La voz de Carlos Gardel cultivó muchos géneros musicales, pero brilló y perdura a través de los años por su legado tanguero. ¿Solo por el tango? Gardel fue también un destacado cultor de la música criolla y campera, como nuestro "gaucho mayor", y en todo rincón gaucho se escuchan los ecos de su voz.
Nos cuenta Enrique Cadícamo en su milonga "El morocho y el oriental": Aquí traigo una yunta que cantando hace primores: este mozo es el "Morocho" y éste "Pepe el Oriental. De esta manera quedaban presentados en un café cincuentón de la calle Olavarría, Carlos Gardel (el Morocho) y José Razzano (el Oriental).
Razzano fue un cantor uruguayo nacido en 1887 y radicado en Buenos Aires a comienzos del siglo XX. En época del Centenario se vinculó con Carlos Gardel y en 1914 subieron al escenario del teatro El Nacional. Actuaron hasta 1925. Cultivaron un repertorio musical de temas folklóricos y tonadas criollas (el público en lugar de cantores, los llamaba tonadistas).
Frecuentemente Gardel ofrecía sus espectáculos vestido de gaucho y son incontables las ilustraciones, películas cinematográficas y partituras musicales que así nos lo muestran. Mejor que "vestido" algunos dicen "disfrazado", pues Gardel no era gaucho de nuestras pampas. Sí, pulsaba la vihuela, pero no tenía caballo, aunque no podemos ignorar aquel noble potrillo que, "Por una cabeza/ afloja al llegar". Cuando el "zorzal criollo" actuaba en Europa y en Estados Unidos los hábitos gauchescos le eran solicitados por el público, ávido por conocer cómo se vestían en aquellas pampas. Rescatemos algunos temas de aquel repertorio: "Claveles mendocinos", zamba de Pelaia; "Guitarra, guitarra mía"; "El sol del 25"; "Caminito soleado", y algunas chacareras de Chazarreta, temas con los que recorrieron casi todo el país. Recordemos, "La uruguayita Lucía": Ningún gaucho más/ pudo alcanzar/ el corazón de Lucía/ El gaucho le pidió el corazón/ ella le dio el alma entera. El 1º de marzo de 1929 Gardel grabó "Cruz de palo": Juntito al arroyo,/ besao por los sauces/ se alzan junto a un sauce/ dos palos en cruz..." (Cadícamo y Barbieri).
Durante sus primeros diez años de cantor, Gardel nunca cantó un tango, no por falta de vocación; es que el tango era entonces un género musical en pañales, sobre todo el cantado. Es necesario detenernos en el año 1915 para comprender su posterior evolución. El poeta Pascual Contursi toma la música de un tango de Samuel Castriota (Lita), le pone letra y lo bautiza: "Mi noche triste (Percanta que me amuraste)".No solo se extiende la difusión del idioma lunfardo y se crea el tango canción, se implanta el tema del amor rechazado (La mujer que yo quería con todo mi corazón/se me ha ido con un hombre que la supo seducir) o del implorado (¿Dónde estás?/para decirte que hoy he vuelto arrepentido/a buscar tu amor).
Hay tangos anteriores a Mi noche triste jocosos, divertidos quizá como: "Yo soy la morocha, soy la que al paisano/muy de madrugada/ brinda un cimarrón" (Villoldo), o mejor: "El trece": ¡Qué lindo es bailar/ un tango dormilón/ gozar, soñar, vivir, sentir/ las vibraciones del corazón!
Pero no son muchos estos tangos tempraneros, que José Gobello denomina precontursianos. Carlos Gardel estrenó "Mi noche triste" en el Teatro Maipo, en 1917. Y después sí, paulatinamente, se fue convirtiendo en cantor de tangos. Había comenzado como cantor criollo. Por esto nos preguntamos: ¿Aquello de que, "cada día canta mejor", a cuál de los dos estilos se refiere? Seguramente a los dos.
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