En el sector piden que la baja en el plazo para liquidar divisas de exportaciones generadas con mercadería importada de manera temporaria, medida que según trascendió anunciará el Gobierno, no venga acompañada de un mecanismo de preautorizaciones
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Los exportadores de granos y subproductos quieren que los cambios que hará el Gobierno en los plazos de la liquidación de las divisas generadas con mercadería que provino de importaciones temporarias, como en soja, no afecten la operatoria de las plantas. Rechazan que eventualmente haya que cumplir con preautorizaciones para el ingreso del producto.
Según trascendió, el Gobierno, necesitado de dólares, modificará el régimen de admisión temporal para que la liquidación de las divisas que vinieron por exportaciones tras usar esta herramienta baje de 360 a 120 días. Se trata de una entre otras medidas en carpeta como el pase de 34 posiciones arancelarias de Licencia Automática (LA) a Licencia No Automática (LNA).
La industria aceitera importa de la región soja para procesar cuando falta mercadería, apuntar a una mejora en la calidad o para algún otro requerimiento puntual. Es un régimen intraMercosur que no tiene derecho de importación. De acuerdo a la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR), en los primeros seis meses del año se importaron con ese esquema 2,12 millones de toneladas, en su mayor parte de Paraguay, por debajo de las 2,95 millones de toneladas de igual lapso de 2021. Influyó la menor producción regional por la sequía. En valor, en tanto, para las compras a Paraguay se destinaron US$1406 millones, una cifra inferior a los 1595 millones de dólares del mismo período del año pasado.
“Los plazos no son un problema, pero no debe haber preautorizaciones porque eso pone en riesgo la industrialización y la exportación y, por lo tanto, miles de puestos de empleo. Plantearemos esto a las autoridades esta semana”, dijo a LA NACION Gustavo Idígoras, presidente de la Cámara de la Industria Aceitera y el Centro de Exportadores de Cereales (Ciara-CEC).
“Desde Ciara consideramos que el Estado debe controlar el correcto uso de la admisión temporaria; todas las fábricas están abiertas para recibir nuevas inspecciones. El camino es el control y no la restricción”, agregó.
En este contexto, el presidente de Ciara-CEC después remarcó: “Los plazos de 360 días [actuales] son para todo tipo de admisión temporaria incluyendo la soja para industrializar y exportar. La industria puede adaptarse a plazos menores, pero no es factible seguir exportando si no hay autorizaciones automáticas. El Estado tiene amplia facultades de control de la admisión temporaria en soja y puede amplificarla cuando quieran”.
En la Bolsa rosarina destacaron que el régimen de importación en el caso del complejo de la soja “está lejos de ser un factor de presión de la balanza de pagos argentina”.
“La importación de soja tiene por fin la industrialización y exportación hacia los diversos mercados externos que abastece la Argentina”, agregaron en la entidad.
Más allá de la iniciativa del Gobierno por acelerar los plazos de liquidación de divisas para quienes utilizan el sistema, según señaló la BCR en un reciente informe, en el caso de la soja la importación está en niveles mínimos en cinco años. En rigor, el volumen más alto se dio en 2019 con 3,54 millones de toneladas importadas.
La soja llega en su mayoría de Paraguay, pero también de Brasil, Uruguay y, según los años como en 2019, de los Estados Unidos. En lo que va de 2022, la menor importación estuvo asociada a los problemas por la sequía en Paraguay.
“La producción de soja en Paraguay cayó más de un 57%, pasando de 9,9 Mt a 4,2 Mt producidas en la campaña actual. Consecuentemente, las importaciones desde nuestro vecino del norte cayeron casi un 55%, pasando de 2,74 Mt en el primer semestre del año 2021 a 1,24 Mt en el mismo semestre del 2022. La soja proveniente de Brasil también mostró una merma del 13%, totalizando 0,17 Mt en el primer semestre del año”, indicó la BCR en su reporte. Hubo una suerte de compensación con Uruguay, pero no alcanzó.
“Parte de la caída importadora fue compensada con soja de Uruguay. Hasta ahora, nuestro vecino oriental había exportado soja a Argentina sólo en 2017. En la primera mitad de este año, Uruguay exportó 0,53 Mt de soja a la Argentina, cerca de un cuarto de su cosecha 2021/22, compensando parte de la fuerte merma de importaciones paraguayas”, añadió el reporte.
Los exportadores necesita que se aceleren las ventas de soja por parte de los productores argentinos, que vienen atrasadas. Hoy, la Secretaría de Agricultura de la Nación marcó una ralentización de las ventas semanales de soja 2021/2022 al reportar operaciones entre el 11 y el 17 del actual por 256.400 toneladas, un 54,68% menos que las 565.800 toneladas comercializadas entre el 4 y el 10 de agosto. Ahora, el volumen total negociado ascendió hasta las 22.385.800 toneladas de la oleaginosa, un 19,74% por debajo de las 27.893.100 toneladas adquiridas entre la industria y la exportación a igual momento de 2021. Cabe recordar que la actual cosecha fue de 44 millones de toneladas, según la estimación oficial, un 4,35% menor que la producción del ciclo 2020/2021, de 46 millones de toneladas.
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