Luego de que en China la peste porcina africana ocasionara la pérdida de 20 millones de toneladas de producción de carne de cerdo en el último año, y la necesidad de ese país de recuperar esa producción, la Argentina podría recibir hasta 2026 inversiones chinas por unos US$4800 millones para que la carne que necesita esa nación se produzca acá. Hasta antes de la peste porcina africana, problema aún no resuelto en ese país, China producía más de 54 millones de toneladas.
Así surge de un análisis realizado por Juan Uccelli, consultor del sector porcino. Uccelli realizó una proyección de inversión con dos escenarios, uno "moderado" y otro "potencial". Para el experto, acá se puede producir a US$0,80 el kilo, contra US$2 el kilo en China.
"En el primer caso, que denominaremos moderado, hay un crecimiento anual de 60.000 madres por año durante 4 años, llegando a 240.000 madres productivas, momento en que se estabiliza en el tiempo", indicó. En este caso, la inversión china ascendería a unos US$2400 millones.
En este escenario, para 2026 la Argentina tendría propias 540.000 madres en producción (hoy reúne unas 395.000) mientras que las inversiones chinas 240.000 madres. En cuanto a la producción estimada, la Argentina saltaría de las 750.000 toneladas actuales a más de un millón de toneladas propias, mientras que el proyecto chino haría en el país más de 720.000 toneladas.
En el otro escenario, que considera "potencial", Uccelli indica que "consiste en un crecimiento los dos primeros años de 60.000 madres, los años tercero y cuarto un crecimiento de 80.000 madres y los años quinto y sexto un crecimiento de 100.000 madres".
Bajo esta proyección, para 2026 las inversiones chinas tendrían en el país 480.000 madres en producción. Además, según la estimación, ahí la producción china sería de 1,4 millones de toneladas, más que la producción propia de las inversiones argentinas. Poner en producción esa cantidad de madres representaría inversiones chinas por casi 4800 millones de dólares, según Uccelli.
Toda esa producción china se exportaría a ese mercado y la Argentina sería el quinto exportador mundial de carne de cerdo. "Pasamos al top ten de producción y el top five de exportación", indicó. Para ese año con la inversión china sumada la producción total superaría los 2,4 millones de toneladas.
Para Uccelli, más allá de las proyecciones, hay dos problemas que podrían generar un perjuicio a la producción local de no tomarse decisiones correctas.
"El primer problema es el ingreso de materia genético desde el exterior. Es una tentación que podría presentarse ante el apuro de las inversiones y el monto de las mismas. La legislación existente de aplicación por parte del Senasa, organismo rector en la temática, es muy clara y exige que el ingreso de material genético desde países con PRRS (Sindrome Respiratorio Reproductivo Porcino, enfermedad presente en China y otros países pero no en la Argentina) sea por avión y de forma exclusiva por el Lazareto Buenos Aires. El mismo es de principios del siglo pasado y tiene una capacidad de 300/400 plazas máxima por ingreso y por la necesidad de vacío sanitario entre una importación y otra se puede operar entre 7 y 8 veces al año. No se debe permitir ninguna excepción a la norma", dijo Uccelli.
Según el consultor, ante esto se podría "armar un lazareto de alta bioseguridad cerca del aeropuerto internacional de Ezeiza que sea propiedad del Senasa con una capacidad de 3000 plazas". Amplió que el valor aproximado del mismo es de US$1.500.000. Podría ser financiado tan solo con el 0.25% de la inversión del primer año".
En cuanto al segundo problema, para Uccelli puede venir por el lado de que el destino exclusivo de la producción del proyecto chino es para la exportación a dicho país.
"A modo de ejemplo, si solo en el caso moderado, se repitiera la situación sucedida a principios de este año con el cierre de los puertos chinos por el Covid 19, se generaría un excedente de 60.000 toneladas mensuales que, de volcarlas al mercado local, produciría un colapso de oferta increíble con daños a los productores locales desde los más chicos, a los más grandes, ninguno de los cuales puede tener la espalda de los inversores chinos. En el caso que denominamos potencial, el desastre seria aún más grave", dijo.
Señaló que China tiene como estrategia seis meses de producción porcina almacenada en cámaras de frío y la utiliza normalmente con la idea de moderar el mercado. "La idea es que todos los proyectos tengan capacidad de frío equivalente a 4 meses de producción. En un proyecto de 15.000 madres con una inversión de US$140 millones, tan solo con US$10 millones se podría lograr esta propuesta y reforzaría la estrategia de mercado de China, salvaguardando el mercado local", apuntó.
Uccelli señala que si hay beneficios impositivos para los inversores chinos también se haga lo mismo para los productores locales. Lo mismo se debería replicar en el caso del otorgamiento de líneas de créditos.
LA NACIONTemas
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