“Tai Knigthhood”, de bandera liberiana y con 230 metros de eslora, sufrió una avería tras el incidente en el puerto de Quequén, referente para la carga de granos
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MAR DEL PLATA.- Un buque de casi 230 metros de eslora que zarpaba desde el vecino puerto de Quequén con una carga de más de 70.000 toneladas de soja impactó contra una escollera y sufrió una avería que activó un plan de emergencia ante un eventual riesgo de hundimiento.
Como primera medida se dispuso su alejamiento del canal de acceso, para evitar que la peor de las hipótesis derivara en una obstrucción de la navegabilidad de esta terminal, y un inmediato monitoreo de los daños sufridos por la colisión.
El primer reporte difundido por Prefectura Naval Argentina (PNA) confirmó el ingreso de agua a la embarcación por el rumbo producido tras el impacto. “Situación que hasta el momento está controlada”, aseguraron en el informe oficial.
El buque se llama “Tai Knigthhood”, es de bandera liberiana y completaba su escala en busca de granos para la exportación que debía transportar hasta Singapur, donde tenía fecha de arribo para el próximo 21 de diciembre. El casco tiene 229 metros de eslora, 38 de manga y su impacto contra un sector denominado Giro 3 de la escollera norte de este puerto, el más importante de la región en materia de cargas de cereales, se habría debido a una situación de “desgobierno”, como las autoridades mencionan a una pérdida de control de la maniobra de salida, que el capitán ejecuta con un práctico a bordo, conocedor de los detalles de esta terminal.
Explicaron desde PNA que se generó “una aproximación excesiva contra la escollera norte, lo que habría provocado una rozadura y posterior fisura en el casco, con ingreso de agua, situación que fuera inmediatamente controlada por la tripulación”.
Como medida preventiva se dispuso la navegación del buque hasta una distancia suficiente como para no alterar el ingreso y egreso de embarcaciones que operan en este puerto. Técnicos de PNA trabajaban, con buzos tácticos, en la revisión detallada del grado de daño sufrido por el casco, así como la capacidad de respuesta de su equipamiento de seguridad y procesos internos.
“Por el momento se descarta la posibilidad de riesgo para los tripulantes y para el medio ambiente”, confirmaron. Se trata de una embarcación casi nueva, que está realizando sus primeros viajes. Fue botado del año pasado y tiene su puerto base en Monrovia. Posee un potencial de carga de más de 84.000 toneladas.
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