Un grupo de entidades del agro expresó su preocupación por una medida judicial de restricción a la aplicación de agroquímicos que, además de afectar a los productores, impide la continuidad de ensayos en el INTA Pergamino porque el lugar quedó dentro del área comprendida por la Justicia. También advirtieron que no se pueden hacer prácticas en instituciones educativas ligadas con el campo y en empresas de insumos que también quedaron dentro del radio.
Hace un año, la Justicia de San Nicolás, tras una presentación judicial, prohibió el uso de agroquímicos a 1095 metros de la zona urbana. Esa medida afectó a unos 100 productores con unas 6000 hectáreas. Pero, además, al INTA Pergamino.
En un documento, la Asociación de Ingenieros Agrónomos del Norte de Buenos Aires, Coninagro, la Filial Pergamino de Federación Agraria Argentina, Grupo CREA Arroyo del Medio, Grupo CREA Pergamino, Coninagro, productores afectados por la norma, Sociedad Rural de Pergamino, Regional Aapresid Pergamino-Colón y la Sociedad de Cerealistas del Norte de la Provincia de Buenos Aires detallaron los perjuicios para el INTA y otros actores del sector.
Sobre el INTA Pergamino, las organizaciones del agro indican: "Hoy su capacidad de trabajo está muy afectada por la medida. Los ensayos, algunos de los cuales tienen el inmenso valor de perdurar en el tiempo para evaluar los efectos de las distintas prácticas en el largo plazo, no pueden ser continuados porque están impedidos de usar los agroquímicos requeridos, autorizados por Senasa. Se corre el riesgo de perder información única que será imposible de recuperar si no se revierte de inmediato la medida precautoria. Tampoco se pueden realizar los estudios sobre el movimiento de los agroquímicos en el suelo, los que suministran la información indispensable para establecer con bases científicas, el impacto de su utilización en el ambiente".
Además, detallan la situación de la Escuela de Ciencias Agrarias, Naturales y Ambientales dependiente de la UNNOBA y la Escuela de Educación Secundaria (EESA N°1) Lorenzo R. Parodi.
"En la primera se forman ingenieros agrónomos y en la segunda técnicos agropecuarios. Ambas unidades académicas no pueden realizar las prácticas que establecen los respectivos planes de estudios por las prohibiciones establecidas, lo que afecta a la adecuada formación de ambos tipos de profesionales", indicaron.
"Asimismo en el área de prohibición, se localizan importantes empresas que desarrollan tecnologías, especialmente de semillas mejoradas. Las actividades de mejoramiento, mantenimiento y multiplicación de los materiales básicos, están seriamente afectadas, impidiendo la llegada de estas tecnologías a los productores", alertaron.
Las organizaciones destacan que con todas las normas de seguridad los productores, las instituciones y empresas pueden operar y piden por ello.
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