Por Fernando Aftalion (h) Para LA NACION
No es novedad que el sector agropecuario se encuentra abatido, desmoralizado, con un alto grado de descapitalización y hasta desorientado. Los motivos que llevaron al sector a esta situación ya son conocidos por todos. Pero es importante poner en perspectiva esta dura realidad con la evolución mostrada por el sector desde hace varios años.
El productor, aunque no todos, es de los más eficientes del mundo. Innovador, creativo y cuando tiene reglas de juego claras, mínima seguridad jurídica y previsibilidad, se lanza a invertir y producir en forma agresiva. Tiene también tiene sus falencias, la más evidente, tal vez, fue el haber subestimado el concepto de riesgo del negocio y no haber sido mas prudente reteniendo ganancias como reservas financieras.
La "exuberancia irracional" de los mercados financieros también tuvo sus cómplices y víctimas en las pampas, aunque estos ajustes debieran dejar las bases para un futuro crecimiento del sector más racional. Tampoco es nuevo que la actual política agropecuaria del Gobierno discrimina, maltrata y castiga al agro sin importarle estar sofocando a la gallina de los huevos de oro. Pero es momento de dar vuelta la página y garantizar condiciones normales para estimular el desarrollo y expansión del sector por la sencilla razón de que el agro no solo representa la ventaja comparativa del país, sino que también es quien permitirá a la economía salir de este marco recesivo por las ramificaciones directas e indirectas que genera.
La incógnita es si después de la euforia generada por el nuevo caudal de legisladores del agro y del recambio general de bancas, será posible diseñar un plan global para el sector. A modo de ejemplo, la carne argentina era nuestro orgullo, hoy nuestra vergüenza ¿Qué otros productos le seguirán? ¿Vamos a seguir permitiendo que los charlatanes de turno y su mediocridad definan los destinos del agro, o de una vez por todas dejaremos que aquellos que saben marquen el rumbo? ¿Será nuestra propia ineptitud sumada a rencillas internas quien dejará a otros tomar ventajas de un mercado global que demandará mas y mejores alimentos y seguramente a mejor precio? En esta nueva etapa institucional ¿quién tomará el liderazgo para decidir si queremos ser un país sojero, o productor de commodities de bajo costo con mayor tecnificación balanceando la agricultura, ganadería, lácteos y economías regionales? Cualquier decisión debiera además incluir, entre otros aspectos, los siguientes:
1) Un esquema de retenciones más realista por región y producto, además de incentivos fiscales teniendo en cuenta un razonable balance de la solvencia fiscal.
2) Un Senasa que pueda garantizar un estándar sanitario muy superior al existente y de máxima confiabilidad ¿tienen sentido las actividades que desarrolla el INTA, o debiera replantearse un rol mas activo en investigación a través de alianzas con empresas privadas para una mayor tecnificación y sustentabilidad del agro?
3) En los mercados internacionales no existe la marca Argentina en alimentos como tal. Hoy no estamos en condiciones de asegurarles a los compradores externos certezas de ningún tipo. ¿Quién liderará las misiones comerciales recomponiendo relaciones deterioradas y generando nuevos y mejores mercados? y ¿cómo vamos a garantizar la continuidad de las mismas, y más importante aún, el cumplimiento de los compromisos contraídos?
4) La banca privada y oficial debe replantearse su rol si pretendemos crecer incorporando mayores superficies, tecnología o valor agregado. Sin un financiamiento con plazos y tasas razonables no será posible crecer al ritmo de otros países.
5) La comunicación entre la Sagpya, entidades, cadenas comerciales e industria es una torre de babel. Debe ser proactiva y concretar en tiempo y forma propuestas consensuadas. ¿Está la Mesa de Enlace en condiciones de liderar este esfuerzo o debieran ser equipos técnicos neutrales?
6) La infraestructura en rutas, ferrocarril e hidrovía debe mejorar si aspiramos a superar los 100 millones de toneladas de granos; ¿serán los peajes, préstamos de multilaterales u otra fuente quien financie estas obras?
7) Las economías regionales con sus distintas realidades, urgencias y posibilidades deben tener una definición: ¿son estratégicos el valle del río negro, los biocombustibles, la caña de azúcar, algodón y arroz, sólo por nombrar algunos?
Los tiempos políticos son mucho mas cortos de lo que parecen y el horizonte de elecciones presidenciales también. Los políticos con posibilidades concretas de tener roles protagónicos deberán armar equipos para resolver estos temas críticos para el país.
El autor es empresario agropecuario
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