Gustavo Idígoras, presidente de Ciara-CEC, advirtió en el Congreso Internacional de Maíz que el Gobierno puede enfrentar otra crisis de ingreso de dólares si se extiende la falta de lluvias y no hay maíz para exportar en marzo de 2023
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Tras el boom del dólar soja, por el que la agroexportación liquidó divisas por más de US$8100 millones en septiembre, el Gobierno enfrenta una amenaza sobre las reservas del Banco Central si persiste la falta de lluvias en la región agrícola núcleo.
“Aquellos que quieran cambiar computadoras y celulares, háganlo antes de diciembre”, recomendó hoy Gustavo Idígoras, presidente de la Cámara de la Industria Aceitera de la República Argentina (CIARA) y del Centro de Exportadores de Cereales (CEC) ante un auditorio de 500 personas que lo escuchaban en el Congreso Internacional de Maíz, que concluyó hoy en Córdoba.
El consejo del titular de las cámaras que agrupan a las empresas agroexportadoras se relaciona con el atraso de la siembra de maíz de primera a raíz de la escasez de precipitaciones, que puede derivar en una baja de las exportaciones del cereal que se concretan a partir de marzo próximo.
En forma implícita, Idígoras dio a entender que, si no se revierte el panorama, el Gobierno no tendrá otra opción que ajustar los controles a las importaciones hasta que ingrese al circuito comercial la soja y sus derivados, a partir de mayo de 2023.
La Bolsa de Cereales de Buenos Aires dijo hoy que hay un importante retraso de la siembra de maíz temprano y redujo en 200.000 hectáreas respecto de su anterior estimación la superficie sembrada con el cereal, que llegaría a 7,3 millones de hectáreas, unas 400.000 hectáreas menos que en la campaña 21/22.
En tanto, el presidente de CIARA-CEC contó que la inquietud de los funcionarios del Banco Central ya se está haciendo presente desde ahora tras la liquidación récord en septiembre por el dólar soja. “Me llaman para conocer el movimiento de camiones con maíz hacia el puerto y les explico que buena parte de esa mercadería ya fue pagada por la exportación por los mecanismos de prefinanciación”, contó.
Idígoras destacó que la Argentina pasó de ser un país sojero a uno maicero. “Este año, por primera vez exportamos en volumen más maíz que soja, con 40 millones de toneladas”, señaló e informó que el complejo maicero supera en ingresos de divisas a la industria automotriz.
Explicó que la Argentina tiene abiertos para el maíz 118 mercados y que en el mundo están pendientes de lo que ocurra con el cereal. “Vietnam necesita del maíz argentino para darles de comer a las tilapias (peces) con las que se alimenta su población”, dijo como ejemplo.
Sin embargo, contó que cada vez que los negociadores diplomáticos argentinos se reúnen con sus pares de otros países para hablar sobre el maíz, inevitablemente les preguntan: “¿'ustedes nos aseguran que en los próximos cinco años no van a poner cupos o van a prohibir exportar’? Ante eso, cambian de tema”, dijo. “Ya hay comprometidas para exportar diez millones de toneladas, pero con los volúmenes de equilibrio, que en rigor es un eufemismo para no llamarlos cupos, ¿podremos exportar los otros 30 millones de toneladas?”, se preguntó y recalcó: “hay una gran inestabilidad; necesitamos que gane quien gane en las próximas elecciones, a partir del 11 de diciembre de 2023 no haya más cupos de exportación ni fideicomisos” y exclamó: “la Argentina se tiene que reconocer como una potencia agroalimentaria”, lo que provocó aplausos del público entre los que se encontraban productores agropecuarios y jóvenes estudiantes de escuelas agrotécnicas.
Mercado de granos
En la charla, participó vía zoom desde Indonesia, el consultor argentino experto en commodities Ivo Sarjanovic, quien analizó la situación del mercado internacional de maíz. Destacó que se producen unos 1200 millones de toneladas de maíz a nivel mundial, de las cuales corresponden un 50% a Estados Unidos y China. El comercio del cereal, a su vez, comprende unos 110 millones de toneladas.
“Un 15% de la producción ya se destina al etanol”, destacó el experto, lo que revela la importancia que alcanzó el cereal para su uso como biocombustible. No obstante, dijo que la expansión del biodiesel hidrogenado proveniente de la soja le puede poner un techo a ese crecimiento.
Sarjanovic explicó que China viene bajando los stocks internos de maíz desde 2017 y se convirtió en un importador neto del cereal. Y se lamentó que la Argentina no le venda el cereal al gigante asiático como tampoco lo hace con la harina de soja. Idígoras explicó que eso se debe a un acuerdo fitosanitario que firmó la Argentina con China que incluyó productos de protección de cultivos que el país asiático no aceptaba. No obstante, consideró que la falta de acceso al mercado chino obligó a la Argentina a diversificar destinos.
El experto en commodities también describió la situación de inestabilidad que se vive en la zona del Mar Negro por la guerra. “Ucrania, junto con Brasil, es el país donde más había crecido la exportación de maíz; por el momento, el corredor humanitario [que pactaron Rusia y Ucrania en Turquía] está funcionado y la infraestructura ucraniana para exportar no está deteriorada”, señaló. No obstante, indicó que la situación bélica en la región es inestable y no es posible establecer si habrá una tendencia bajista o alcista.
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