Una cámara de la industria frigorífica alertó que, en medio de la cuarentena por el coronavirus, hay curtiembres que no están retirando los cueros de los establecimientos faenadores. Agregó que esto ocasiona problemas en las plantas frigoríficas y que podría derivar en inconvenientes para la faena y suba de los precios en la carne al público.
Los trabajadores que realizan el retiro de los cueros para las curtiembres no habían quedado exceptuados de la cuarentena como el resto de las actividades agropecuarias. Sin embargo, después se los incluyó. La cuestión es que, según fuentes de los frigoríficos, los operarios decidieron igual no hacer su tarea habitual.
"A la fecha, muchas curtiembres no reciben los cueros y las pocas que aun lo reciben a valor cero anunciaron que en breve (pocos días) dejarán de recibirlos", alertó en un comunicado la Cámara Argentina de la Industria Frigorífica (Cadif).
Junto a este problema se agrega la poca disponibilidad de sal, dicen en el sector, para hacer la protección de los cueros. Esto porque los trabajadores de la actividad vinculada con la sal están cumpliendo el aislamiento por la cuarentena.
También se añaden dificultades porque el Ceamse no permite allí la disposición de los cueros y se dio marcha atrás con un decreto del anterior gobierno que autorizaba un cupo para exportar sin retenciones.
"El Ceamse aun no permite la disposición final de los cueros frescos, los cuales (sorpresivamente) han dejado de ser una materia prima con valor comercial y han pasado a ser un desperdicio de costosa, riesgosa o imposible disposición", dice Cadif.
Añade que "la faena será una misión imposible para muchas plantas frigorificas, lo que impactará en el abastecimiento y, por supuesto, en los precios de la carne al público".
En este contexto, Cadif pidió la "urgente" autorización para la disposición en el Ceamse, "garantizar la provisión de sal, elemento esencial para evitar la putrefacción de los cueros" y "autorizar la exportación de cueros sin curtir (frescos, salados y wet blue) libre de derechos arancelarios de exportación".
Por su parte, la Cámara Argentina de Matarifes y Abastecedores (Camya) también alertó por los problemas con el cuero. "Nos encontramos con un impedimento central que no solo incrementará los costos de producción, sino que puede provocar en el corto plazo la paralización de esta, con el consecuente desabastecimiento, especulación y aumento de precios", expresó la entidad.
La entidad añadió: "Solicitamos la inmediata solución de esta problemática, instando a las curtiembres a normalizar sus operaciones y servicios o que encontremos por parte del Estado un acompañamiento y solución al menos transitoria para no parar la Industria y la comercialización".
LA NACIONTemas
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