Tardó en llegar, pero llegó. Luego de varias idas y vueltas y de intercambios de pareceres con los frigoríficos exportadores, el acuerdo impulsado por el Gobierno para ocho cortes de carne vacuna se hizo realidad y tendrá precios hasta casi un 30% por debajo de diciembre pasado. El convenio, que contará con un volumen inicial de entre 5500 y 6000 toneladas por mes, fue rubricado por cámaras del sector ante el presidente Alberto Fernández.
La noticia fue dada por Matías Kulfas, ministro de Desarrollo Productivo, quien dijo que que en esta primera etapa, que iría hasta fin de marzo, habrá a precios populares, en más 1500 bocas de expendio en todo el país, los tres cortes de parrilla que se ofrecieron para las fiestas de fin de año, es decir la tira de asado a $399 (29% más bajo que en diciembre), el vacío a $499 (20% más bajo que en diciembre) y el matambre a $549 (13% más bajo que en diciembre).
Asimismo, se suma la tapa de asado a $429 (15% más bajo que en diciembre), el corte para milanesa sea cuadrada o bola de lomo a $489 (13% más bajo que en diciembre), la carnaza a $359 (13% más bajo que en diciembre), la falda a $229 (30% más bajo que en diciembre) y el roastbeef a $399 (12% más bajo que en diciembre).
La carne se podrá conseguir en grandes cadenas como Coto, Jumbo, Vea, Disco, Carrefour, Walmart, La Anónima, Día, Libertad y Carnicerías Friar, entre otros según informó el Gobierno.
A este acuerdo anual, se le agregan la carne picada ($265) y el espinazo ($110) vigentes en Precios Cuidados, con lo cual al final totalizan 10 cortes. Luego de este período vendrá una primera revisión por otro tres meses adicionales. Por otra parte, a los canales de venta en las góndolas de supermercados se agregará al Mercado Central de Buenos Aires. El ministro destacó el diálogo con la industria exportadora y con los supermercados para arribar al acuerdo.
La iniciativa nació luego de la puesta en marcha del anterior acuerdo para las fiestas. En rigor, tras ese convenio se continuó negociando con el sector de la carne para rearmar un esquema de precios accesibles que se mantenga en el tiempo.
Vale recordar que en los últimos días del año pasado el precio de la hacienda en pie, que según productores venía retrasada con respecto a la inflación y a sus costos, pegó un salto importante en el valor que llevó a que la carne en el mostrador alcance una suba de más del 30%.
Entre lo destacable del nuevo acuerdo figura la incorporación de otros componentes del sector industrial que no forman parte del Consorcio de Exportadores de Carnes Argentinas (ABC), como ser la Cámara Argentina de la Industria Frigorífica (Cadif), la Federación de Industrias Frigoríficas Regionales (Fifra), de la Unión de la Industria Cárnica (Unica) y de los supermercados agrupados en la Asociación de Supermercados Unidos (ASU).
"Es un acuerdo de un alcance importante que va a estar disponible para la semana que viene. Trabajamos en un acuerdo que permite un producto importante para la mesa de los argentinos poder ofrecerlos a precios más accesibles y con las cantidades necesarias. "Este abastecimiento va a ser importante para garantizar la llegada de carne precios más accesibles y populares", dijo Kulfas.
Para Luis Basterra, ministro de Agricultura, Ganadería y Pesca, fue una tarea de articulación con el sector exportador para la provisión de cortes prioritarios para lo que es el consumo de carne en la Argentina "sin descuidar lo que es el comercio exterior y lo que es el ingreso de divisas para el país".
Por otra parte, el funcionario de la cartera de Agricultura describió que serán "los supermercados los que van a actuar como puntos de referencia de precios para que el resto de la oferta de carne tenga un punto de comparación para el cliente, de manera tal que tener una referencia que lleve los precios hacía niveles que sean accesibles para la población".
En tanto, Paula Español, secretaria de Comercio Interior, destacó el sumar un nuevo programa de políticas de precios con continuidad en el tiempo, como "precios de referencia y saber cuánto valen las cosas. Esta política apunta a que más actores puedan sumarse y participar del acuerdo".
Por su parte, Mario Ravettino, presidente del Consorcio ABC, quien acompañó a Kulfas en la presentación, dijo que solo resta la implementación. La logística se basará en la faena y producción por parte de los frigoríficos exportadores y la distribución la llevará ASU.
"Costó pero se concretó al fin. Llegar a un acuerdo era acuciante porque el precio de la carne se disparó en los últimos meses. Es un gran avance de la interrelación público-privado, que va por el camino del consenso. El acuerdo va a funcionar, porque las similares experiencias anteriores fueron muy positivas", indicó.
Señaló que en el acuerdo existe una cláusula donde se detalla que, finalizada la primera etapa (fin de marzo), se convocará a nueva reunión para evaluar el desempeño.
Para el titular del ABC, este convenio con el Gobierno ayuda al sector seguir con una agenda que se venía trabajando.
Una cuestión importante para el Gobierno fue resolver el tema de la logística donde, por su complejidad, tiene una ardua y amplia tarea para definir con los supermercados.
La industria frigorífica cree que, "por inducción o como retén, el acuerdo va a funcionar". En el sector dicen que "la idea es que siempre se esté en constante reposición y que al ser de manera continua, si se acaba un día en la semana se vuelve a distribuir".
La palabra de las carnicerías
Alberto Williams, presidente de la Asociación de Propietarios de Carnicerías de la ciudad de Buenos Aires, dijo que está preocupado por los precios, pero lo que más lo inquieta, señaló, es poner en un plano de igualdad a las carnicerías con las grandes cadenas de supermercados. Desea que el acuerdo funcione "porque es bueno para todos, ojalá se pueda hacer".
"Nosotros no podemos manejar la logística que llevan los supermercados donde un exportador le puede bajar 30.000 kilos de una vez. Ellos (por los supermercados) manejan otros márgenes de ganancia. En cambio, en cada carnicería le bajan por día una media res. Cuesta mucha plata", precisó.
Para Williams, hay un problema de poder adquisitivo de la población. "La gente no tiene poder adquisitivo para comprar ni los cortes populares. En este contexto, van a cerrar muchas carnicerías que son emprendimientos familiares que la van a pelear hasta lo último porque es lo único que saben hacer de toda la vida. Antes en CABA había unas a 6400 y ahora solo quedan 5000", detalló.
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