Las empresas nacionales de sembradoras tienen que estar atentas a las tendencias que se generan a nivel mundial; la incorporación de los avances será más efectiva si se incluyen las particularidades de la agricultura argentina; hay que tener en cuenta el rastrojo disponible
Observando los nuevos avances norteamericanos en equipamientos en cuerpos de siembra, hoy una de las grandes novedades es que las empresas han logrado reemplazar al sistema distribuidor de semillas convencional, que puede ser mecánico o neumático más el caño de bajada que traslada la semilla desde la placa al suelo, por los nuevos sistemas que trasladan la semilla desde la parte que se encuentra cerca del depósito de semillas o, en el caso de sembradoras air drill, desde la carga de semillas a prácticamente muy cerca del suelo por medio de una noria con cangilones de goma (Precision Planting) o un cepillo pegado sobre una banda de goma (John Deere). Ambos sistemas recorren todo el largo del caño de bajada de las semillas pasando a ser el nuevo sistema de distribución.
Los sistemas convencionales tienen la problemática de la velocidad de avance de la sembradora y el aumento de la densidad de siembra. O sea, si la velocidad aumenta y a su vez aumenta la densidad, comienzan a notarse deficiencias en la siembra dadas por la gran velocidad a la que debe girar la placa de siembra y esto se suma a los rebotes de las semillas en el caño de bajada.
El reemplazo de los distribuidores con placas alveoladas más el caño de bajada por los sistemas donde existe una noria de goma que recoge las semillas desde el punto más alto y la transporta al punto más bajo del caño de bajada, sin que se generen rebotes en ese recorrido, permiten mejorar notablemente la distribución de las semillas en la línea de siembra. En los Estados Unidos se habla que estas sembradoras pueden sembrar entre 13 a 20 km/h.
Si aumentar la velocidad dependiera sólo de la distribución sería muy simple y se reemplazarían los distribuidores convencionales por los sistemas nuevos. Se podría decir que entonces estos sistemas podrían adaptarse en nuestro país sin mayores problemas.
Pero, en realidad, ensayos realizados por INTA indican que hay un factor más determinante en el rendimiento de los cultivos y es la estabilidad en la profundidad de siembra. Diferencias en profundidades causan apariciones de las plántulas a destiempo y eso genera una mayor competencia entre plantas y una merma mayor en el rendimiento del cultivo de maíz.
También hay otras diferencias en los cuerpos de siembra norteamericanos y que no sólo consisten en la distribución, sino que poseen otro tipo de tecnología diferente a las sembradoras argentinas en lo que respecta al copiado del cuerpo de siembra (reemplazan los resortes convencionales por pistones hidráulicos).
Uno de los puntos que no se puede obviar en la discusión es la condición del suelo en donde sembrará la máquina. Cuando la recomendación americana expresa que la sembradora puede ir entre 13 a 16 km/h, aproximadamente, está mencionando una condición de suelo movido (no siembra directa) donde la sembradora va planchada al piso y donde prácticamente los cuerpos no saltan porque generalmente penetran con menos kilos que en el promedio de los campos de nuestro país.
En EE.UU. se siembra con lotes con mayor humedad y en muchos casos hasta en condición casi con barro. En la Argentina esa condición no es la que más se presenta. Por ende, los factores que cobran mayor importancia en nuestro país son, en primer lugar, lograr que las semillas queden a una misma profundidad de siembra o lo más pareja posible. En siembra directa, para lograr la condición de superficie pareja se necesitaría el uso de barrerrastrojos que realicen una muy buena limpieza de los rastrojos en la línea de siembra y el ancho de copiado que estará determinado por el ancho de las ruedas limitadoras de profundidad.
Con el planteo de esta problemática lo que se quiere destacar es que en la Argentina, con las condiciones actuales de rastrojo en superficie, no se puede adoptar la tecnología americana tal cual viene desde EE.UU.
Por ello, si se quisiera evaluar una sembradora en condiciones similares a cómo trabaja en EEUU se debería partir de una limpieza previa con barrerrastrojos eficientes en la línea de siembra.
Otro factor sería poner las ruedas limitadoras de profundidad lo más finas posibles para que no copien el rastrojo que no logra mover de la línea el barrerrastrojos.
Por otro lado, las empresas de sembradoras argentinas podrían adelantarse y empezar a desarrollar algún dispositivo diferente para el copiado de la profundidad de siembra y, por qué no, desarrollar algún componente electrónico combinado con sensores para que la medición de la profundidad sea más dinámica, precisa y que no se vea condicionada por algún tipo de rastrojo que no sea removido por el barrerrastrojo.
Si se logran solucionar estos puntos mencionados y, básicamente, un buen copiado en la profundidad de siembra, el aumento de velocidad empieza a tomar mayor fuerza dado que permitirá sembrar a prácticamente más del doble que la velocidad actual y eso permitirá tener sembradoras con mayor capacidad operativa. Estos factores son para tenerlos en cuenta por parte de las empresas sembradoras y comenzar rápidamente a adaptarse al cambio que se desarrolló en Estados Unidos. No tenerlo en cuenta puede dejar fuera del mercado global rápidamente a las empresas de sembradoras que no tengan una alternativa competitiva.
En el surco
7,5 Km/h
Hasta esa velocidad permiten trabajar de manera correcta el sistema actual en maíz
14 Km/h
A esa velocidad se pasaría con una máquinade 12 surcos con la nueva tecnología
60 Empresas
Son las que fabrican sembradoras en el país. La industria nacional domina este rubro
El autor es técnico del INTA Manfredi
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