En Brandeburgo, región vecina a Berlín, las autoridades sanitarias de ese país encontraron un foco de la enfermedad en tres tres búfalos de agua; se establecieron ‘zonas de restricción’ alrededor del brote afectado
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Luego de 14 años de mantener bajo control la fiebre aftosa en toda la Unión Europea (UE), Alemania detectó un brote de la enfermedad en búfalos de agua cerca de Berlín, la capital del país, que constituirían los tres primeros casos hallados en la Unión Europea desde 2011, según informaron las autoridades este viernes a la agencia AFP. En tanto, en Alemania no se había detectado ningún caso desde hace 37 años.
“El foco de la enfermedad se encuentra en la región de Brandeburgo, vecina de Berlín. Estos son los primeros reportes de esta enfermedad en Alemania desde 1988″, dijo el portavoz del Ministerio de Agricultura alemán, Michael Hauck.
Según las autoridades regionales, la enfermedad se detectó en tres búfalos de agua. “Se han establecido ‘zonas de restricción’ alrededor del brote afectado”, señaló Hauck. “Esta enfermedad no es peligrosa para los humanos que consumen carne y productos lácteos, pero los hombres pueden transmitir la enfermedad”, agregó.
En este sentido, en el gobierno alemán indicaron que se trata de una las enfermedades de origen viral más contagiosas y por lo tanto puede conllevar grandes pérdidas económicas.
En 2007, el Reino Unido llegó a sacrificar más de 2000 animales para luchar contra la enfermedad, según el gobierno británico. En tanto que Bulgaria en 2011 tuvo que sacrificar otros cientos después de una epidemia de aftosa. Ese fue el último caso conocido en la Unión Europea, según la Organización Mundial de la Salud Animal (WOAH, por sus siglas en inglés).
Destacaron que Alemania empezó la cría de búfalos de agua en la década de 1990, según las autoridades de Berlín. “Estos animales son apreciados por su leche y carne y además se utilizan para controlar el crecimiento de la hierba en los campos”, informaron.
Que es la aftosa
Esta enfermedad virósica ataca principalmente a animales con pezuña partida (hendida), como bovinos, ovinos, cerdos y caprinos, entre otros. Si bien no siempre es mortal, provoca fiebre y úlceras en forma de ampollas en la lengua, labios, boca, ubres y entre las pezuñas. El organismo causante es un aftovirus de la familia Picornaviridae.
Si un animal está infectado, sus síntomas le generan una dificultad para comer, por lo que automáticamente pierde mucha ganancia de peso, sumado a la complicación para moverse por la molestia de las ampollas en sus extremidades.
Mientras es endémica en varios países de Asia y en gran parte de África y Medio Oriente, en Sudamérica la mayoría de los países, incluida la Argentina, han aplicado la zonificación y son reconocidos como libres de fiebre aftosa, con o sin vacunación. Actualmente, según la Organización Mundial de Sanidad Animal (OMSA), solo Australia, Nueva Zelanda, Indonesia, Centroamérica, Estados Unidos y Europa Occidental están libres de fiebre aftosa, “sin embargo, la enfermedad puede ocurrir esporádicamente en áreas típicamente libres”. La Argentina vacuna al norte de la Patagonia, mientras esa región es libre de la enfermedad sin vacunación.
Según el consultor ganadero Víctor Tonelli, básicamente Alemania es un productor de consumo local y el 80% o más de lo exporta, lo hace dentro de países de la Unión Europea. Sus principales clientes son Países Bajos, Francia y España.
“Pero no exporta mucho, como máximo entre 300 y 350 mil toneladas anuales. Ahora, sin duda alguna, el caso genera un ruido importante. Entre otras cosas porque es una alerta no solo para Alemania, sino para la Unión Europea y para el mundo. Por lo tanto, es un tema que sin duda alguna va a generar ruido. Hay que ver después cómo lo controlan y cómo termina, pero en principio hace ruido, hace ruido”, insistió el experto.
En cuanto al impacto, Tonelli señaló que este puede ser positivo o negativo. “Nunca se sabe cuando aparecen estos casos. Positivamente, puede impactar en una mayor demanda de los países que ahora no recibirán carne vacuna de Alemania y a lo mejor eso influye algo en los valores. Y, negativamente, porque en principio impacta en el consumo y en el comercio y, muchos que estaban comercializando a lo mejor entran en una suerte de pánico y temor o en una disminución de movimientos hasta que esto se aclare”, indicó.
“La verdad, es difícil saber qué impacto va a tener, pero impacto va a haber. Incluso, en el llamado de atención o alerta de otros países que a lo mejor hoy no están mirando el tema con profundidad y se planteen que entonces la aftosa sigue viva, que hay que tener cuidado, que a lo mejor que hay que ser más cuidadosos en las importaciones, en el manejo de animales, en el control o en la vacuna como protección. Esto brote puede derivar en muchos casos. Lo que sí está muy claro que la probabilidad de que la carne vacuna (carne, músculo) contagie el virus, es uno en un millón, nada. Se utilizó mucho más a la presencia de la enfermedad como barrera paralancelaria que el efecto de evitar contaminaciones”, sentenció.
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