Los precios tuvieron una recuperación en torno del 20% en el último mes a nivel internacional y hubo impacto en la plaza local; los expertos analizan el nuevo escenario
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Las sembradoras ya comenzaron a trabajar por los campos argentinos para dar inicio a la siembra del trigo en una campaña marcada por importantes cambios principalmente en el último mes y medio. Inicialmente, las perspectivas no eran alentadoras, con proyecciones de una reducción en el área sembrada. Sin embargo, la repentina suba del precio del cereal, junto con mejoras en las condiciones de siembra y reducciones en los costos de los insumos, transformaron completamente el panorama.
El precio del trigo aumentó en torno a un 20% en el último mes a nivel internacional, impulsado principalmente por proyecciones de una caída en la producción en la región del Mar Negro y por condiciones climáticas adversas en Brasil. Este incremento también se reflejó a nivel local. En este contexto, los expertos señalaron que la campaña se presenta cada vez más prometedora, ofreciendo perspectivas optimistas para los productores agrícolas.
Hasta el momento, la Bolsa de Cereales de Buenos Aires (BCBA) estima un área sembrada de 6,2 millones de hectáreas, un 5% más que el año pasado, y una producción de 18,1 millones de toneladas.
Ramiro Costa, jefe de Estudios Económicos de la BCBA, explicó que a nivel internacional los precios del trigo volvieron a niveles similares a los de hace nueve meses debido a una reducción en la producción de Rusia. Esta disminución se debe a condiciones climáticas adversas, como sequías y heladas en las principales áreas de cultivo, lo que provocó una caída de más de 10 millones de toneladas en comparación con las estimaciones iniciales. Los precios en Chicago tuvieron un aumento del 17%, o US$35 por tonelada, y alcanzaron los US$257,27 por tonelada en el último mes.
Costa también destacó el impacto de las inundaciones en Brasil, especialmente en el estado de Rio Grande do Sul, que produce el 50% del cereal del país. “Dado que Brasil es el principal comprador de trigo argentino, esta situación podría provocar una mayor demanda del mismo, impulsando aún más los precios”, agregó.
Este incremento impactó en el ámbito local, donde la posición disponible se ubica en torno a los US$277,5 por tonelada, comparado con los 234 dólares por tonelada de fin de abril, lo que representa un aumento de US$43,5 por tonelada en solo 30 días. Mientras tanto, la posición a cosecha, es decir, el precio que espera recibir el productor cuando coseche su trigo en diciembre, alcanzó los US$256,9 por tonelada, frente a los US$220 por tonelada de fin de abril, mostrando un aumento de poco más de US$36 por tonelada.
“Este precio se sitúa por encima de los valores observados durante la campaña pasada y del promedio de las últimas cinco campañas, en un 9% y 13%, respectivamente”, dijo.
El analista Nicolás Udaquiola, director de AZ-Group, remarcó que a las bajas precipitaciones en Rusia se sumaron condiciones climáticas desfavorables en Ucrania, como lluvias por debajo de lo normal y temperaturas muy bajas. Esto ha generado una reducción en la posición de los fondos compradores. “Los fondos siguen con posiciones vendidas en trigo, aunque han reducido significativamente su posición”, agregó.
Otro factor que Udaquiola señaló como fortalecedor para el trigo argentino es el exceso de lluvias y los desastres naturales en Rio Grande Do Sul. Este estado, que el año pasado sembró el 45% del área de trigo de Brasil, probablemente no podrá sembrar toda su superficie habitual, que es casi un millón y medio de hectáreas. “Brasil es un destino importante para nuestro trigo y un importador constante. Es probable que aumente sus importaciones durante la próxima campaña debido a esta situación”, explicó.
En cuanto a las previsiones para la Argentina, inicialmente se estimaba que el área destinada a la siembra de trigo caería entre un 2% y un 3% en febrero. Sin embargo, ahora se espera que, como mínimo, se mantenga estable o crezca un 5% según lo previsto por la Bolsa de Cereales porteña. “Estos cambios se deben a mejoras en los tres aspectos principales que influyen en la intención de siembra: el precio, las condiciones para la siembra y los márgenes, que se han visto favorecidos por la disminución de los costos de los insumos”, explicó.
“Por lo tanto, la perspectiva actual es mucho más alentadora, lo que nos lleva a creer que, como mínimo, mantendremos la superficie sembrada y que podría haber un potencial de producción de alrededor de 18 millones de toneladas para la próxima campaña, dependiendo de la cantidad de tierra sembrada y del rendimiento promedio alcanzado”, afirmó.
En la misma línea, la analista de mercado Paulina Lescano advirtió: “Desde fines de febrero el mercado comenzó a tener un cambio importante de tendencia, especialmente en el trigo. En Chicago y Kansas, las posiciones más cercanas subieron un 24%. En la Argentina, en el caso de la nueva cosecha, pensando en la nueva siembra, la suba fue mucho mayor, con un incremento del 37%, lo que representa aproximadamente US$70 por tonelada de mejora en el precio del trigo”.
Destacó que este aumento en los precios influye significativamente en las decisiones de siembra para la nueva campaña. No solo hubo un fuerte incremento en los precios del trigo, sino también una caída en el valor de la urea, uno de los principales insumos utilizados para el trigo. “Esto genera un cambio total de expectativas”, explicó.
“A nivel país se espera un incremento en el área sembrada. La Bolsa de Cereales de Buenos Aires, en su última estimación, habla de un incremento del 5% respecto al año pasado. Además, comenzamos con un buen nivel de agua en el perfil del suelo y una mejor relación insumo-producto con los fertilizantes, lo que se espera se traduzca en buenos rendimientos”, señaló Lescano.
En la misma línea, la analista de mercados Mónica Ortolani destacó que el impulso en el precio, junto con condiciones óptimas de reservas de agua en el perfil del suelo y una mejor relación insumo-producto en fertilizantes, ha renovado las expectativas de los productores. “En el caso de la urea, por ejemplo, hace un año la relación insumo-producto a cosecha era de 2,5. Hoy es de 2,1, un 20% menos. Tengo clientes que hace un mes habían decidido no sembrar trigo y hoy están aumentando su área de siembra”, afirmó.
Otra tendencia importante es el aumento de las coberturas de precio. “Es importante tener en cuenta que ayer [por anteayer] el precio del trigo para diciembre retrocedió casi US$4, por lo que se recomienda tomar posición ya sea con futuros o con herramientas flexibles como las opciones put”, concluyó.
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