Los bioestimulantes son productos que se utilizan para mejorar la performance de los cultivos en condiciones de estrés abiótico (e.g. sequía, golpe de calor, salinidad, entre otras). En estas situaciones, el agregado de los bioestimulantes desencadena una serie de procesos fisiológicos que incrementan la eficiencia en el uso de los nutrientes disponibles en la zona radicular y/o aplicados a través de los fertilizantes que terminan incrementando el rendimiento en grano y/o la calidad de los cultivos. Como se puede apreciar, los bioestimulantes, a diferencia de los fertilizantes, no se los analiza en términos de su contenido de nutrientes, sino por sus efectos fisiológicos que impactan en la utilización de nutrientes en condiciones de estrés.
En términos simples, lo importante es conocer qué tipo de componentes y qué efecto nutricional tienen sobre las plantas.
Los bioestimulantes son un grupo muy amplio de productos y formulaciones, típicamente se incluyen a las fitohormonas, extractos de algas, ácidos orgánicos (e.g. ácidos húmicos y fúlvicos), aminoácidos y/o digeridos proteicos, entre otros. La gran diversidad y heterogeneidad de las formulaciones de bioestimulantes representa un gran desafío tanto para la elaboración de este tipo de productos (por ejemplo para mantener la homogeneidad de su composición) como así también en la evaluación agronómica.
Debido a que las formulaciones comerciales contienen, en general, más de un "ingrediente activo", resulta difícil predecir los efectos globales de la aplicación de los productos sobre el rendimiento o la calidad de los cultivos. En los últimos años ha crecido el mercado de bioestimulantes a nivel global, alcanzando tasas del orden del 12% o superiores. Si consideramos que el incremento esperado en el consumo global de fertilizantes para las próximas décadas se ubica en 0,8-1%, se puede deducir rápidamente el gran interés técnico y comercial sobre la utilización de bioestimulantes en la agricultura.
Dentro de América Latina, Brasil, México y la Argentina son los países con mayor consumo actual de bioestimulantes, participando con el 43, el 24 y el 15% del mercado, respectivamente.
Ventajas
A esta altura cabe preguntarse, ¿Cuál es el efecto de los bioestimulantes sobre los cultivos?
Los beneficios se pueden manifestar en mejoras del rendimiento y también en la calidad de los cultivos. Debido a que los efectos fisiológicos de este tipo de productos incrementan la eficiencia de uso de los nutrientes disponibles en el suelo y/o de los aplicados vía fertilización, los bioestimulantes frecuentemente se los considera como ecoinnovaciones (mayor aprovechamiento de nutrientes y menor impacto ambiental).
La Región Chaco-Pampeana, en donde se produce la mayor parte de la agricultura extensiva de la Argentina, se encuentra fuertemente influenciada por la variabilidad climática y la incidencia de varias fuentes de estrés ambiental como sequías, anegamientos, golpes de calor, heladas, entre otras. Bajo este escenario, los bioestimulantes funcionan complementando la fertilización balanceada mitigando parcialmente los efectos del estrés abiótico.
Es relevante destacar que la magnitud de la respuesta a la aplicación de bioestimulantes depende del cultivo y sobre todo de la severidad del estrés abiótico. En la mayoría de los casos el incremento en el rendimiento es moderado.
El autor es miembro de la firma Tecnoagro
Martín Torres Duggan
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