El sistema, que dejará atrás una trazabilidad manual, entrará en vigor gradualmente el 1° de marzo de 2025; los dispositivos que se usen los pagará el Estado y para ello se harán licitaciones internacionales
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Cambio histórico para la ganadería argentina. Con foco en tratar de mejorar las exportaciones de carne vacuna vía el acceso a más mercados de alto valor comercial, el Gobierno anunció hoy un nuevo sistema de trazabilidad obligatoria para bovinos, bubalinos y cérvidos: se dejará atrás la vigente trazabilidad analógica y manual para dar paso a una trazabilidad individual electrónica precisa desde el campo a los frigoríficos. Entrará en vigor gradualmente el 1° de marzo de 2025 con cada deteste o el movimiento de terneros que se realice. En tanto, al 1° de julio de 2026 será obligatorio para todo el ganado: hoy la Argentina posee un stock de unas 53,5 millones de cabezas vacunas. Para destacar, vía un préstamo del Banco Mundial (BM), el Gobierno solventará todo el cambio, con lo cual hasta esa última fecha a los productores les resultará gratis el acceso al dispositivo electrónico.
La medida, oficializada hoy en el Boletín Oficial mediante la resolución 71 de la Secretaría de Agricultura que conduce Sergio Iraeta, había sido adelantada por este medio el mes pasado. En el país rige una identificación del ganado bovino, bubalino y cérvido con el uso de una única caravana amarilla del tipo de un botón en la oreja derecha del animal. El avance hacia el ahora sistema electrónico o chipeo vino siendo un objetivo del gobierno de Javier Milei desde el inicio de su gestión no exento de reparos, ya que entidades de productores del norte y Confederaciones Rurales Argentinas (CRA) han solicitado que, en lugar de obligatoria, la identificación electrónica sea optativa.
Según la resolución 71 conocida hoy, se establece en el marco del Sistema Nacional de Identificación de Ganado Bovino “la utilización de tecnología electrónica como herramienta de identificación individual obligatoria para la trazabilidad de ganados bovinos, bubalinos y cérvidos a partir del día 1 de marzo de 2025, momento desde el cual los productores ganaderos deberán identificar todos los terneros/as al destete o al primer movimiento”. Agrega: “A partir de la fecha mencionada, el aludido Sistema Nacional deberá registrar todos los movimientos de los animales de las categorías referidas en el presente artículo, de manera de garantizar la trazabilidad individual”.
Según el artículo 3 de la norma, “aquellas categorías de ganado bovino, bubalinos y cérvidos que no tengan ningún tipo de identificación oficial preexistente, deberán ser identificadas electrónicamente antes del 31 de diciembre de 2025″. Luego el artículo 4 indica: “Establécese la utilización de identificación electrónica a partir del día 1 de julio de 2026 para todas las categorías de ganados bovinos, bubalinos y cérvidos, momento a partir del cual el mencionado Sistema Nacional deberá registrar todos los movimientos de los animales de manera de garantizar la trazabilidad individual”.
En este marco, el artículo 5to. luego consigna que “el Estado nacional proveerá a los productores ganaderos hasta el día 30 de junio de 2026, y sin costo para éstos, la cantidad de dispositivos electrónicos aptos necesarios para cumplimentar lo establecido en los artículos precedentes”.
En rigor, para aplacar las críticas y, en paralelo cumplir con exigencias de mercados que piden una información al detalle sobre el producto final que compran, o para abrir nuevos mercados como el del codiciado Japón, el Gobierno decidió cubrir el costo con un préstamo del BM en una primera instancia. Para ello habrá licitaciones internacionales que se irán haciendo desde Senasa. Se estima que el costo de cada dispositivo electrónico o chip que se usará demandará unos 0,75 centavos de dólar. Para el destete de marzo próximo, según previsiones que vinieron circulando, se deberían cubrir unos 15 millones de terneros que, al valor promedio que quedaría el dispositivo con la licitación internacional, representarían más de US$11 millones.
Víctor Tonelli, analista ganadero, analizó todo el proceso de licitación y señaló a LA NACION: “Lo interesante es que la posibilidad de licitar se cierra el 13 de noviembre, lo que acelera los tiempos. Lo otro relevante es que se licitará por 23,5 millones de caravanas que se dividirán en 11 regiones definiendo el total de caravana por región y uno para la adquisición de 800 dispositivos lectores que, entiendo, se destinarán a fundaciones y control. Es espectacular como lo han definido porque, además, al distribuir por regiones comienzan a facilitar la logística de distribución y el hecho que haya un volumen acorde al stock de animales a identificar”.
Escenario
En lo operativo, hasta que el 100% del rodeo no esté chipeado coexistirán los sistemas electrónico y visual. Habrá dos caravanas: una botón electrónica con chip en la oreja derecha y otra caravana tarjeta de lectura visual en la izquierda. Convivirán la lectura electrónica para ser leída por bastones lectores y la visual a simple vista.
Tener una trazabilidad individual electrónica es, por ejemplo, una exigencia de Japón para que la carne argentina pueda entrar allí sin límites. Japón es el tercer importador de carne vacuna del mundo luego de China y los Estados Unidos. Compró en 2023 unas 702.000 toneladas de carne vacuna. La Argentina solo le vende un bajo volumen [unas 30 toneladas] desde la Patagonia, que es libre de aftosa sin vacunación. No le puede exportar desde el resto del país que es libre de aftosa pero con vacunación. Uruguay ya tiene la trazabilidad electrónica.
Respecto de las exigencias de los mercados, en sus fundamentos la resolución 71 sostiene que “que los consumidores, tanto a nivel nacional como internacional, exigen cada vez más información de los procesos de producción de los alimentos, en lo relativo a producciones sostenibles, trazables, que tengan en cuenta el bienestar animal, los sistemas de alimentación natural y/o razas, entre otras, convirtiendo a la información que acompaña a los productos en un valor agregado para los consumidores y posicionando de mejor manera nuestra cadena de carnes frente al mundo”.
El nuevo sistema iba a entrar en funcionamiento el 1° de enero próximo, pero, finalmente se decidió por el 1° de marzo venidero. El motivo, según trascendió, es que tras la licitación internacional donde podrá participar cualquier empresa, se asegure una buena llegada de los dispositivos. Por otra parte, un dato que se vino esgrimiendo es que el productor tendrá un ahorro ya que para el chipeo que deberá realizar el costo lo cubrirá el Estado. Y esto será hasta que al 1° de julio de 2026 todo el rodeo quede trazado electrónicamente. Con una app el productor podrá acceder al movimiento de la hacienda, seguir datos clave para su manejo y hasta llevar cuestiones sanitarias al detalle.
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