Lo presentó la cartera que conduce Julián Domínguez a entidades del campo; buscan consenso del sector privado para que la Cancillería lo presente en la próxima cumbre de Glasgow
- 7 minutos de lectura'
El Ministerio de Agricultura de la Nación presentó un documento a entidades del agro para exponer en los organismos internacionales que discuten medidas para enfrentar el cambio climático. En el borrador, que fue sometido a consultas, se defiende el papel de la producción y se reafirma que la agricultura, tomada en un sentido amplio ya que comprende a la ganadería, es una solución y no un problema para enfrentar al calentamiento global.
En una reunión que encabezó el ministro Julián Domínguez, el documento, que lleva como título “Argentina, líder mundial en producción agroindustrial sostenible” pretende sintetizar la posición que viene trabajando la cartera agrícola con funcionarios de Cancillería, la FAO y el Instituto Interamericano de Cooperación Agrícola (IICA) desde que se preparó la cumbre de sistemas alimentarios de las Naciones Unidas.
“Los sistemas agro-bio-industriales son parte de la solución al desafío de alimentar al mundo de forma sostenible y erradicar la pobreza”, sostiene el documento, que comenzó a ser analizado en las entidades. Según explicaron fuentes de la cartera agrícola, será llevado a Cancillería para que constituya la posición argentina en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático (COP 26), que se realizará desde el 31 de este mes en Glasgow, Escocia.
En el sector privado se oponen a los planteos del Ministerio de Ambiente, cuyos técnicos consideran que la ganadería, por las emisiones de metano, es responsable del calentamiento global y que el país debería actuar en consecuencia.
Sin embargo, Domínguez expresó: “Nuestra ganadería extensiva es altamente segura en términos sanitarios, eficiente en materia de bienestar animal y en términos ambientales”. Esto, según el documento, se debe a que “existe evidencia científica que demuestra que la captura y secuestro de carbono de nuestro sistema productivo de naturaleza extensivo-pastoril, compensa largamente las emisiones”.
Motivos
Fuentes de Agricultura explicaron que el documento surgió de la necesidad de “armar una posición en común frente a los desafíos que nos presenta el mundo” respecto de la discusión global sobre ambiente y sistemas alimentarios. Primero hubo un trabajo en común con Brasil y luego con el resto del continente que derivó en un documento único que todos los países de América, con el respaldo del IICA, llevaron a la cumbre de sistemas alimentarios de la ONU.
El objetivo, dijeron, es tomar una posición proactiva en la defensa de los sistemas de producción de la región frente a los cuestionamientos de gobiernos y ONG europeos para que las decisiones se tomen con criterios científicos.
En la reunión, que se realizó ayer en Agricultura, participaron representantes de Aapresid, la Bolsa de Cereales de Buenos Aires, la Cámara de la Industria Aceitera de la República Argentina (Ciara), la Sociedad Rural Argentina (SRA), Federación Agraria, Coninagro y Confederaciones Rurales Argentinas (CRA), así como funcionarios del Ministerio de Agricultura.
Síntesis del documento
Entre otros puntos, el documento señala lo siguiente:
● Compromiso con la sostenibilidad: Reafirmamos nuestro compromiso de producir alimentos de forma sostenible, respetando el equilibrio entre los tres pilares (económico, social y ambiental). Ninguno de ellos debe primar sobre el otro y deben sostenerse en el tiempo. El mundo necesita más y mejores alimentos, producidos de forma sostenible, y nuestro país y nuestra región pueden proveerlos de manera segura y sostenible.
● Agro-bio-industria como parte de la solución: Los sistemas agro-bio-industriales son parte de la solución al desafío de alimentar al mundo de forma sostenible y erradicar la pobreza. En tal sentido Argentina viene trabajando de forma responsable en nuestra cadena desde hace varios años en pos de su sostenibilidad y estamos comprometidos a seguir trabajando activamente en este camino.
● Seguridad alimentaria: Nada de lo que hagamos a futuro puede redundar en una menor producción de alimentos, ya que la seguridad alimentaria es nuestra prioridad y la producción sostenible se basa en la no afectación de los recursos futuros.
