Si el universo de empresas jóvenes y startups se alimentan del capital semilla y del capital de riesgo para desarrollarse y crecer, en un futuro cercano captar nuevos fondos podría ser más restrictivo y oneroso.
Algunos indicadores macro del mercado financiero en los Estados Unidos muestran evidencias de exceso similares a crisis anteriores (2001 y 2009).
Impulsado por una política monetaria agresiva de la Reserva Federal, desde 2009 el índice Nasdaq de la bolsa norteamericana se apreció más del 400% mientras que el S&P 500 un 300%. Así el ratio de capitalización bursátil respecto al PBI (el preferido por Warren Buffet) está en un nivel récord de 150%.
Además, el nivel de deuda corporativa respecto al PBI alcanzó el récord del 45% mientras que el rendimiento de los bonos "basura" o high yield llegó a niveles mínimos por debajo del 5% anual.
Mark Twain decía "la historia no se repite...pero rima". Al mismo tiempo, durante el 2018 las empresas de tecnología levantaron US$131.000 millones (superando así al último récord de 100.000 millones en 2000 durante el boom de las puntocom), monto que pudo ser "descargado" en US$120.000 millones en los mercados de capitales vía oferta pública de acciones.
Sin embargo, jugadores de peso en capital de riesgo muestran cierto nerviosismo ante una eventual corrección de mercado que frene las salidas a la bolsa y las inyecciones de capital ante un replanteo de las valuaciones, no solo de las empresas más grandes sino de todo el espectro tecnológico.
En el mercado local, no sería mala idea anticiparse a este posible escenario con planes de negocios alternativos y mayores reservas de caja.
El autor es socio de Grupo Agrarius (www.grupoagrarius.com)
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