criticó en duros términos al gobierno nacional. En un balance que hizo sobre su primer año al frente de la entidad ruralista, dijo que los proyectos que se impulsaron (recientemente, por ejemplo, se convirtió en ley una modificación a la ley de manejo del fuego promovida por el diputado nacional Máximo Kirchner que prohíbe entre 30 y 60 años un cambio de uso en un suelo incendiado) "desnudaron la ignorancia" respecto del sector.
Además, según Chemes, hubo medidas que tendieron a "complicar la producción" y las que se dictaron para favorecer al sector "dejaron gusto a poco, o nada".
Vale recordar que este año, en marzo pasado, el Gobierno subió de 30 a 33% las retenciones a la soja, entre otras medidas, mientras las bajó para algunos productos como el girasol y economías regionales. Para la soja anunció varias veces una compensación que, pese a que se publicó en el Boletín Oficial la lista de beneficiados, los productores están esperando que se concrete el pago. En soja en octubre pasado se bajaron de manera temporal los derechos de exportación al 30% en el grano ante la necesidad del Gobierno de que ingresen dólares. Para los subproductos de la oleaginosa se redujeron al 28% y quedarán en 31% el mes próximo.
"La lapicera de la política fue veloz a la hora de trazar proyectos que desnudaron la ignorancia que tienen sobre cómo se trabaja en el campo", señaló Chemes.
Según Chemes, se trabajó "sin descanso" para frenar "las particulares medidas del Gobierno destinadas, todas ellas, a la paradoja de complicar la producción y conseguir, al mismo tiempo, que el campo aporte cada vez más".
"Esa singular contradicción muestra que cuanto más nos ajustan la cincha a nosotros, más grande les queda el poncho a ellos", apuntó.
En este sentido, el ruralista consideró que las medidas del Gobierno en favor de la producción "dejaron gusto a poco, o nada".
"Hay un gran rojo del Gobierno que está compuesto por la falta de iniciativas que empujen la producción y que paren el gasto público, por la inercia y la falta de nuevas ideas. En ese rojo está también la ausencia de un ordenamiento más simple, de un límite a la usura financiera y una rienda estricta a la especulación", indicó.
"Nos queda la tranquilidad de haber hecho todo para que las cosas resulten diferentes. Nosotros volvimos a dejar en claro que tenemos la fuerza de trabajo y el Gobierno, la decisión política que nunca llega", añadió.
Por otra parte, destacó respecto de los problemas del sector que "ya es hora de empezar a plantear cómo solucionarlos".
"El déficit billonario no puede frenarse con palos en la rueda al campo. Este carro, con más de 44 millones de argentinos adentro, necesita ideas que nos impulsen hacia adelante y que sean superadoras del resentimiento de los sectores políticos que quedaron atascados en el 2008 y de los que, sin conocer la historia de esos años y sin haber participado en la discusión, hoy toman partido. La trampa ideológica es absurda porque en ella se hunde la economía", puntualizó.
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