Integro Incrementar Consultoría Agropecuaria. Luego de la apertura del mercado chino para las arvejas de nuestro país, lograda por la interacción público-privada, se abre un mercado que este año alcanzará los 1,25 millones de toneladas y que tiene una proyección de importante crecimiento futuro dada la necesidad de proteínas por parte del gigante asiático, tanto para consumo como para su uso como ingrediente para la formulación de alimentos enriquecidos en sus niveles proteicos.
Aprovechar las ventajas competitivas de nuestro origen, donde no hay sustitución de cultivos, sino complementación, es una tarea de fundamental importancia.
China es altamente exigente en los tipos de procesos en los cuales se producen granos destinados al consumo humano. Vale como ejemplo que las sojas destinadas a la producción de alimentos de consumo humano directo no pueden ser GMO. Por lo tanto, el protocolo firmado exige estándares de producción y procesamiento de la mercadería donde la trazabilidad de origen y procesos productivos, así como los insumos utilizados juegan un papel fundamental en el mantenimiento de ese origen como destino principal.
En este sentido, la utilización de genética de ultima generación y el monitoreo de los cultivos son herramientas sumamente importantes a utilizar, ya que el negocio se va a sostener desde la productividad por hectárea y la sanidad de los cultivos, donde la presencia de bacteriosis, de insectos o de malezas son elementos que directamente van a imposibilitar la concreción de los negocios y que pueden llegar a comprometer la continuidad de ciertas áreas productivas, como factibles de producir mercadería para China.
Presencia de plagas, enfermedades o de malezas como Acanthoscelides obtectus o gorgojo, Pseudomonas savastanoi pv. Phaseolicola o tizón del tallo de la alfalfa, Pseudomonas syringae pv. Pisi o tizón bacteriano, Ammi majus L o falsa biznaga, Avena sterilis, Senecio madagascariensis o senecio, Centaurea solstitialis L o abrepuño amarillo y Chondrilla juncea L o yuyo esqueleto deben ser tenidas fuertemente en cuenta, tanto en su control a campo como en su limpieza en planta, según el caso, ya que su presencia es descalificatoria para el lote y para la zona de producción. Avisar del problema al exportador involucrado y al Senasa es la forma correcta de actuar.
A una oportunidad enorme se contrapone una responsabilidad productiva y de procesos de igual magnitud, de manera tal que nuestro origen pueda ir capturando porciones importantes de un mercado en fuerte crecimiento. Y en esto está involucrada toda la cadena productiva.