Durante la campaña 2019/20 se lograron implantar 6,6 millones de hectáreas de trigo en la Argentina, un 6,5% por encima de la superficie de la campaña anterior, consolidando una tendencia de crecimiento que se inició en el ciclo 2016/17, y permitió que el cultivo se expanda a lo largo del territorio nacional. Cómo se destaca en el reciente Informe de Cierre de Campaña de Trigo de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires, las zonas con mayores superficies destinadas al cereal fueron: el Núcleo Norte (898.000 ha), el Centro-Norte de Córdoba (690.000 ha) y el sudeste de Buenos Aires (640.000 ha).
Cuando se esperaba un nuevo volumen récord de producción, la campaña enfrentó un escenario climático marcado por la escasez de lluvias, fundamentalmente sobre el margen oeste del área agrícola. A su vez, las bajas temperaturas medias demoraron el desarrollo y limitaron el crecimiento. No obstante, al no incrementar la evapotranspiración del cultivo generando mayor demanda hídrica, este logró mantener las estructuras hasta la llegada de las lluvias, compensando al menos parcialmente las mermas de rinde que se generaron sobre el Sudoeste de Buenos Aires–Sur de la Pampa.
De esta manera, el volumen finalmente recolectado se ubicó en las 18,8 millones de toneladas, una disminución de 1,1 % en comparación a la campaña 2018/19. Este volumen surge de registrar un rendimiento a cosecha promedio de 29,2 qq/Ha a nivel nacional, un 5,2 % menor que el ciclo previo. En línea con la distribución de las precipitaciones comentada, los rendimientos departamentales mostraron un marcado gradiente descendiente en sentido este-oeste.
En relación al escenario de precios, las cotizaciones a cosecha, posición trigo enero 2020 en el MATba-Rofex, se ubicaron por debajo de los observados en la campaña previa. En promedio, en el periodo de pre-siembra (marzo a mayo) resultaron inferiores en un 12%, determinando márgenes más ajustados para los productores, aunque todavía por encima del promedio de las últimas campañas. A medida que nos acercábamos al período de cosecha las cotizaciones comenzaron a aumentar, reduciéndose esta diferencia para el promedio de los meses de noviembre a enero.
Detrás de estos movimientos de precios se encuentran especialmente factores internacionales, vinculados con problemas de oferta en gran parte de los mayores proveedores del mundo, entre los que podemos destacar: 1) Estados Unidos atravesando una de las siembras más bajas de toda su historia; 2) Francia y Alemania registrando complicaciones en la siembra producto del clima húmedo; 3) Australia atravesando su tercer sequia consecutiva, junto con severos incendios que afectan su producción; y 4) Rusia afectada por un clima seco y cálido, y rumores de posibles restricciones a las exportaciones para abastecer al mercado interno. Todas estas situaciones configuran un mercado mundial con importantes interrogantes respecto de los niveles de producción a alcanzar, que presiona los precios al alza.
Un aspecto destacable de esta campaña 2019/20 ha sido la aceleración de la comercialización, impulsada por dos factores. Por un lado, la reducción de la producción de trigo en Australia, posicionó a Argentina como principal exportador de trigo en su ventana de cosecha. Por el otro, el resultado de las elecciones primarias en agosto pasado provocó un cambio de expectativas frente a la posibilidad de modificaciones en el esquema de derechos de exportación. Como resultado de estos dos sucesos, se aceleraron las compras del sector exportador e industrial, que al 15 de enero alcanzaban las 15,08 millones de toneladas; superando en un 38% a la cantidad comprada en el mismo período del año pasado, que ya marcaba un récord histórico.
En cuanto a la contribución a la economía, la cadena de trigo aportaría en su conjunto 3027 millones de dólares al PBI argentino en 2020. Con respecto a la campaña previa, esto representa un retroceso del 11%, explicado en su mayor parte por precios internacionales más bajos, y en menor medida por una disminución de las cantidades en relación a la campaña 2018/19. No obstante, esta cadena continuará explicando el 10% del Producto Bruto de las Cadenas Agrícolas (PBA).
Con respecto al resto de las variables económicas, se presentarían reducciones del 2% en las exportaciones y 15% en la recaudación fiscal, alcanzando para la campaña 2019/20 los siguientes valores en millones de dólares para todo el complejo triguero: 2497 de exportaciones y 759 de recaudación fiscal.
Mirando hacia adelante, el nuevo esquema impositivo definido en diciembre del año pasado abre el interrogante sobre si es posible sostener la tendencia alcista del área sembrada. Adoptadas en el medio de la cosecha de la campaña 2019/20, las nuevas alícuotas estarán afectando las decisiones de siembra para la Campaña 2020/21. De acuerdo a un reciente análisis de la Bolsa de Cereales, con estos niveles de derechos de exportación la superficie con trigo podría registrar un descenso en la próxima campaña.
Los autores son economista y analista de Estimaciones Agrícolas de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires, respectivamente
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