La Cámara de Empresas Pymes Regionales Elaboradoras de Biocombustibles (Cepreb) le pidió ayuda al presidente Alberto Fernández por la falta de actualización de precios para una actividad que tiene 30 firmas paradas.
A través de una solicitada, la entidad le pidió al jefe de Estado resolver una situación que tiene más de dos meses sin respuestas. Alerta que hoy eso los llevaría a un desmantelamiento de una infraestructura que costó años instalar.
"Hoy por hoy la situación es terminal. Todo este círculo virtuoso está al borde del colapso, todas las plantas están paradas, no se está produciendo biocombustible", dijo Francisco Jáuregui, presidente de Cepreb. El sector aporta a las arcas del Estado US$65 millones al año en concepto de impuestos.
La última vez que esta industria tuvo una actualización de los precios fue en diciembre de 2019. No obstante, lo que agrava el panorama, según indicó la cámara, es que más del 80% del costo de la producción del biodiésel depende del precio del aceite de soja, que aumentó más del 25% en lo que va del año y tiene una constante fluctuación. Por tanto, opinan que el reajuste se tendría que hacer en la misma escala que va en línea con la materia prima.
La ley 26.093, de 2006, obliga a que haya un corte con el biodiésel del 10% en el gasoil provisto por pymes. "Pedimos que se cumpla la ley a partir del cálculo de la fórmula que establecería el precio. Todo el empleo está en riesgo ante esta situación de parálisis", insistió el dirigente de la entidad.
Vivimos un estado de acefalía. Accedemos al Presidente porque en los medios mandos no tenemos respuestas
El parate del sector pone en riesgo más de 10.000 fuentes laborales y que las pymes muy pronto entren a un concurso de acreedores. "Esta industria pyme no tiene espalda para parar meses y meses. Esto es empleo nacional, producción local y lo que se pide es cumplir con lo que establece la ley mediante la publicación de una fórmula", puntualizó el dirigente.
Según dijo, "se pierden varios millones de dólares en capital de giro por las industrias paralizadas" y todo eso merma en la capacidad financiera.
Semanas atrás, los representantes de la Cámara se reunieron con las autoridades provinciales y mandos intermedios del gobierno nacional para buscar alternativas, pero hasta ahora no tuvieron resultados positivos. "Hemos hablados con los funcionarios que hemos podido, nacionales y provinciales; no sabemos qué más hacer. Esta industria está al borde de la desaparición, ya son nueve meses que se suman a los varios anteriores que teníamos, ya no hay más espaldas que puedan soportar esta situación", se quejó Jáuregui.
La Secretaría de Energía, encargada de impulsar la actualización, dejó de pertenecer a la cartera del Ministerio de Desarrollo Productivo que dirige Matías Kulfas y pasó a Economía, donde está Martín Guzmán. El diputado nacional (Frente de Todos) Darío Martínez, quien fue nombrado en Energía, hasta ahora no ha entrado en contacto con el sector.
"Vivimos un estado de acefalía. Accedemos al Presidente porque en los mandos medios no tenemos respuestas, las industrias son los verdaderos motores generadores de empleo y producción y son una motorización para la industria nacional", relató.
Las pymes que sufren el parate productivo están ubicadas en las provincias de Buenos Aires, Santa Fe, Entre Ríos, La Pampa y San Luis. Invirtieron US$265 millones; hoy temen desaparecer.
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