● Responsabilidades comunes pero diferenciadas: Reconocemos que el cambio climático es un flagelo global y que debe ser abordado de forma responsable y colaborativa, pero no todos los países estamos en la misma situación ni tenemos los mismos antecedentes. En este sentido, Argentina es un país acreedor en términos ambientales. Existen países que tienen una responsabilidad histórica y actual por la degradación ambiental y, por ende, son esos los que deben liderar el proceso de mitigación, así como proveer los medios económicos para que otros se adapten. Según el último inventario global del Banco Mundial (2018), casi el 60% de los gases de efecto invernadero son emitidos por tan sólo 5 países, mientras que Argentina sólo emitió el 0,7% del total.”
● Nuestra prioridad, la adaptación: La agro-bio-industria se ve fuertemente afectada por el cambio climático. Por eso, para países como Argentina (que tienen una baja participación en las emisiones globales) la prioridad pasa por la adaptación. Si bien nuestro país viene trabajando en la eficiencia de su sistema productivo para llegar a carbono neutro en el 2050, su baja incidencia global en este tema no modifica los efectos adversos del cambio climático y su afectación a los productores. Por esta razón en materia de agro-bio-industria nuestra prioridad es adaptarnos a fin de quitar vulnerabilidad a nuestro sistema productivo, solo de esta manera podremos seguir suministrando los alimentos que se necesitan.
● Transición justa: Cualquier mejora que se tenga que implementar en nuestros sistemas productivos no debe dejar a nadie atrás, debe ser con todos adentro, sin exclusión social.
● Medios de implementación: países como la Argentina deben contar con acceso efectivo a medios de financiamiento internacional, como así también a tecnologías adecuadas y accesibles, en el marco de las responsabilidades comunes pero diferenciadas (tal como fue previsto en Cumbres anteriores).
● Innovación y nuevas tecnologías: el sistema científico-tecnológico público y privado de la Argentina (junto con la región) debe seguir demostrando de forma consistente que ofrece soluciones eficientes (adaptadas localmente) a los desafíos que presenta la sostenibilidad y los escenarios de vulnerabilidad productiva frente al flagelo del cambio climático, las cuales han sido adoptadas por el sector productivo.
● No hay modelos únicos: Las soluciones deben adaptarse a las realidades locales, no deben ser impuestas, respetando el principio de universalidad de las diferencias.
● Ganadería sostenible: Nuestra ganadería extensiva es altamente segura en términos sanitarios, eficiente en materia de bienestar animal y en términos ambientales. Existe evidencia científica que demuestra que la captura y secuestro de carbono de nuestro sistema productivo de naturaleza extensivo-pastoril, compensa largamente las emisiones.
● Dietas balanceadas: Además del aporte del sector ganadero a la seguridad alimentaria, un consumo balanceado de proteína animal es bueno para la salud como fuente de nutrientes esenciales, que no pueden obtenerse fácilmente de las proteínas de origen vegetal.
● Comercio internacional: Las distorsiones existentes en el sistema de comercio internacional (elevados aranceles de importación, subsidios y medidas para-arancelarias sin base científica que obstaculizan el desarrollo de la innovación y nuevas tecnologías aplicadas al sector) afectan la seguridad alimentaria, incrementan emisiones menos eficientes e impiden el normal desarrollo de nuestros países. Debemos seguir trabajando junto a otros países afines en pos de una reforma que profundice el camino iniciado con la Ronda Uruguay del GATT, incorporando definitivamente a la agricultura en la OMC, sin discriminación respecto a otros sectores.
● Pago por servicios ecosistémicos: Coincidimos que la comunidad internacional, al momento de discutir la implementación del artículo 6 del Acuerdo de París, se debe un debate franco y profundo para concretar de forma urgente sistemas eficientes de cuantificación y capitalización de las externalidades positivas globales resultantes de los servicios ecosistémicos que se generan en los sistemas agropecuarios o agroforestales.
Otras noticias de Ministerio de Agricultura y Ganadería
Más leídas de Campo
Mercados. Un combo difícil de digerir para la soja por la fortaleza del dólar y el clima en América del Sur
Modelo exitoso. El secreto que guardan las pasturas para producir más kilos de carne
Aceites vegetales. ¿Solo una corrección para volver al rally con más fuerza?
Emprendedor. El secreto de un profesional para aumentar la facturación de una empresa de US$1 a 25 millones de dólares