Las ráfagas de viento, que superaron los 140 km/h, dejaron estragos en La Pampa y en la provincia de Buenos Aires; silos galvanizados esparcidos por el suelo, galpones destruidos, molinos caídos y árboles que derribaron cables son algunos de los daños que provocó la feroz tormenta
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Las ráfagas de viento, que en algunos casos alcanzaron velocidades superiores a los 140 kilómetros por hora, causaron estragos en los campos en el sur y en el oeste de Buenos Aires y en el este de La Pampa. Silos galvanizados destrozados y dispersos por el suelo, techos de instalaciones agrícolas derribados, molinos caídos y árboles que, al desplomarse, rompieron la infraestructura y el cableado eléctrico son solo algunas de las impactantes escenas descriptas por los productores agropecuarios. Hoy comenzaron a evaluar daños sobre los cultivos.
Las imágenes que se conocieron por redes sociales, además, revelan la magnitud del desastre que provocó el temporal que se inició ayer por la tarde y que dejó 13 muertos en Bahía Blanca y heridos en la ciudad de Buenos Aires.
A las cinco de la mañana, el productor agropecuario Emilio Doiny cruzó la tranquera de su campo en la localidad del sur bonaerense de Berraondo, en el partido de Tornquist. Desde la ruta, había notado que faltaban dos molinos y vio cables de luz tirados por todos lados. Al llegar al lugar, vio que no estaban los seis silos de 180 toneladas de capacidad, el carro granero estaba dado vuelta y los animales dispersos por el campo. “Me subí al auto y me volví a Bahía Blanca porque tuve miedo que, al ver ese desastre, me agarrara un infarto estando solo en el campo”, relató.
La tormenta derribó en su propiedad más de 150 árboles, seis silos de 180 toneladas, dos molinos enteros, cinco silos de autoconsumo, el techo de una casa, el portón del galpón, un carro que dio vuelta y dos sinfines.
Desde los años 90 que el productor está a cargo del campo familiar que compró su abuelo y aseguró que nunca vio una cosa similar. “La tormenta dobló los silos como si hubieran sido de papel; rodaron y rompieron los corrales y ahí se mezclaron los 600 terneros que tengo”, dijo.
El meteorólogo Leo De Benedictis detalló que las ráfagas de viento alcanzaron una intensidad de hasta 150 kilómetros por hora. “La tormenta se inició en el sudeste de La Pampa, avanzó hacia el sudoeste de Buenos Aires y se desplazó hacia el noreste, llegando finalmente al centro-norte de Buenos Aires. También afectó a Santa Fe y Entre Ríos, aunque la intensidad más notable se registró en el sur, especialmente en Bahía Blanca”, dijo.
“A las nueve de la noche, cuando empezamos a ver que se volaban los comederos de las vacas y se caían los árboles, era imposible caminar, decidimos suspender el turno de ordeñe de las vacas. Evitamos lo que podría haber sido una tragedia porque al poco tiempo el viento voló la mitad de techo de la sala de espera del tambo”, contó a LA NACION el productor Hernán Francois, de la localidad De La Garma, en el partido bonaerense de Adolfo Gonzales Chaves.
“Es la primera vez que tenemos que suspender la actividad, pero la tormenta estaba haciendo desastres”, agregó. También, detalló, el viento voló un silo para alimentación de terneras y cayeron unos 20 arboles, algunos sobre las casas.
Mariano D’Amore, presidente de la Asociación de Ganaderos y Agricultores de Bahía Blanca, dijo que debido a los daños provocados por la tormenta y a la considerable cantidad de árboles caídos que derribaron los tendidos eléctricos, la información que les llega de los productores agropecuarios es “a cuentagotas”. Esto, comentó, dificulta realizar un relevamiento preciso sobre la cantidad de establecimientos afectados.
No obstante, aclaró que ya recibieron informes de una gran cantidad de productores que les manifestaron importantes pérdidas.
En las redes sociales, los productores dieron cuenta sobre los daños que dejó el temporal. Juan Martín Perkins compartió en su cuenta de X imágenes de un establecimiento de Mari Lauquen, en el partido bonaerense de Trenque Lauquen, en el que se ven unos eucaliptus caídos en una zona en donde había varios terneros, que según describe, milagrosamente se salvaron todos. En el video se puede ver cómo un grupo de personas trabaja para poder terminar de sacarlos a todos de entre las ramas.
Milagro en Marilauquen pic.twitter.com/0Vb7cG7PMQ
— Juan Martín Perkins (@JuanMPerkins) December 17, 2023
“Arrasó con todo”, se lamentó el ingeniero agrónomo Enrique Méndez, que no sabe por donde empezar para describir el desastre que provocó el temporal en el campo en donde tiene un criadero de cerdos en Trenel, La Pampa. “Tiró los molinos, los silos, las líneas de luz, aplastó la maquinaria, arrancó las puertas y los techos de los balcones”, dijo. El criadero quedó prácticamente sepultado bajo los árboles que cayeron al suelo. Abajo, explicó, se encuentran las cerdas con sus crías y los cajones de destete. Agradeció que todos los animales sobrevivieron, pero le quedan varias horas para despejar la zona.
“Esto te desgasta anímicamente porque le ponemos mucho esfuerzo y energía a lo que hacemos para después encontrarte con todo tirado en el piso”, expresó. El productor estima que, por la magnitud del desastre, podrían pasar varias semanas sin suministro eléctrico, lo que es crítico para las producciones intensivas.
A Federico Cobreros, presidente de la Sociedad Rural del departamento de Quemú Quemú, en La Pampa, el viento le arrastró unos dos mil metros uno de los silos de casi 70 toneladas de cereal que estaba vacío. Quedó tirado, todo destrozado en el campo del vecino. De los cuatro silos que tenía, solo uno le quedó en buen estado. “Los productores nos comparten imágenes de episodios terroríficos. La tormenta hizo un desastre. Son muchos los establecimientos afectados, pero todavía es todo muy reciente para hacer un relevamiento preciso”, dijo.
El productor contó que contactó a una empresa que se encarga de limpiar montes para contratar el servicio, pero desde la firma le advirtieron que iba a tener que esperar porque había mucha demanda.
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