Como todo sector naciente, el de la bioenergía está atravesando el de los costos de aprendizaje. Para apoyarlo, las secretarías de Agroindustria y Energía sostienen desde hace seis años el "Proyecto para la promoción de la energía derivada de biomasa" (Probiomasa), con asistencia técnica de la FAO.
Probiomasa creó mesas de trabajo público-privadas, capacitó a más de 6000 personas en biomasa seca y biogás, y genera y publica estudios de alta utilidad tanto para desarrollar negocios como para elaborar políticas públicas. Entre ellos, los llamados Wisdom, mapas que ubican geográficamente la oferta de biomasa en varias provincias y su potencial energético, así como la demanda; un relevamiento de los biodigestores en el país hecho por el INTI; estudios de cuencas de biogás; modelos de negocios para producir biogás en tambos, feedlots o criaderos; estimación de empleos verdes por provincia, etc.
Este mes, el proyecto estará apoyando la Semana de la Bioenergía, que cada año realiza el Global Bioenergy Partnership (GBEP) junto con la FAO, para promover el intercambio internacional sobre investigación, desarrollo y actividades comerciales sobre la producción, entrega, conversión y uso de biomasa para la energía.
"Este año se eligió a la Argentina y vendrán expertos de la región, pero también de África, EE.UU., México y otros países", indicó Miguel Almada, director de Bioenergía de la Secretaría de Agroindustria y coordinador de Probiomasa.