Se trata de la mosca del Mediterráneo, que se detectó en la zona de Tupungato, Mendoza; el control es clave para atender los mercados
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MENDOZA.- La sorpresiva presencia de la mosca de los frutos en una región clave de la provincia cuyana puso en alerta a las autoridades del sector. Así, se activó un plan de emergencia fitosanitaria en la comuna de Tupungato para contrarrestar el avance de la reconocida plaga. La medida fue resuelta por el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa), de la mano del Instituto de Sanidad y Calidad Agropecuaria de Mendoza (Iscamen).
En diálogo con LA NACION, desde el organismo provincial buscaron llevar calma y dejaron en claro que en estos casos se trabaja rápidamente para evitar que la situación se torne más compleja en zonas aledañas. “Los planes de emergencia son parte normal de los operativos establecidos en los operativos de control de la plaga. Son parte de mantener activo un sistema de vigilancia y monitoreo y de establecer acciones rápidas”, explicó Guillermo Azín, secretario técnico de Iscamen, quien aseguró que Chile está transitando por una situación similar. “Estas acciones evitan que la plaga se disperse a otros puntos, ya considerados como libres”, acotó.
Lo que se detectó fueron ejemplares adultos de la mosca del Mediterráneo (ceratitis capitata wied) en la red oficial de trampeo en el departamento del Valle de Uco, una de las zonas productivas más importante de Mendoza y que venía sin alteraciones al respecto.
Así, el Senasa estableció, mediante la Resolución 403/2024, la instrumentación de un plan de emergencia fitosanitaria focalizado que busca agilizar y facilitar las medidas de control de la plaga en el lugar, aunque, aclararon las fuentes, “no implica la pérdida de la condición de área libre del mencionado oasis”.
La presencia de la mosca de los frutos se localizó en una trampa de la red de vigilancia operada por el Iscamen, lo que activó las alertas y el aviso inmediato al Senasa para poner a rodar las acciones de emergencia, basadas en la normativa nacional e internacional, las cuales disponen establecer una zona reglamentada de 7,2 km de radio, con atención puntual en el área donde se detectó la plaga.
Frente a este escenario, las acciones de campo consistieron en la recolección y posterior enterrado de los frutos caídos, descarga de frutos hospedantes de la mosca y remoción del suelo bajo la proyección de la copa de los árboles. “Se realizó además la aplicación de productos fitosanitarios autorizados, el incremento de las liberaciones de insectos estériles, las labores de muestreo de fruta, la instalación de nuevas trampas y actividades de difusión informativas en los domicilios”, indicaron desde el Iscamen.
En este sentido, con el objetivo de contener aún más la situación y poder desarrollar a fondo los procedimientos y brindar una atención directa a los productores locales se habilitará una oficina temporal, con personal especializado de ambos organismos en el anexo de la Casa de la Cultura, en Tupungato.
Daño
El daño lo produce la larva de esta mosca que se alimenta de la pulpa del fruto, dejando en su interior todos sus excrementos, además de servir de vía de contaminación para distintos tipos de hongos, los cuales generan putrefacción y la consiguiente caída al suelo antes de tiempo.
“Los planes de emergencia fitosanitaria son implementados en todas las áreas libres de mosca de los frutos del mundo, a partir de detecciones de ejemplares silvestres y que su implementación no significa la pérdida de la condición fitosanitaria de la región, sino por el contrario, implica una serie de medidas para proteger las áreas reconocidas internacionalmente”, aclararon desde el Ejecutivo mendocino.
En la provincia cuyana, la condición de área libre de mosca de los frutos de los oasis Centro y Sur permitió a la producción frutícola contar con importantes beneficios económicos, tanto por la eliminación de tratamientos cuarentenarios, como también por la oportunidad de negocios que abren mercados diferenciados, en este caso, el ejemplo es la región patagónica, con restricción por moscas de los frutos. “Mantener las áreas libres de plagas es un proceso permanente de alta complejidad, realizado en cumplimiento de los lineamientos internacionales”, indicaron desde el Iscamen.
Mendoza es reconocida internacionalmente por el control de esta plaga, lo que permite la apertura comercial para los productos frutihortícolas locales. En la actualidad, la mayor parte del territorio local se mantiene libre de la mosca del Mediterráneo, con reconocimiento de EE.UU., China y Chile.
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