Es por el conflicto entre la cooperativa SanCor y el gremio Atilra tras la fallida conciliación obligatoria en el que recordó un artículo del Código Penal a quien “ejerciere violencia” en una huelga o boicot; también habilitó una línea 134 para denunciar eventuales presiones
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Ante la ausencia de acuerdos, y con la caducidad de la conciliación obligatoria, el conflicto entre la cooperativa láctea SanCor y la Asociación de Trabajadores de la Industria Lechera de la República Argentina (Atilra) se intensifica. Luego de que el miércoles pasado fracasara la conciliación obligatoria, el gremio volvió con las medidas de fuerza, como consecuencia durante el fin de semana se cortó la producción en algunas de las plantas y fuentes cercanas a la firma denuncian que van a tener que tirar leche que no se pudo procesar.
Según detallaron, el viernes comenzó a circulación de mensajes entre los trabajadores, anunciando asambleas de seis horas a partir de las 20 horas, con el objetivo de reclamar el pago de salarios. En Sunchales, denunciaron, las medidas de fuerza incluyeron el corte de calderas y procesos de producción. Como consecuencia, detallaron, se perdieron 3000 litros de leche UAT (Ultra Alta Temperatura), utilizada para la elaboración de productos como la chocolatada. “Esa leche seguramente tiene que ser decomisada porque se pierde la calidad productiva”, dijeron. Adicionalmente, se levantaron actas notariales por la obstrucción del ingreso de materia prima a la planta.
Además, informaron que se elaboraron actas notariales por el impedimento del ingreso de materia a dicho establecimiento.
En tanto, detallaron que en Balnearia, Córdoba, y en La Carlota, los empleados realizaron una reunión y decidieron trabajar normalmente, recibieron leche y procesaron “sin ningún tipo de inconveniente”, y hoy la actividad siguió igual. En La Carlota, solo cuatro empleados se adhirieron al paro, según dijeron. En tanto, en Devoto hay más actividad, si bien hay trabajadores plegados al paro, aclararon que hoy, “supervisores están ocupados fraccionando leche envasada y elaborando productos lácteos”.
En cambio, en Galvez durante el fin de semana no había planes de producción, pero hoy iniciaron con la línea de queso feteado y corazón de horma. Sin embargo, no lograron reunir la cantidad de personal necesaria para procesar.
En respuesta a las medidas de fuerza, la empresa emitió un comunicado por WhatsApp con instrucciones para aquellos que deseen denunciar impedimentos para trabajar, acompañado del hashtag “#bloquearesdelito”. Se citó el artículo 158 de la ley, advirtiendo sobre las consecuencias legales de ejercer violencia o coacción para forzar la participación en huelgas o boicots. La línea 134 fue habilitada para denuncias, asegurando la confidencialidad.
Por otro lado, fuentes cercanas al gremio negaron la existencia de bloqueos, atribuyendo las asambleas de seis horas a una decisión colectiva. Denunciaron presiones de la empresa y promesas de sobrepagos, argumentando que dichos pagos no incluyen el salario completo, pagos a tiempo, deudas pendientes y falta de aportes a la seguridad social. El conflicto laboral se mantiene sin visos de pronta resolución.
En dialogo con Radio Rivadavia Juan Gabriel Méndez, del Movimiento Empresarial Anti Bloqueos, denunció que Atilra “está tratando de cerrar” SanCor. Contó una experiencia personal sobre lo que viene sucediendo en las últimas semanas: “Los empleados nos llaman llorando asegurando que no quieren ir nuevamente a medidas de protestas porque saben el final que los espera”, dijo.
Por otra parte, SanCor remarcó que los bloqueos a las distintas plantas, a fines del año pasado, generaron pérdidas por $4500 millones. Vale recordar que en la reanudación de la audiencia de conciliación, que el 17 de este mes había pasado a un cuarto intermedio hasta el martes pasado, la reunión en la sede del Ministerio de Capital Humano no consiguió avanzar un ápice en el intento de normalizar la relación entre las partes.
Según trascendió, en dicha audiencia las partes volvieron a manifestar sus posiciones ante el conflicto, generado por la falta de pago de haberes adeudados desde el año pasado. Así, lo que se resolvió en esa cartera es que “dado que las partes mantienen sus posturas, (la empresa niega deudas pero la representación gremial lo ratifica) la autoridad exhorta a continuar con las tratativas, extremando los esfuerzos, con el fin de permitir encontrar alternativas de solución, manteniendo la buena disposición de las partes, para negociar en aras del mantenimiento de la paz social y el mejoramiento de relaciones entre las partes, en un marco de buena fe”.
En esa línea, desde la cartera de Petovello se recomendó “continuar las negociaciones mediante conciliación voluntaria en los mismos términos que la Resolución N° RESOL-2023-6-APN-MCH de fecha 22 de diciembre de 2023 junto a se prorroga a RESOL-2024-34-APN-STEYSS#MCH de fecha 16 de enero de 2024″.
No obstante, si bien esto fue aceptado por la parte empresaria, el sindicato la rechazó y replicó que la propuesta fue “instada por la empresa”. En consecuencia, mientras no parece encontrarse un punto medio que las partes acepten para volver a dialogar, el conflicto continúa y ahora, con el programa de cese de actividades resuelto, es probable que la producción de resienta en todas las plantas y disminuya la presencia de productos de la láctea en góndolas.
Muchos especialistas en temas de producción láctea parecen no asombrarse cada vez que se les menciona que lo que estaría buscando la gremial del sector es “acorralar” a la láctea santafecina con el propósito de obtener una intención de venta, en la cual estaría involucrada.
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