Con una sequía persistente y según la zona, la más severa de los últimos 100 años, cerramos un 2022 inolvidable desde todo punto de vista.
Es fácil mirar para atrás y enumerar los pocos aciertos y numerosos fracasos repetidos durante los últimos 50 años en el país, que nos llevan a la situación actual resumida en un estancamiento profundo, inflación sin control y una pobreza inadmisible.
Más difícil es poder definir qué país queremos para los próximos 50 años y cómo nos ponemos en marcha para lograrlo.
El 2023 es año de una nueva oportunidad para iniciar un camino distinto que nos lleve a un destino de crecimiento y oportunidades para todos. Desde los inicios de la Fundación Producir Conservando en 1991 hemos planteado la necesidad de crecer sustentablemente, esto es con una mirada económica, social y ambiental y la realidad es que en estos años poco podemos mostrar desde lo económico y social y mucho hemos cambiado y mejorado en lo ambiental.
No es viable la Argentina sin reglas de juego claras y estables, un país que no respeta las instituciones; que no se integra a un mundo en constante cambio. Un país con bajísima inversión privada y, por lo tanto, casi nula generación de empleo privado, con una alta presión fiscal para quienes pagan impuestos y, a la vez, una informalidad superior al 40/45%; con un crecimiento sostenido del gasto público que genera un déficit fiscal crónico, solo cubierto con emisión monetaria y como resultado final 100% de inflación anual.
Necesitamos definir un rumbo, qué país queremos ser y un plan de trabajo para alcanzarlo. Necesitamos recuperar el respeto a las instituciones, la libertad de decidir qué hacer y cómo y recuperar también la confianza para contagiar entusiasmo en la construcción de lo que aspiramos ser.
Necesitamos salir de la trampa del corto plazo, consensuar entre todos y planificar el largo plazo, orientarnos a un mundo que se reinventa rápidamente y sale adelante no sin problemas, de pandemias, guerras comerciales y de las otras, intereses contrapuestos e ideologías enfrentadas.
Debemos pensar sumarnos a una sociedad global que continúa creciendo en sus demandas en cantidad y calidad de productos, con el desafío de ser sustentables.
Tenemos potencialmente la posibilidad de crecer fuertemente en todos los frentes, alimentos, fibras, energía fósil y bioenergías, desarrollo de tecnología, servicios, etcétera. Si tenemos el marco marco adecuado podremos hacerlo sin dudas y en poco tiempo.
El autor es asesor de la Fundación Producir Conservando
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