Agustín Tejeda Rodríguez, economista jefe de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires, resumió con estas palabras sencillas, pero contundentes, lo que se espera para la campaña 20020/2021. "Caen todos los indicadores, pero crece la contribución del sector". Por indicadores se refería a siembra, producción, valor de las exportaciones, Producto Bruto Agrícola (PBA) de las cadenas. En tanto, por contribución hacía alusión a la recaudación que el Estado se llevará del sector. Esto lo dijo en la jornada de Lanzamiento de la Campaña Gruesa 20/21 que organizó la entidad esta semana.
Con una campaña que, aunque débil según los expertos, ya parece tener una Niña instalada climáticamente, en su contexto general sigue moldeada por el coronavirus, la guerra comercial Estados Unidos-China y la peste porcina africana. Tres cisnes negros que han tenido su gravitación. Un escenario que, no obstante, con sus matices hoy muestra diferencias. En primer lugar, China volvió a comprar soja con fuerza en los Estados Unidos. De tener a esta altura del año pasado compromisos a China por 1,3 millones de toneladas (13% de las ventas totales en ese momento), EE.UU. ahora tiene 15,9 millones de toneladas, un 53% de las ventas totales.
Los precios de la soja en Chicago ya están en niveles pre guerra comercial y los del maíz en un nivel pre pandemia. En el caso del cereal, a nivel local los valores a cosecha pasaron en los últimos seis meses de un mínimo en cinco años (US$119/t a fin de abril de 2020) al máximo en cinco años (149 dólares por tonelada el 18 del actual), según remarcaron en el encuentro.
Por el lado de los márgenes esperados, para el productor argentino pueden ser "similares o un poco por debajo al mismo momento de la campaña pasada", según indicó el experto.
Sin embargo, clima mediante y también efecto de la mayor carga impositiva, los números son categóricos. Para 2020/2021, la superficie sembrada total -considerando los seis principales cultivos, soja, maíz, trigo, girasol, cebada y sorgo- caerá un 1,2%, en tanto que la cosecha se recortará un 6,1%. Se cubrieron 33,55 millones de hectáreas en 2019/2020 y ahora se caerá a 33,15 millones de hectáreas, según los datos que presentó Esteban Copati, jefe de estimaciones de la entidad.
En cuanto a la cosecha, descenderá de los 128,7 millones de toneladas para grano comercial en 2019/2020 a 120,8 millones de toneladas. Es la segunda campaña consecutiva que caen estas variables de la producción argentina. "El área podría haber tenido un recorrido distinto", dijo Tejeda Rodríguez. "Las cifras podrían haber sido superiores de no existir las medidas", agregó en otro tramo haciendo referencia al incremento de la presión tributaria sobre el sector.
"Vamos a contramano; mientras los competidores dan ayudas importantes para el sector (en la pandemia), en el sector estamos yendo por el camino inverso, desprotegiendo las cadenas", añadió luego el economista.
En concreto, lo que se vio con preocupación durante el seminario es una suerte de estancamiento bien medible. Al respecto, el Producto Bruto Agrícola (PBA) de las cadenas agrícolas se expandió 2% entre los ciclos 2015/2016 y 2018/2019 (período en que se quitaron las trabas para exporta y se bajaron retenciones), pero retrocedió 5,7% el último ciclo agrícola y para 2020/2021 bajaría 0,2% (totalizaría US$31.173 millones).
Las exportaciones de los principales productos, además, bajarán un 3%, a US$25.156 millones, en tanto que lo único que mejoraría es, como se destacó al comienzo, la recaudación fiscal en el sector. El Estado se llevaría con más carga tributaria US$10.954 millones, una mejora del 3,2%. Con la recaudación fiscal como único elemento expandiéndose, las señales de alerta y los pedidos fueron justamente dirigidos hacia que desde la política se tenga en cuenta esto.
"Necesitamos que nuestros políticos, gobernantes y legisladores den una señal de confianza", apuntó José Martins, presidente de la Bolsa de Cereales porteña. "Este sector puede tener una generación de estímulos a través de inversiones para dar un mayor proceso de industrialización", añadió el dirigente de la entidad.
El ministro de Agricultura, Luis Basterra, que participó del seminario, no se refirió a la mayor carga impositiva, pero sí aseguró, en medio de las crecientes restricciones para el dólar, que no habrá problemas para el acceso a los insumos, claves para la campaña. Basterra, en tanto, mostró su preocupación por el impacto de la falta de precipitaciones en varias regiones.
Entre otros factores, todo lo que vino ocurriendo en el último tiempo ha despertado inquietudes y también parece consolidar tendencias. Nelson Illescas, de la Fundación INAI, por ejemplo, mencionó las vinculadas con las preocupaciones por la salud -tras la pandemia- y por el medio ambiente.
Puntualmente sobre el medio ambiente no pasaron inadvertidas una serie de definiciones de Aude Maio-Coliche, embajadora de la Unión Europea (UE) en la Argentina, sobre el Pacto Verde de ese continente. El Pacto Verde Europeo tiene como estrategias la biodiversidad y el concepto de la granja a la mesa. Apunta a la generación de la biodiversidad y a transformar un 30% de las tierras y mares en protegidos. Prevé que la UE sea climáticamente neutra.
En su disertación, la embajadora precisó que la Comunidad Europea "tomará medidas para reducir un 50% el uso y el riesgo de los plaguicidas químicos para 2030". También señaló que se buscará bajar 50% el uso de los productos más peligrosos para ese mismo año.
Por otra parte, indicó que se apuntará a disminuir al menos 20% el uso de fertilizantes. Agregó que se ampliará la aplicación de técnicas precisas de fertilización.
La funcionaria expresó el interés del bloque por trabajar con otros países y dejó un mensaje: que las decisiones en Europa pueden condicionar lo que importe.
Pendientes del clima
El especialista en agroclimatología Eduardo Sierra participó del seminario sobre perspectivas para la nueva campaña 2020/2021 de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires y dejó varios conceptos con foco en el clima que se viene. En esta línea, podría esperarse un escenario con un 75% de probabilidad de Neutral frío a una Niña débil.
Destacó que para octubre se espera un escenario similar al de este momento, con lluvias por debajo de lo normal. "Va a ser un mes problemático todavía, pero en diciembre puede haber una vacilación y vendrá una situación con los mismos modelos de retirada temprana de La Niña", sostuvo el especialista. Además, indicó que en febrero "ya no vamos a tener La Niña, no va a ser totalmente seco".
Para el especialista, esta es una campaña que "va a premiar al que trabaje bien y castigar al que trabaje mal". Vale recordar que a comienzos de la semana la Oficina de Riesgo Agropecuario (ORA) del Ministerio de Agricultura de la Nación señaló, sobre la base de los pronósticos, que "sería un hecho" la ocurrencia de un fenómeno "La Niña". La intensidad, no obstante, sería "débil a moderada".
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