Hugo Mayol, titular de la firma que estuvo bloqueada, criticó el asistencialismo y pidió “trabajar en paz”; el sindicato le contestó que no cumplió con normas
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Luego de la fuerte repercusión que generó el video que grabó pidiendo, entre lágrimas, “saquen esta lacra”, en referencia a los sindicalistas del gremio lechero Atilra que tenían bloqueada su usina láctea en Gobernador Udaondo (Buenos Aires), Hugo Mayol, uno de los propietarios de esa firma, pidió “trabajar en paz” y la emprendió contra quienes irrumpieron en su planta. Además, fustigó el asistencialismo. “Basta de planes trabajar, basta de choripán”, expresó.
En una entrevista con +Mañana, que se emite por la señal LN+, Mayol dijo que la situación en la fábrica, tras el bloqueo de la semana pasada, “está normalizándose”. Señaló que la última semana fue de “violencia total”.
La planta estuvo bloqueada por activistas de la Asociación de Trabajadores de la Industria Lechera (Atilra) que reclamaban que la mitad de 14 empleados fueran recategorizados e incorporados a Atilra con la excusa que estaban en gremios donde se pagaban menores cargas sociales.
“Es imposible trabajar con los requerimientos que hacen”, se quejó Mayol sobre los planteos sindicales. Dijo que una parte de los empelados están en Atilra y otra en la rama comercial. Agregó: “No podemos pagar lo que ellos pretenden”.
Aclaró que la fábrica, fundada por su abuelo y que tiene 86 años en el mercado, es una “mínima fabriquita” con un “sacrificio tremendo”. Remarcó: “No somos industriales ni nada”.
En este sentido, la emprendió contra el sindicato, a quien acusó de que “les lavó el cerebro” a los operarios. “Teníamos muy buena gente, muy buena gente. Esta lacra les lavó el cerebro, les lavó el cerebro”, insistió.
Según dijo, la empresa tiene “una conducta” desde hace 86 años y quiere hacer las cosas en esa línea de trabajo. Mayol pidió que se deje trabajar “honestamente y en paz”. En este contexto, sostuvo que hay mucha gente que quiere trabajar, “muchos Mayol”, y subrayó: “Déjenlos trabajar, basta de planes trabajar, basta de choripán, basta de juicios injustos, queremos trabajar en paz, simplemente eso, tengo 73 años y quiero que mi hija y mi sobrina sigan el camino que dejó mi abuelo”, explicó.
En un video, Mayol se había referido a los sindicalistas que bloquearon su planta láctea como “lacras”. Entre lágrimas, había pedido que se pusiera fin a esa medida de fuerza.
“No me puedo expresar bien, tengo un dolor en el alma muy profundo, no tengo miedo porque ya les dije que con 73 años hagan de mi cuerpo lo que quieran, no era nada difícil para ellos, 30 patoteros, que me agarren en medio de la calle solo y cagarme a palo”, señaló. “Ya me cagaron a palo demasiado con todo lo que está pasando, tengo el cuerpo dolido, pero no vencido”, agregó.
Luego, emocionado y entre lágrimas reclamó: “Realmente espero que alguien en este bendito país saque esta lacra de mi fábrica, la fábrica de mi abuelo, sáquenme esta lacra, ayúdenme”.
Respuesta del gremio
En un comunicado que tituló “La Familia Ingalls contra la mafia”, el gremio Atilra reaccionó con dureza tras las declaraciones de Mayol donde pidió: “sáquenme esta lacra”.
Según Atilra, “los dueños han violado de manera sistemática y recurrente a lo largo del tiempo los derechos más elementales de sus trabajadores y familias y han competido deslealmente con el resto de las empresas del sector que sí cumplen con la ley”.
“La Familia Ingalls pauperiza y maltrata a sus trabajadores sin respetar ni cumplir elementales condiciones de higiene y seguridad (lo que repercute, claro, en los alimentos que elaboran y consume la población), manteniéndolos precarizados, fuera de convenio -esto lo ha reconocido públicamente, en negro, sin abonarle horas extras, sin reconocerles el trabajo de sábados y domingos, sin entregar debidamente ropa de trabajo y elementos de protección, ni efectuar en consecuencia correctamente el depósito de aportes y contribuciones a la seguridad social para la cobertura de salud y jubilación de sus dependientes, evadiendo al fisco y perjudicando a sus empleados”, agregó.
En el comunicado el gremio señala que la empresa ha sido denunciada ante el Ministerio de Trabajo provincial y agrega que “se irá recorriendo el camino conciliatorio, dependiendo su resultado de la voluntad y predisposición empresaria para regularizar la situación de sus trabajadores, encuadrándolos dentro del marco legal correspondiente”.
Una fuente de Atilra, además, comentó sobre la empresa: “Tiene 8 trabajadores inscriptos en Atilra con la categoría más baja y el resto en otros gremios como Uatre y Comercio para pagar menos cargas sociales. Hace trabajar a todos ellos entre 8 y 10 horas diarias y sólo le paga en blanco media jornada, o sea, cuatro horas diarias. El gremio viene negociando hace muchísimo tiempo con él pero es imposible llegar a un acuerdo por lo ridícula y absurda de sus propuestas”.
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