Según la Bolsa de Cereales de Buenos Aires, en un escenario de impacto más severo afectaría 1,2% del PBI; un grupo de productores prevé una merma de casi US$2000 millones en las exportaciones. Reclamo por las retenciones y la brecha cambiaria
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Siguen conociéndose nuevos estudios sobre el impacto que dejará la sequía sobre la economía argentina y los productores. Por un lado, un grupo de productores de todo el país, entre ellos donde está el exministro de Agricultura Luis Miguel Etchevehere, dio a conocer un informe en base a técnicos que refleja que las exportaciones agrícolas podrían bajar en unos US$2000 millones versus el ciclo productivo anterior.
Por su parte, la Bolsa de Cereales de Buenos Aires estimó, entre otros cálculos, que el valor exportado por las cadenas de cultivos extensivos podría disminuir entre 1998 y 2507 millones de dólares como consecuencia de la sequía. Además, calculó una merma en la utilidad de los productores de entre US$1312 millones y 1357 millones de dólares. El impacto del fenómeno en términos del PBI podría ir del -0,6 al -0,8%. Incluso se podría estirar a -1,2%.
De acuerdo al informe del grupo de productores, que hizo una proyección con tres escenarios, podrían bajar 6, 8 o 10 millones de toneladas la cosecha de maíz. En tanto, la de soja se podría reducir 4, 6 u 8 millones de toneladas.
En este contexto, sobre exportaciones por US$37.454 millones en el ciclo 2020/2021, las ventas al exterior del agro (con trigo, cebada, girasol, maíz y complejo soja) podrían caer un 1, 5 o 10%. En el caso de que la poda de las exportaciones sea del 5%, ahí la baja en las ventas al exterior sería de 1991 millones de dólares.
En tanto, si se concretara una baja de las exportaciones del 10%, en esta situación se perderían US$3631 millones por exportaciones.
En el trabajo se aclaró que “la caída en las exportaciones de maíz y soja y subproductos es compensada por el aumento de precios respecto a la campaña pasada y al aumento de producción (y por ende exportaciones) de trigo, harina de trigo, cebada y girasol”.
Etchevehere señaló que con este trabajo se busca “demostrar que es insostenible la producción con la combinación de diferentes tipos de cambio y retenciones”.
“Lejos de fomentar la producción, se la está reduciendo mientras nuestros vecinos (por los países competidores) la incrementan”, agregó. Señaló que los naciones competidoras acceden sin problemas a maquinarias más baratas que en la Argentina y a insumos sin inconvenientes.
“Hoy la suba en la soja la aprovechan Brasil, Uruguay, Paraguay porque reciben el precio lleno (no tienen retenciones ni brecha cambiaria). Los US$567 (valor en Chicago) no llegan al productor. De lo que afuera vale US$567 el productor percibe unos US$200″, acotó.
Otro informe
En tanto, en su informe la Bolsa de Cereales porteña realizó estimaciones en base a un escenario base (57,6 millones de toneladas de maíz y 48,5 millones de toneladas de soja), otro moderado (49,4 millones de toneladas en maíz y 42 millones de toneladas en soja) y un tercer severo (43,7 millones de toneladas en maíz y 37,6 millones de toneladas de soja).
“Estos shocks de producción en soja y maíz producirían una caída del Producto Bruto Agroindustrial (PBA, sumando las 6 cadenas de cultivos extensivos) del orden del 6,1% en el caso de una sequía moderada, y del 9% en una severa, en relación al escenario base. Ello significaría una disminución de 2726 y 3830 millones de dólares, respectivamente”, indicó.
Según precisó, “tomando la proyección del FMI para el PBI de Argentina en 2022 (US$483.770 millones), el escenario moderado tendría un impacto de -0,6% del PBI (2726 millones de dólares), mientras en el escenario severo la afectación sería de una caída del 0,8% del producto (3830 millones de dólares)”.
“Es importante destacar que estas cifras incorporan el crecimiento de los precios de exportación como consecuencia de la menor oferta a nivel internacional devenidas de las menores cantidades producidas por Argentina. Ello resulta en que el aumento en los precios internacionales compensaría en parte la caída en el PBA debido a la disminución estimada en la producción”, destacó el trabajo.
En este contexto, alertó que “si no se considera el efecto positivo en los precios y se mantienen estos en los niveles actuales, el impacto de la sequía más severa sobre el PBA total podría alcanzar US$5903 millones, lo que llegaría a representar una caída del 1,2% del PBI estimado para 2022″.
Sobre los productores señaló: “Los mayores efectos recaen sobre la producción primaria, con una caída de US$1312 millones de dólares en la utilidad de los productores para el caso moderado y 1357 millones para el más severo, o incluso 3137 millones de dólares en un caso severo sin incremento en precios”.
El Estado también vería menor recaudación. “Los recursos fiscales disminuirían entre 769 y 951 millones de dólares, según sea el escenario de sequía moderado o severo”, afirmó.
Respecto del valor exportado por las cadenas de cultivos, “podría disminuir entre 1998 y 2507 millones dólares como consecuencia de la sequía en relación al escenario base”.
“Nuevamente, en el escenario de sequía severa el efecto negativo sobre las cantidades se vería compensando en parte, por el aumento de los precios internacionales. De omitirse este efecto, el impacto podría duplicarse, alcanzando US$5019 millones de dólares; es decir, una caída de casi el 14% en comparación al escenario base”.
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