Con valores firmes para la hacienda, 2012 se vislumbra como un buen año para la actividad, pero en el que habrá que poner atención a las subas de insumos y de salarios
Luego de un verano en que la sequía, sumada a cuestiones estacionales, desinfló los valores, los precios de la ganadería están volviendo a repuntar y se pronostican muy firmes para el resto del año. Claro que, con inflación creciente y aumentos en todos los rubros en puerta, los ganaderos deberán estar muy atentos a que las subas de costos no arruinen la rentabilidad del negocio. Como contracara, la ecuación estará complicada para los feedlots, por el alto valor del ternero, y los frigoríficos, que no tendrán demasiado margen para subir los precios de los cortes al consumidor.
"Los precios van a seguir altos, la caída de diciembre fue por culpa de la sequía porque muchos productores se asustaron y vendieron. Hoy el miedo pasó y la lógica es que los precios suban al menos hasta compensar la inflación de 2011, que fue del 25%. Es decir que como la hacienda sólo subió un 14% el año pasado, debería subir como mínimo un 10% más", explicó Miguel Schiariti, presidente de la Cámara de la Industria y el Comercio de Carnes de la República Argentina (Ciccra). "El ternero cayó mucho por la sequía y como llovió se recuperará; tal vez no llegue a los 15 o 16 pesos por kilo, pero sí a 12 o 14 pesos", explicó Schiariti.
"Los precios seguirán recuperándose y subiendo para alcanzar valores superiores a los actuales entre marzo y abril, meses en los que la oferta de ganado gordo para faena será muy baja tanto de los feedlots como del ganado engordado a campo, que ha sufrido los intensos calores y la caída de la calidad forrajera de diciembre y enero", dijo el consultor Víctor Tonelli.
Pero estas buenas perspectivas de valores podrían verse empañadas por los mayores costos. "En materia de costos el escenario es preocupante; en los últimos años vienen creciendo a una tasa muy alta. Lo que es mano de obra, gastos de estructura y fertilizante, por ejemplo, viene aumentando en porcentajes por encima de la inflación, cercanos al 30%", destacó Cristian Feldkamp, coordinador de la Comisión de Ganadería del Movimiento CREA y presidente de la Asociación Argentina de Producción Animal (AAPA).
"El tema van a ser los costos, porque la relación entre ingreso y gasto viene achicándose. Entonces, va a haber que seguir de cerca qué es lo que pasa con la agricultura, porque de alguna manera el excedente que deja el negocio agrícola siempre alimenta al ganadero, y viceversa", explicó el consultor Fernando Canosa.
Pero la inflación no será el único factor que incidirá en los valores. El hecho de que aumenten o no los precios al consumidor, que estén determinados a su vez por los ajustes tarifarios y los niveles de aumento de los salarios, puede afectar también la ecuación. Aunque hasta el momento los expertos no creen que haya margen para una suba en el mostrador, aunque sí la haya en los valores del kilo vivo.
"Estamos en un proceso inflacionario, por lo cual va a haber aumentos del precio de la carne nominales en función de la inflación, pero no en el valor real. El mercado interno no admite más subas", explicó Canosa.
Con este panorama, y luego de años de malos precios y liquidación, esta parece ser la hora de los productores. "La cría está con un buen nivel de rentabilidad, lo que estimula la aplicación de tecnología y la generación de verdeos. Claro que acá hay que distinguir los pequeños productores, que en muchos casos se quedaron fuera del sistema, y los medianos y grandes que resistieron. Para la invernada la situación también es buena", dijo Schiariti.
Los feedloteros, luego de varios ciclos de ser los niños mimados por los bajos precios de la hacienda y las compensaciones al maíz, no tienen por delante un panorama tan tentador, aunque sus perspectivas mejorarían en relación con 2011. "Los engordes a corral están ajustados en la medida de que el precio de compra tiene una importante diferencia con el de venta; entonces para diluir el costo tienen que hacer muchos más kilos para no perder", señaló Canosa. "El feedlot irá recuperando protagonismo lentamente a favor de una mejora en la relación de compraventa, aunque todavía tendrán un año complicado por bajo nivel de marcación de terneros, que no superarán los 12,8 millones frente a los 14,8 del promedio 2004-2008", acotó Tonelli.
Para Feldkamp, "en un contexto de malos márgenes, los feedlots que van a salir bien parados serán los que tienen otro negocio y están integrados de otra manera, como los que son propiedad de un supermercado o un frigorífico".
Pero los engordes no serán los únicos perjudicados en el actual esquema de precios, ya que los números de la industria seguirán en rojo. "La industria y el consumidor están pagando los platos rotos de la liquidación, como en su momento lo hicieron los productores. Pero si estuvieran todas las vacas que se perdieron, estaríamos todos los eslabones de la cadena ganando más. La liquidación no favorece a nadie. Esta bonanza de los productores es circunstancial", dijo Canosa.
"No hay buenas perspectivas para la industria en los dos años que vienen. No sabemos si la carne va a acompañar el crecimiento del costo de vida de un 25%, pero es muy poco probable que lo haga, de modo que tal vez los frigoríficos tengan que absorber parte de los aumentos de costos o hacienda que tengan", destacó Feldkamp.
Otra cuestión a considerar al analizar el panorama del negocio son las consecuencias de la sequía. "El fenómeno impactó en el último tercio de los servicios de primavera. Considerando el área de mayor impacto, podría estimarse una reducción de 400.000 terneros para el destete 2013. Respecto de los engordes, sin duda ha habido atrasos que impactarán en demoras en la oferta para faena. También es posible que se reduzca el ritmo de retención con miras a aliviar cargas en invierno, particularmente en las zonas de cría de mayor impacto, como la cuenca del Salado", dijo Tonelli. Para Schiariti, la sequía podría afectar el nivel de preñez. "Ya veníamos con un atraso en la preñez desde la sequía anterior. Habrá que ver cómo afectará esto el estado de las vacas, algo que se verá cuando se hagan los tactos, en marzo-abril", dijo Schiariti.
Buenos precios para algunos, números en rojo para otros y costos crecientes para todos. Habrá que ver cómo termina la película de la ganadería en 2012, un final que sólo el tiempo y la inflación podrán definir.
PROTAGONISTAS
"La industria y el consumidor hoy pagan los costos de la liquidación, como lo hicieron los productores. Pero si esas vacas no se hubieran liquidado hoy todos ganaríamos más". Fernando Canosa, asesor privado.
"La sequía impactó en el último tercio de los servicios de primavera. Considerando el área de mayor impacto, podría estimarse una reducción de 400.000 terneros para el destete 2013". Victor Tonelli, consultor privado.
"En materia de costos el escenario es preocupante para el sector, ya que en los últimos años estos vienen creciendo a una tasa llamativamente alta, por encima del índice de inflación". Cristian Feldkamp, asesor Comisión de Ganadería CREA.
"La cría está con un buen nivel de rentabilidad, lo que estimula la aplicación de tecnología y la generación de verdeos. Claro que muchos productores se fundieron en la crisis pasada". Miguel Schiariti, presidente de CICCRA.
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