El convenio con el Gobierno vence a fin de mes y en la industria frigorífica dicen que subieron sus costos y que el mercado externo está retraído
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El Gobierno y la industria frigorífica comenzaron a discutir la renovación del acuerdo de precios populares de la carne vacuna que vence a fin de mes, aunque algunos industriales plantean que habría que dejarlo en reposo porque el contexto ha cambiado.
El actual convenio, que comenzó a regir en los primeros días de febrero, ofreció cortes con valores hasta un 30% más baratos que en diciembre pasado. En los próximos días se hará una revisión de precios y volúmenes, pero en la industria dijeron que aún no se sabe “si el programa se discontinuará por un tiempo”. En tanto, en el Ministerio de Producción, a cargo de Matías Kulfas, informaron que es probable que esta semana se vuelvan a reunir funcionarios e industriales. “El acuerdo vence en dos semanas y están negociando para renovarlo”, expresó una fuente de esa cartera.
Para el presidente de la Federación de Industrias Frigoríficas Regionales (Fifra), Daniel Urcía, el programa cumplió su cometido en estos dos meses. “Estamos esperando que nos convoquen. No es un programa que tiene por objetivo generar una tendencia, es un precio distinto y especial al de mercado, que está muy por encima de ese valor”, dijo a LA NACION.
“Fue un requerimiento del Estado y sirvió cuando se hizo como complementario y adicional a la tarjeta Alimentar. Pero quizás es momento de dejarlo descansar por un tiempo y ver más adelante. Hoy, es otro el contexto y no es relevante la continuidad del programa”, indicó.
“Si igualmente el Gobierno decide continuar con el programa, hay mucho para conversar porque en este momento el negocio de la exportación no tiene margen y sus números son estrechos. Además, en estos tres meses desde que se iniciaron las conversaciones, las condiciones del negocio cambiaron: la hacienda, el combustible y los costos laborales subieron”, agregó el dirigente.
En este sentido, fuentes del sector exportador afirmaron que sus números no son los mejores, que “están muy justos” y que el panorama internacional no es próspero. “Hay mucha volatilidad de precios en la Unión Europea (UE), donde los importadores mantienen stocks mínimos de mercadería y reponen en esas magnitudes. Se refleja en los precios que suben y bajan 20% en períodos muy cortos de tiempo”, dijeron.
Asimismo, señalaron que si bien en el mercado de China existe alguna mejora consolidada luego de la celebración de su año nuevo en febrero, “la temporada de los equipos kosher (rabinos) finalizó y se espera que regresen recién alrededor del 19 de abril próximo”.
Chile, otro de los mercados de destino de las exportaciones argentinas, es un mercado que requiere de atención permanente. “Es complicado, desde los costos de certificación hasta el comportamiento de los importadores chilenos, no es para entrar y salir,”, indicaron.
El plan acordado por parte del Ministerio de la Producción y la industria frigorífica fue la comercialización de hasta 6000 toneladas de carne vacuna por mes, con un total de 10 cortes, que se venderían en más 1500 bocas de expendio en todo el país. Fue firmado por el Consorcio de Exportadores de Carnes Argentinas (ABC), la Cámara Argentina de la Industria Frigorífica (Cadif), Fifra, la Unión de la Industria Cárnica (Unica) y los supermercados agrupados en la Asociación de Supermercados Unidos (ASU).
A los tres cortes de parrilla que se ofrecieron para las fiestas de fin de año, es decir la tira de asado a $399 (29% más bajo que en diciembre), el vacío a $499 (20% más bajo que en diciembre) y el matambre a $549 (13% más bajo que en diciembre), se sumó la tapa de asado a $429 (15% más bajo que en diciembre), el corte para milanesa sea cuadrada o bola de lomo a $489 (13% más bajo que en diciembre), la carnaza a $359 (13% más bajo que en diciembre), la falda a $229 (30% más bajo que en diciembre) y el roastbeef a $399 (12% más bajo que en diciembre). A este convenio, se le agregaron la carne picada ($265) y el espinazo ($110) vigentes en Precios Cuidados.
En cuanto al balance, con casi dos meses de la implementación, la industria coincidió que a pesar de que la oferta respetó las cantidades comprometidas, la demanda no se comportó como se esperaba y estuvo por debajo del cupo comprometido.
“El comportamiento de la demanda fue diferente. Tal vez el escenario fue distinto que en otras oportunidades. La pandemia, el encierro, menos reuniones sociales y menor poder adquisitivo llevó a que la demanda esté más tranquila. Incluso los restaurantes, hoteles y un turismo prácticamente cerrados pudieron también haber influido”, señalaron.
Por otra parte, los exportadores informaron que en el mercado local la oferta de ganado sigue “muy tranquila”. “Los lotes especiales de consumo liviano están muy demandados y a precios muy altos y la exportación está tratando de defenderse, con menores volúmenes de faena”, informaron.
Según especialistas del sector, el acuerdo con la industria frigorífica tenía un alcance limitado, ya que cubría no más del 3% consumo del mercado interno en un mes . “Los sectores más postergados, a quienes se busca beneficiar, podrían tener dificultades para acceder al beneficio”, expresaron, en relación a que la oferta se presentaba en los supermercados.
En este sentido, Urcía indicó que la tarjeta Alimentar es el programa más completo que llega a la gente más necesitada. “Es la mejor ayuda y cumple perfectamente esa función, donde un 50% del consumo de dicho beneficio es destinado a carnes frutas y verduras y es en todo el país”, concluyó.
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